Enséñame a quererte. {EDITANDO}

33. Accidente.

           

Valeria.

Es increíble que no pueda hacer cambiar de opinión a mi mejor amiga para que no se vaya a esa jodida universidad americana que le brindó algo que no necesita: Una beca, pareciera que no tiene recursos suficientes para pagar la de aquí cuando no es así, gracias al esfuerzo de sus padres, ella está ahí pero eso no es todo, me comentó últimamente que quiere buscar un trabajo de medio tiempo en el cual paguen algo accesible para poder pagar ella misma sus estudios.

Ya no sería problema para sus padres, a fin de cuentas ya no vive con ellos.

Pero ese no es el punto, el punto aquí es que mi mejor amiga se irá a Nueva York a terminar todos sus estudios allá ¿qué le pasa? ¿Por qué no pensó en mí y mi novio? ¿Qué hay de su hermano? ¿Y los demás? ¿Qué hay de Pepe?, ah... pero ella no me responde eso.

Caminaba con la vista perdida a la nada, estaba pensando y pensando de qué manera poder convencer a ____ de que no se vaya a esa universidad y que cuando el día llegue —en el que deba marcharse— y no asista, le envíen un correo preguntando por qué y ella así les responda con alguna mentira, todo con la finalidad de que no se vaya.

No me percataba ni hasta del zumbido de una abeja, literalmente, crucé la calle sin mirar a los lados —recuerden que iba con la vista perdida a la nada—, iba tan confiada a pesar de estar en un pequeño trance hasta que...

—¡CUIDADO!— Exclamó con desesperación un chico de cabello castaño y finta de ser todo un hipster.

Un coche me atropelló, sólo recuerdo que la vista se me nubló hasta que empecé a ver todo negro, de ahí en fuera ya no supe qué carajos pasó. ¿Podría morir?

Yisus, ten piedad de mí, soy muy joven para morir.

*-*-*-*-*-*-*-*

Strappy.

Estaba con Jux a punto de grabar algo corto ya que le tomaría diferentes tomas a los demás, incluyendo a ____ aunque se negara, hasta que mi celular empezó a sonar como loco en mi cuarto, observé la pantalla y sonreí al saber que era mi linda novia, obviamente contesté.

—Hola mi amor.

—¿Strecci?— Preguntó una varonil voz, ¿qué verga? ¿Qué hace con el celular de mi novia?

—Él habla.— Contesté con voz seria que estaba a punto de convertirse en una llena de ira como Jux.

—Llamo para decirte que a... ¿Valeria?— Frunció el ceño dirigiéndose a uno de los paramédicos que estaba ayudando a subirla a la camilla y le asintió para afirmar que así se llamaba—. Sí, ella, le ocurrió un accidente.

—¡¿Qué?! ¿Qué le pasó?

—La atropellaron.

Vale verga todo, no putas pinches mamen, todo menos eso, puedo recibir cualquier noticia pero no como esto, a no ser que esté jugando una broma, hijo de puta.

—Estás bromeando ¿cierto?

—Oye, con esto no se juega, hablo en serio.

—Em, ¿y en dónde la van a atender?— Pregunté preocupado.

—En el hospital Hidalgo.

—Llego allá en unos minutos, gracias por avisarme.

—No hay de qué y disculpa que llamase así de la nada y pensaras que era una broma, la verdad me alteré al verlo todo, al menos su celular no tuvo daños y pude llamarte para que supieras.