15. Declaraciones y consecuencias.

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Estoy parada en la entrada del apartamento de Alex, me eh quedado quieta mirando la puerta durante quince minutos.

– ¡Toca de una vez! –me riñe Keyla.

– Ya, ya... –golpeo la puerta tres veces, con la palma de mi mano.

La puerta se abre, dejando ver a un Alex es ropa interior. No puedo evitar bajar mi mirada, que gran equivocación, esto será más difícil.

– Spencer... –alarga viéndome confundido.

– Hola... –alargo nerviosa.

– Entra – se mueve hacia su derecha, dejándome espacio para entrar.

No sé en que momento, pero Keyla ya no está aquí. ¡Es tan sigilosa cuando quiere!

Me adentro en el apartamento y nos sentamos en el sofá, el ambiente esta tenso, ni siquiera nos saludamos con un beso en la mejilla.

– ¡Debo decirte algo –dijimos a la vez.

– Tú primero –se ofrece.

– Bien –no iba a estar con rodeos de "no, tú primero" ahj– Debemos dejar de vernos o ser solo amigos.

Suspira aliviado y lo miro con el ceño fruncido, estoy confundida.

– Ambos sabíamos que esto no era algo serio y te quiero, pero cómo amigo. Espero lo entiendas. –digo.

– Iba a decirte lo mismo –una de las comisuras de sus labios se alza y me mira a los ojos– Lo siento, te quiero, pero estoy enamorado de alguien más.

– Tu ex, ¿verdad? –recuerdo lo que John me dijo. Él asiente– En estas últimas semanas me eh dado cuenta de que yo también me enamoré.

– Deja que adivine –me dice divertido– ¿Thomas?

Abro la boca en sorpresa.

– ¿Cómo...? ¿Tú...? –en verdad estoy muy perdida.

– Veo cómo te mira, pensé que habían estado juntos. Y además, en una de las fiestas que fuimos, se me confesó borracho.

Me cuenta que Thomas le dijo que me quería y le haría daño si me lastimaba. Luego de eso se quedó dormido en el suelo.

Ahora sé porque no aparecía en la fiesta. ¿Mis sentimientos serán correspondidos?

– Mucha información que procesar –confesé.

– Lo sé. ¿Crees que Marilyn me quiera aún? –pregunta con la vista en el techo.

– ¿Mari...qué?

– Mi exnovia –ahora entiendo más– Dejamos una relación de dos años, ¡por una estúpida discusión!

– ¿Qué clase de discusión? –pregunto.

– Estábamos bastante estresados por exámenes, cada uno con sus respectivos trabajos y discutimos porque su familia no me aceptaba.

– ¿Puedo preguntar por qué no te aceptaba? –intento sacar información. Ahora que me doy cuenta, no sé nada sobre su familia.

– Mi madre es adicta y mi padre se fue antes de que naciera. –dice con los ojos cerrados.

– Lo siento –digo sinceramente– No lo sabía.

– No tenías porque saberlo –dice con un tono de tristeza en su voz.

– Respondiendo tu anterior pregunta –cambio de tema para que se le cambie el animo– ¡Obvio que Marilyn te aceptará! John dijo que habló con ella y sigue flechada.

Alérgica a ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora