19. ¡Sé que debo hacer!

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Decidí quedarme a dormir en casa de Keyla, ella está muy mal y quiero estar con ella para ayudarla. Siempre está para mi, quiero estar con ella.

Estoy en la ducha, mi ropa está limpia, así que me pondré lo mismo que llevaba puesto.

– ¿Puedo pasar? –escucho a Keyla del otro lado de la puerta.

– Obvio si, zorris –contesto divertida.

– Tengo que hacer pipi –dice mientras se baja el pantalón del pijama.

– Debemos hablar sobre eso... –le recuerdo, estuvo evitando hablar de Luke.

– Creo que debería escucharlo –murmura porque sabe que está mal, es una masoquista, ella sabe que debe dejarlo, pero nunca lo hace.

– Keyla... –alargo la "a" en forma de reproche.

– Lo sé, lo sé –comenzará a llorar, está pestañeando muy seguido– Es que,
en-en verdad lo quiero.

– Hace tiempo que su relación no funciona, esto fue la gota que derramó el vaso. –uso las palabras de mi madre.

– Solo quiero decirle adiós, darle un buen abrazo sabiendo que será el último y dejar en claro que terminamos. –dice mientras me alcanza mi toalla.

Esa no es mala idea.

– Eso si está bien. –le sonrío.

•••

Decidí hacer mi trabajo de filosofía sobre el amor, sobre las relaciones sanas y las no tan sanas, sobre cómo sobrellevar el dolor de no ver a alguien que amas y que debes pedir ayuda para poder salir adelante.

Tú lo amas

Estúpida consciencia ¡Ya cállate!

Todo el día estuve pensando en Thomas... en cómo terminaron las cosas con él, no puedo ser tan idiota, tan solo lo abracé y corrí, ni siquiera yo me creía tan estúpida como para hacer eso.

Yo... lo amo, pero también quiero estar para mi madre y no sé si el lo entendería.
Hablaría sobre esto con Ben, siempre me ayuda, pero ahora él no está. Por lo tanto, hablaré con la mujer indicada.

Me levanto del sofá y camino escaleras arriba, llamo a su puerta y espero a que me de permiso de pasar.

– Adelante –escucho su suave voz dejándome pasar.

Apenas entro, le doy un fuerte y sincero abrazo. Hace dos días que no la veía, ella estuvo concentrándose en su último caso, es abogada familiar y le tocó un caso con un niño involucrado, es lo peor cuando los niños están en medio de todo, son pequeños y deben sufrir porque sus padres son irresponsables.

– Te extrañe... –digo sinceramente.

– Oh mi niña –tiene una sonrisa y me mira con ternura– estás llorando...

Ni siquiera me había dado cuenta de que estaba llorando. Ella me limpia delicadamente las lágrimas con su pulgar.

– Es que esto es tan frustante –confieso– No es justo que esto te esté pasando a ti.

– Nada es justo, cariño –dice y me abraza.

– Lo sé mamá, le dije a Thomas que no podíamos salir más y eso me está doliendo mucho. –me apoyo en su hombro y ella pone un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

– ¿Pasó algo? –pregunta confundida, la última vez que hablamos sobre él, fue un día antes de nuestra cita– Creí que todo estaba yendo bien. 

– Le dije que no podíamos seguir saliendo, yo quiero ayudarte con lo que pueda y estar contigo.

– En verdad eres tonta –ahora yo estoy confundida– Está bien que tú quieras ayudarme, pero yo quiero que seas feliz, eres mi hija y quiero lo mejor para ti.

– ¿Pero qué si él ya no me quiere? –se podría haber cansado de que haga tantas estupideces.

– Sé que él te ama con locura, Spencer. Se nota por como te mira, como sonríe cuando estás feliz y como se preocupa cuando estás resfriada. Él vino a preguntar si te pasaba algo cuando faltaste a clases por fiebre, siempre que te dejaba en casa se quedaba un rato más para ver que entraras segura.

Pestañeo y pequeñas lágrimas brotan de mis ojos.

– ¿En verdad él hacía eso? –pregunto esperanzada.

– Si, tontita. Sé que él entenderá por lo que estás pasando.

– Tengo miedo, mamá. No quiero darle el poder de destrozarme con una simple acción. –no quiero pasar por lo mismo.

– Él no es Drake –me recuerda.

– Sé que no es Drake, pero aún así me da miedo, mamá.

Ella acaricia mi espalda y logra calmarme un poco como solo ella sabe.

– Es difícil, también era difícil cuando salía con tu papá, él me consideraba su mejor amiga, pero lo hice cambiar de opinión –me guiña el ojo divertida.

Río ante su acción y niego con la cabeza.

Podría decirle porqué corrí, explicarle todo y en vez de que sea una distracción con lo de mi madre, podría apoyarme. Eso sería tan lindo.

– ¿En que piensas? –alza una ceja y me observa con atención– Te quedaste tildada.

– Podría explicarle sobre lo que me pasó con Drake y el porqué de mi miedo. –me mira con una sonrisa– Podría decirle sobre lo que pasó e incluso puede apoyarme. Solo si está bien que le comente sobre lo tuyo.

– Está bien, ya lo eh aceptado y confío en que saldremos adelante. Sé que harás lo correcto.

Ella es tan positiva.

– Gracias por la plática y tus maravillosos consejos –le doy un beso en la mejilla, en forma de despedida.

– Denada, recuerda que hoy vienen las amigas de las chicas.

Cierto, debo ayudar a guardar todo lo de vidrio.

– Obviamente lo recuerdo –miento y ruedo los ojos.

Entro en mi habitación y marco el número de Keyla, siempre nos contamos todo antes de hacerlo.

– ¿Ya me extrañas, zorris? –contesta divertida.

– Hola amiga de toda mi vida, ¿Qué pasa que me llamas? –digo sarcástica.

– Lo siento, ¿Qué pasa?

– Voy a hablar con Thomas –digo decidida.

– ¿En verdad? –se escucha sorprendida.

– Sii, lo haré. Hablé con mi mamá y me dió de su gran sabiduría.

– Mi falsa madre es la mejor.

– Lo sé, lo sé –digo restándole importancia.

– Bien, yo también hablaré con Luke.

– Genial, te quiero amiga, bye.

– Bye, te amo preciosura –se despide cursimente.

Finalizo la llamada y corro a la cocina, allí dejé mis llaves.

– ¡Sé que debo hacer! –grito entusiasmada mientras me dirijo a mi coche.





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¡Al fin esta mujer se decide!
Isabel, gracias por ser tan buena madre.

Gracias por llegar hasta aquí, si te ah gustado, deja tu estrella⭐️

•Isabel es la madre de Spencer.


Besoss
-Coni💕

Alérgica a ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora