Mí Ángel || 2JAE ✓

capítulo cuatro.

Estoy molido, ayer me desvelé demasiado. Verifiqué cada una de las guías que me olvidé por completo de la hora y lo peor de todo es que no alcancé a terminar de revisarlas. Maldita sea que frustrante.

Me quedé observando al somnoliento Youngjae, se veía bastante cansado. ¿De verdad se encontraba bien? No me gusta entrometerme en problemas ajenos, pero odio que me mientan y sobre todo si se trata de uno de mis propios alumnos. Lo admito: me intriga bastante lo que le ocurre.

Desenvolví mis ambos panes que estaban enrollados con servilletas, para que no se me ensusiaran. El olor invadió exquisitamente a mis fosas nasales.

Le di un mordisco a mi pan provocando que Youngjae abriera los ojos para observar lo que estaba comiendo. Esto realmente me acuerda lo que sucedió anteriormente.

Terminé de masticar para dirigir mi atención al menor.

— ¿Desayunaste? — pregunté, para así analizarlo detenidamente.

Al instante cerró sus ojos nuevamente.

Joder, si tuviera que darle un premio a la persona más difícil de las que me haya relacionado. Definitivamente sería Choi Youngjae.

— Youngjae, ¿Puedes responder? — alcé un poco más mi voz.

Su cabeza que estaba apoyada en la mesa fue levantada lentamente para asintir de una manera bastante dudosa. Es obvio que no fue así, otra vez me está mintiendo.

Me puse de pié para irme hasta él y levantar su rostro con mis manos, sus ojos me provocaban muchas emociones tristes. Suspiré levemente sin apartar mis manos específicamente de sus mejillas.

— Veo que cada pregunta que te haga responderás de manera afirmativa. Al menos acepta mi pan.

Youngjae estaba sorprendido con mis actos que intentó alejarse, pero lo atraje a mí sin tratar de lastimarlo con mi fuerza.

— P-Profesor JaeBeom no haré nada que no le guste, se lo juro. Por favor no me haga nada... — dijo en un hilo de voz, para luego ver como sus ojos comenzaban a cristalizarse.

Alcé una ceja sin entender ni un carajo su actuar. ¿A que mierda se refiere con todo esto?

Lo solté al instante, quizás fui demasiado impulsivo y Youngjae se asustó. Tal vez fue eso...

Negué levemente.

— ¿De que hablas? No pienso hacerte nada, sólo me desespera que me mientas. — me crucé de brazos.

Se puso erguido mirando a todas partes de una manera miedosa.

— No le miento, s-se lo juro. — comprimió sus labios para luego dar una FALSA sonrisa bien temblorosa.

Pero aún así extrañamente provocó nervios en mí al punto de inquietarme. ¿Que te ocurre Im? Es sólo una persona sonriendo. Mejor dicho, es un mocoso dando una estúpida sonrisa y más encima falsa. Debería detestarla.

Le resté importancia a todo eso y lo mejor es que vaya al jodido grano.

— ¿Quieres mi pan si o no? Responde.

Asintió de manera tímida, inevitablemente de me formó una sonrisa de triunfante. Lo sabía, me estaba mintiendo.

Fui al puesto para tomar el pan que tenía encima. Se lo extendí para que lo tomara.

Lo recibió con una amplia sonrisa.

— Gracias, profesor JaeBeom. Pero ¿Usted no tiene hambre? Trajo esto para usted y...

— Quiero dártelo, si hubiera tenido alguna dificultad...no te preguntaría. — dije seriamente.

— Oh, muchas gracias...de verdad. — abultó sus labios para luego dar un mordisco a su pan.