Mí Ángel || 2JAE ✓

capítulo ocho.

Mi corazón no paraba de estrujarse aún cuando necesitaba tener calma para apoyar a Youngjae. Hmm, me siento tan mal por esto me parece horrible. Si yo estoy tan hecho añicos por saber esta situación, me imagino como debe estar Youngjae que es el victima en todo esto...

— ¿Porqué nunca dijiste nada? — repetí.

Lo sé, es ridículo que pregunte algo como eso. Siempre estuvo solo sin que nadie lo protegiera, es lógico que tuviera miedo y desconfianza. Que no tuviera la suficiente valentía para decir como lo tratan. Ya que tampoco tiene donde ir, esa tipa inmadura es su hermana y el que la cria. ¿Cómo iba enfrentarla? Al fin y al cabo es solo un nene, al menos para mi lo es.

Pero ya no está solo.

Bajó su rostro reflejando temor, no iba a dejarlo. Levanté suavemente su rostro para que mirase mi firme mirada, por alguna extraña razón...quiero transmitirle seguridad.

Apartó mis manos de su rostro para emvolver sus brazos en mi cintura en un fuerte abrazo, para luego...romper en llanto.

— Tengo tanto miedo... — murmuró, aferrándose más a mi.

Asentí levemente acariciando su cabello. Bajé un poco mi cuerpo para abrazarlo de manera más cómoda, apoyé mi cabeza en la de Youngjae. Su olor a fresas invadía mis fosas nasales.

— No es para menos, Youngjae. Pero me encargaré en que ellos paguen y tu te quedes conmigo. Así nadie volverá a lastimarte. — dije.

En ningún momento me detuve a decidir que Youngjae se quedara conmigo, pero siento que es lo más seguro para él.

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— Regresen a sus casas con cuidado.

Las clases habían finalizado y denuevo no pude concentrarme totalmente. Sólo le transmitia todo lo que aprendí en todos estos años a los chicos. Pero mi mente seguía enfocada en Youngjae, siento que esto de que no pueda sacarlo de mi mente es serio.

Me suelo cuestionar diversos temas relacionados a estos. No sé si sea la mejor persona que logre demostrar como se debe la preocupación hacía él o si soy la persona correcta o...si soy suficientemente capáz de realmente sacarlo de ese infierno. Me lo pregunto una y otra vez, pero después de todo necesito protegerlo aún si no soy la mejor persona para Youngjae.

No pude desviar la vista en el menor al notar tanto desánimo, arreglaba lentamente sus cuadernos para meterlos en su mochila. Me fui acercando con la intención de poder ayudarlo en algo pero...

— Youngjae, te necesito ahora mismo.

Dirigí mi vista hasta la persona que lo llamaba al igual que el mismísimo youngjae, se trataba de una chica. Eso me sorprende porque él no es para nada sociable como para que lo llamen o "necesiten".

Youngjae me sonrió amablemente, gesto que fue devuelto de mi parte. Paea después ir hasta donde esa chica.

Mi pecho se contrajo provocando enojo, no entiendo porqué pero de alguna manera me inquieta todo esto.

Choi Youngjae:

Nunca en mi vida había visto a esta chica, me sorprendió el tono confianzudo con el que me habló.

— Bueno...sé que no me conoces, pero es obvio que yo a ti si. Aun así...no sé cómo comenzar. — metió una mano en su bolsillo para sacar una carta, me la extendió.

Tuve que recibirla a pesar que no quisiera. No quiero ser descortés.

— ¿Para qué es esto? — pregunté.

Dio un suspiro mientras jugaba con sus dedos. La observé fijamemte notando como sus blanquecinas mejillas se teñian de color carmesí.

— Cuando tengas tiempo, pido que la leas y luego me dés una respuesta. Plr favor.

Asentí levemente para luego decirle algo por lo menos, pero salió corriendo de la nada.

¿Que es lo que quiere?

Ingresé nuevamente al salón notando cómo JaeBeom Hyung me miraba atentamente.

— Disculpa que me entrometa pero, ¿Quién era esa mocosa? Osea, esa niña. — dijo de manera tan seria que me dió miedo.

Me encogí de hombros haciendo una mueca. Di unos cuantos pasos acercándome sin quitarle la vista de emcima a la carte.

— Me pasó esto y luego salió corriendo. Pero y si... ¿Contiene algo malo y es por esa razón que salió corriendo? — exclamé observándolo fijamemte, osea, no tengo otra lógica más que esa.

Me quedó observando fijamente mientras pasaba el dedo índice por sus labios. Comenzó a sonreír de manera divertida, para luego acariciar mi cabello.

— Estoy notando tu inocencia... — murmuró. Luego borró esa sonrisa que adornaba en sus labios, me acercó hacía él.  — ¿Leerás esa carta?

Sus ojos se tornaron intensos y penetrantes. Eso me causó estremiciento de una manera que mis mejillas se tornaron rojizas. ¿Porqué es tan jodidamemte intenso? Maldita sea.

Desvié la mirada tragando en seco.

— Sí...lo voy hacer.

Asintió volviendo a su postura anterior.

Decidí en ir al baño, para lavarme el rostro. Por alguna extraña razón quedé alborotado.

Abrí la manija del lavadero, veía como lentamente caía el chorro de agua. Me miré al espejo notando mis mejillas.

— ¿Porqué tengo que estar tan sonrojado? — coloqué ambas manos en mis mejillas aprecionándolas un poco.

— Tal vez haya un motivo por el cuál estés nervioso, pequeño. ~

Di un pequeño saltito al notar la presencia de JaeBeom Hyung que estaba detrás de mi apoyando sus manos en mis hombros, retrocedí un poco aferrándome a su cuerpo.

Pero mi corazón empezó acelerarse como un desquiciado.

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Quise actualizar porque se me dió la gana.

Espero que les guste en la manera que he mejorado los capítulos ya que en mi cuenta anterior mi falta de experiencia era más notoria. Pero ahora ha está un poco mejor la calidad de mi escritura¿?

En fin, muchas gracias por el apoyo y por darse el tiempo de leer.

Cuídense.