Nos habíamos quedado dormidos, despertamos a la hora de la cena. Youngjae se había levantado primero, estaba en el balcón mirando hacía fuera con sus ojos cerrados. Sus cabellos se movían de un lugar a otro por el viento.
El anochecer se había hecho presente, y la luna era la causa de la luz que alumbraba la habitación. Me acerqué silenciosamente a Youngjae, coloqué mi brazo encima de la barandilla. Lo observé detenidamente apreciando sus facciones faciales que eran sinceramente perfectos.
– ¿Hyung? – preguntó repentinamente abriendo los ojos.
Alcé ambas cejas acercándome un poco más.
– ¿Que ocurre? – dije con tono suave.
Abrió los brazos para regalarme un fuerte abrazo. Eso me sorprendió un poco, pero correspondí su gesto con las mismas ganas.
– Lo quiero, sólo eso quería decirle. – me sonrió y desvió la mirada hacía el suelo.
Levanté su rostro con ambas manos, me acerqué hasta que nuestras respiraciones chocaban entre ellas. Está sensación es un poco extraña, pero no desagradable. Deposité un beso en su frente. Y la memoria me acordó a cuando Youngjae me besó en los labios. Basta Im, no es bueno.
Es un nene.
– Te quiero mucho más mi pequeño. – solté un suspiro abultando mis labios.
Se alejó de mí volviendo a su posición anterior manteniendo su sonrisita.
– ¿Puedo hacerle una pregunta? Estoy curioso de algo. – dijo serio.
Me puse a su lado apoyándome en la barandilla mirando hacía el cielo.
– ¿Que es?
– ¿Cuántos años tiene exactamente? Siempre me lo he preguntado. – volteó a verme con una expresión neutra.
¿Eso era? Creí que era algo más importante, reí levemente.
– Tengo veintisiete, pequeño. Tú tienes dieciséis, ¿No? – fruncí los labios esperando su respuesta.
Asintió.
– Sí hyung.
[...]
Preparé cabritas mientras Youngjae esperaba ansioso en el sofá que llegaran. Dejé en pause una película que el pelinegro tanto quería ver, era IT y no me negué, la había visto más de una vez. Me agrada así que me dió igual.
Una vez lista las eché en un recipiente y me fuí hasta el sillón.
– Después no tendrás miedo, ¿Verdad? – pregunté con sorna.
– Me dan miedo los payasos, pero igual quiero verla. Si después tengo sustito, ¿Me puede dar mimitos? – hizo un puchero.
Tragué en seco. Joder...
No debería hacerme esto.
– Todos los que quieras, nene. – regule la voz para después colocarle play a la película.
Era divertido y a la vez tierno, Youngjae lloró por la primera muerte de Gieorgie que fue llevado por Pennywise. Aunque también se asustó cuándo éste salía o mostraba sus dientes. Incluso llegó a tirar un par de cabritas al televisor cuando se enfadaba o también de hacía bolita o saltaba a mis brazos. Fueron sentimientos mezclados, no para mí, sino para Youngjae. Ya sabía todo lo que pasaría así que no me provocaba nada.
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Mí Ángel || 2JAE ✓
Fanfiction❝ 𝐼𝑚 𝐽𝑎𝑒𝑏𝑒𝑜𝑚 𝑒𝑠 𝑒𝑙 𝑝𝑟𝑜𝑓𝑒𝑠𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑌𝑜𝑢𝑛𝑔𝑗𝑎𝑒, 𝑑𝑒𝑏𝑖𝑑𝑜 𝑎 𝑙𝑜𝑠 𝑒𝑥𝑡𝑟𝑎ñ𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑜𝑟𝑡𝑎𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑖𝑒𝑛𝑧𝑎 𝑎𝑐𝑒𝑟𝑐𝑎𝑟𝑠𝑒 𝑎𝑙 𝑚𝑒𝑛𝑜𝑟 𝑐𝑜𝑛 𝑙𝑎 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑛𝑐𝑖ó𝑛 𝑑𝑒 𝑎𝑦𝑢𝑑𝑎𝑟𝑙𝑜, 𝑝...