¿Por qué diablos me miraba así?, ya empezaba a molestarme. Me miraba con sus desafiantes ojos azules y esa sonrisa arrogante adornando sus labios, sus sexys y carnosos labios, oh dios ahora estoy pensando en sus labios.Cierro los ojos y me froto la cara con mis manos. En cuanto vuelvo a abrirlos veo que él se había levantado de su asiento, se había levantado y estaba caminando, estaba caminando en mi dirección, se dirigía a mi pupitre.
Me tomo un momento para mirarlo y ya puedo entender porque tiene tantas chicas detrás de él. Tiene esa maldita mirada desafiante y tierna a la vez que podría cautivar a cualquiera, esos lindos labios que cualquier chica desearía besar, es alto, yo le llego al pecho y su cabello, ¡oh dios, su cabello es hermoso!, tiene un cabello marrón claro y siempre esta peinándoselo con sus dedos haciéndolo ver irresistible y por supuesto tenía que ser capitán del equipo de fútbol, pero tristemente también era un maldito mujeriego. Aunque yo prefiero a un chico dulce y tierno que al típico chico popular. Pero bueno no voy a negar que esta buenísimo.–¿Apreciando la vista Hoffman?– maldita sea, se dio cuenta. Pero no iba a dejarme vencer por sus encantos
– No, ¿por qué piensas eso alumno?
– Pienso eso porque estabas babeándote encima mío – ay ni que fuera para tanto-
– Pues no fue así, ¿quieres retomar tus estudios, Anderson?
– Claro que sí, profesora Spen– ¿acaso se cree mi amigo?, no tiene el derecho para hablarme con tanta confianza.-
– Entonces siéntate, thommy– si quiere que esto sea así, será así.-
El toma asiento en el pupitre que se encuentra al lado mío y saca sus libros, yo saco los míos y comienzo a explicarle y le doy unos ejercicios. De los diez que le di solo hizo 3 mal, esta bastante bien.
–¿Por qué el director te dijo que tomarás clases conmigo si no estas tan mal?
– Él no me dijo nada, yo quería tomar clases y que fueran contigo– me responde y quedo un poco sorprendida pero no dejo que lo note.-
– ¿Por qué querías que yo te de clases?– no podía con la duda.-
– Tu amiga me dijo que necesitabas relajarte un poco y que necesitaba ayuda para hacerte salir a alguna fiesta, la idea era convencerte de que fueras pero cuando nos presentaron me pareciste interesante y decidí que quería saber más de ti, aunque ya se lo que todos saben– wow, mucho para asimilar. ¿Por qué la perra de keyla debe meterse en todo siempre?.-
– ¿Y qué es lo que todos saben? –pregunto con curiosidad.
– Ya sabes, eras la chica perfecta, presidenta de la clase, novia de un jugador del equipo, lo tenías todo pero él tuvo que irse y te abandonó. Y ahora eres una chica promedio, lindo cuerpo pero no lo muestras mucho pues te enfocas más en otras cosas y no en divertirte. Ah, casi lo olvidaba, eres la capitana del equipo de voleibol femenino– ¿de verdad acaba de decir eso?, ¡cómo se atreve!
– Eres un maldito, no tienes derecho para decirme eso. –espeto muy enfadada.
– Auch, eso me dolió –mostró su labio inferior y puso cara de víctima.
– Chicos a casa, la hora termino– iba a decirle algo pero la profesora hablo.-
Guarde mis cosas, agarre mi mochila y salí del salón. Cuando iba saliendo del colegio comenzó a llover. ¡Mierda! Lo que faltaba. Ahora ¿cómo me iría a casa?
Me decidí a caminar por la lluvia, solo había un par de calles para llegar a mi casa.
Un auto se detuvo a mi lado
– Hey Hoffman, sube– ¿pero qué? ¡Este chico me volverá loca!– No jodas Thomas
– Es de verdad, ven vas a mojarte, aunque te mojaras más si sigues mirándome así –ja, ja. Que gracioso.
– Está bien, pero solo porque tengo frío y deja de hacer esos comentarios.
– Bien, solo es por el frío– ahora ya no podría borrar esa maldita sonrisa arrogante.
Estamos todo el rato sin decir una sola palabra hasta que se detiene en mi casa.
– Adiós, gracias Anderson– me despedí mientras subía los escalones del porche.
– No hay problema Spen, nos vemos luego. –sonrió y yo entre a casa.
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-Coni💋
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Alérgica a ti
Teen FictionTodo comienza cuando Thomas Anderson la vió por primera vez, él no creía en el amor a primera vista, pero cuando la vió sintió un extraño cosquilleo en el estómago. No muchos tienen la suerte de encontrar a esa persona que te pone nervioso y loco a...