capítulo siete.

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Estuve unos segundos afuera de la oficina del director tratando de calmarme. Respiré hondo un par de veces y toqué la puerta para entrar.

— Necesito datos de Youngjae. ¿Puede darme su informe? — pregunté haciendo todo lo posible para sonar al menos neutro, pero fallé.

Me quedó analizando unos segundos para hablar:

— ¿Para que los quiere y porqué la urgencia si es que se puede saber? — alzó una ceja.

Empuñé mis manos por la pregunta, estoy tan enputado que explicarle todo esto me va a provocar y todo terminará mal. Aguanté las ganas de darle un puñetazo y dejarle marca por toda su asquerosa y miserable vida.

— ¿Usted no está enterado en como vive Choi Youngjae? Mi alumno por si pregunta quién es. — lo miré con mi cara de asesino.

— Lo que sé de Youngjae es que su madre falleció y su padre está metido en el alcohol. Por lo que su hermana tuvo que llevárselo a vivir con ella. Pero más de eso...no tengo idea. — hizo una mueca para después prender la computadora.

Entonces saben como vive y se toman el tema de la manera más normal posible. No han hecho absolutamente nada por él, ni siquiera han tenido ni una mínima preocupación por su salud mental. ¿Que mierda pasa con todos? Youngjae ha pasado por varias cosas y nadie hace nada.

La impresora comenzó hacer ruido, provocó un salto de mi parte. Pero supuse que es el informe que pedí, las hojas comenzaron a salir. El director las agarró ya imprimidas y me las entregó.

Lo miré con desagrado, no era para menos al enterarme de todo esto.

Antes de salir, me detuve para decirle lo último:

— Haga mejor su trabajo para la próxima, mínimo debería preocuparse de los alumnos del establecimiento. — Salí del lugar dando un gran portazo.

Choi Youngjae:

Mi cuerpo no paraba de temblar, sabía muy bien lo que me vendría en casa. Chaerin no ha parado con los insultos, realmente son tan jodidamente horribles. Pero lo peor es que me afectan...

Me agarró fuertemente de mi muñeca. Levanté mi cabeza para observarla fijamente, su rostro reflejaba odio y asquiedad. Las lágrimas amenazaron en salir. Lo único que espero de todo esto, es que JaeBeom Hyung no se haya dado cuenta de mucho. Temo mucho por las consecuencias que pudieran haber si es que él decide decir algo al respecto. Pero sinceramente, tengo más miedo en lo que me vayan hacer en casa.

— ¿Así que andas de chismoso maldita basura? — dijo chaerin con el ceño fruncido pasándome a rasguñar con sus uñas.

Solté un suspiro, ni siquiera tengo la intención de decir algo para que no hayan problemas.

Chaerin me soltó para jalarme el cabello acercándome a su rostro, me duele bastante. Eso causó que mis lágrimas no aguantaran más y se liberaran finalmente.

— Contesta, maldito inútil. Deja de llorar como un marica.

Abulté mis labios en forma de puchero.

— Yo no he dicho nada... —  cerré los ojos a medida que el agarre se hacía más fuerte.

— ¿Porque mierda ayer no llegaste? ¿Sabes que te estuve esperando para que hicieras el aseo en casa? Hoy no te salvas maldito fenómeno.

Finalmente me soltó provocando que salieran varios gemidos de dolor de mi parte.

— Se me hizo demasiado tarde para llegar a c-casa...

Sonrió falsamente.

— Es que me vale una mierda lo que te suceda, sólo quiero que hagas las cosas como siempre.

Mí Ángel || 2JAE ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora