Rewrite The Stars ➰ || Alec Lightwood [#2] (COMPLETA)

035. El Comienzo Del Final.

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➰Rewrite The Stars/Capítulo Treinta y cinco➰

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          Las alarmas eran audibles en cada rincón del Instituto de Nueva York. Algo malo estaba pasando y necesitaban detenerlo. Alexander se dirigió con rapidez hasta la sala de armas, tomó su distinguible arco y un par de flechas, y se dispuso a salir de aquella sala.

El de ojos avellana se encaminó por los pasillos del Instituto con rapidez hasta el centro de operaciones, preparando las flechas mientras caminaba. Por el rabillo del ojo pudo notar que los shadowhunters se movían de un lado a otro con rapidez y un cuchillo o espada serafín empuñadas.

El chico llegó al centro de operaciones, por lo que alzó la cabeza, observando que todos se movían con rapidez. Sus ojos se centraron en los paneles de la sala, en los cuales se encontraban reflejadas las palabras "SALVAGUARDAS DAÑADAS" con letras totalmente visibles para quien estuviese pasando por el lugar.

Los ojos avellana se cruzaron con un par de ojos oscuros pertenecientes a Victor Aldertree, quien lo observaba fijamente desde que apareció en el lugar. Alec bajó la mirada hasta sus flechas, revisando que todo estuviera en orden, mientras se acercaba al chico de tez morena, siendo seguido por otro arquero y un shadowhunter portador de un cuchillo serafín.

—Pensé que las Salvaguardas eran herméticas —Habló el de cabellos rizados, girándose por completo hacia el chico de ojos avellana, encarándolo.

— ¿Cuántos soldados hay aquí? —Inquirió el de ojos avellana, ignorando las palabras del moreno, observando a su alrededor. Victor tensó su mandíbula y rodó los ojos ante tal acto.

—Dos docenas —Respondió el de ojos oscuros, sacudiendo la cabeza para ahuyentar la idea de golpear a Alexander—. Todos lidian con los ataques del Submundo —Informó, intentando lograr que el chico Lightwood-Campbell le dirigiese la mirada.

—Iré a la entrada con Longford —Señaló al arquero que lo acompañaba con la cabeza, recibiendo un asentimiento por parte del mencionado.

—Cubriremos la sala de armas —Habló el de cabellos rizados, señalando a la docena que lo acompañaba, recibiendo una respuesta afirmativa por su parte.

Un segundo más tarde, una docena acompañaba a Aldertree hasta la sala de armas, dispuestos a protegerla y luchar contra quien fuese necesario para cumplir su deber como shadowhunters. Por otro lado, la segunda docena siguió a Alec e dirección a la puerta principal, dispuestos a no dejar que nada ni nadie entrase.

— ¿Trabajo de Valentine? —Inquirió Longford, dirigiéndose hacia el chico Lightwood-Campbell, quien mantuvo la mirada fija en el frente.

—Sólo hay una forma de averiguarlo —Respondió, caminando con firmeza hacia la entrada, provocando que el chico Longford preparase una flecha en su arco.

Las puertas de la entrada principal se abrieron, mostrando inmediatamente a una niña de tez morena y cabello oscuro y trenzado, quien usaba un pañuelo alrededor de su cuello. Madzie. A su alrededor se encontraban un par de shadowhunters en el suelo.

Los ojos avellana de Alexander se iluminaron con preocupación al ver a la niña en aquel lugar. Alzó su brazo derecho, deteniendo a los shadowhunters que lo acompañaban, principalmente a Longford, quien tenía preparado su arco para disparar.

—Alto al fuego —Habló el chico Lightwood-Campbell, fijando la mirada en los ojos oscuros de la niña. Madzie ignoró los cuerpos a su alrededor y cruzó las puertas del lugar, manteniendo la mirada fija en los ojos avellana de Alec.