capítulo catorce.

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La maldita escoria de la hermana del pequeño se atrevió a salir de casa a tratar de quitarme a Youngjae. Me ofreció una cantidad de dinero para que los dejara en paz y me olvidara de todo lo sucedido. Eso me sacó de mis casillas, así que sólo tomé al menor de la mano para irnos.

Iba conduciendo lentamente, ya estábamos lo suficientemente alejados de esa maldita casa.  Youngjae jugaba con sus deditos mientras hacía pucherito, eso me humedeció los ojos. Decidí en estacionar el auto y lo miré.

– No volverá a suceder nada más, confía en mí, ya no tienes que volver a preocuparte por eso ni por nada. – acaricié su suave cabello sin dejar de observar su triste rostro.

– Eso no es lo que me tiene mal, hyung... – dijo casi en un susurro.

– ¿Que es entonces? – pregunté.

Levantó su rostro lentamente absorviendo su nariz.

– ¿Podemos bajarnos del auto y caminar? Necesito hablar con usted.

Eso por algún motivo me causó susto, su tono de voz era tan seria que debe ser algo importante.

– Vamos. – dije finalmente para bajarnos del auto.

Comenzamos a caminar lentamente, Youngjae me tomó de la mano sin mirarme.

– Nunca quise alejarme ni hablarle de esa manera, me sentí malagradecido por mi actitud a pesar que yo no hubiese querido hacerlo...venga, mejor tomemos asiento  – dijo, buscamos una banca y yo me senté frente a él sin soltar su mano. –, a ese señor que usted le pegó es mi cuñado. Sé que quizá es extraño que le confiese lo que me sucede con él a diario. Pero confío en usted, bien...ese día cuando le dije que se alejara, mi hermana le había comentado antes sobre que yo había pasado la otra vez la noche en su casa y sobre lo que sucedió después cuando ella vino por mí. Jun, así se llama, me golpeó y me dijo que no le dijera nada sobre lo de nosotros...y ese es otra cosa que quiero decirle, porque es delicado. – su voz comenzaba a quebrarse de a poco y sus lágrimas ya estaban saliendo de sus ojitos. – Él... él me viola cada vez que tiene la o-oportunidad hyung. – me soltó para cubrirse el rostro estallando en llanto.

Quedé totalmente sorprendido, primero me entero del maldito trato de su hermana. Luego escucho por la mismísima boca del hijo de puta de su padre las agresiones que le hacía; luego veo con mis propios ojos como le pegan a Youngjae y por lo que cabo de escuchar eso debe ser seguido, y ahora me entero que el perro de mierda de su cuñado se lo viola.

Tomé ambos hombros ajenos para atraerlo a mi cuerpo, sentí la necesidad de acurrucarlo fuertemente por la desesperación que que me invadió para transmitirle seguridad. Sus bracitos rodearon mi cintura, sentí como agarró fuertemente mi prenda estallando aún más fuerte en llanto.

– Pequeño, escúchame bien. No aguantaré por nada del mundo que vuelvan a lastimarte a ti ni a tu cuerpo. Nadie tiene el derecho de hacerte daño, tanto físico como psicológicamente. ¿Comprendes? Me da rabia y tristeza que un nene cómo tú tenga que pasar tantas cosas en su vida. Pero ya estuvo, nada de esto se volverá a repetie. Te lo dije, desde ahora estarás a mi cargo, a mis cuidados, me haré responsable de ti y te daré todo ese cariño y amor que te falta. – deslicé mis manos a sus mejillas para levantar su rostro haciendo que me mirase a los ojos.  – ¿Comprendes, angelito?

Youngjae solamente me miró por un largo tiempo, sus ojos tienen ese brillo especial que te roban el corazón al instante. En serio tengo la necesidad de cuidar a este cosito precioso.

– Lo único que quiero es estar con usted, ya no quiero seguir estando en esa casa, si es que se le puede llamar de esa forma. Sinceramente lo que me haría feliz es estar a su lado, comenzar de nuevo...ha sido la única persona, después de mi madre, en demostrarme cariño y protección. – se acercó para depositarme un dulce beso en mi frente. – Perdón por mi mal comportamiento, yo no quería... – bajo la mirada.

Mí Ángel || 2JAE ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora