9. ¿Cómo recupero a mi mejor amiga?

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Strappy.

Hace un par de semanas que ____ y yo no nos hemos vuelto a dirigir la palabra desde la fiesta de Dominic y mi pequeño "drama" en twitter, siéndoles sincero me arrepiento tanto de todo lo que hice, la perdí para siempre porque lo dejó tan en claro y en el departamento sólo me ve más sin embargo no me habla, ni para un favor, ni siquiera me pregunta si voy a cenar. Nada.

Juro que la necesito mucho.

Una mejor amiga como ella es tan difícil de encontrar en este planeta tierra ya que de las anteriores que tuve, todas pero todas me fallaron por completo que me terminé decepcionando. Cuando Yayo me comentó de su hermana, me emocioné, por un principio conocería a una nueva chica a quien llamar "amiga" ya que sabía que no me fallaría.

Entonces un día la llevó al departamento, para cuando ella quisiese irlo a visitar o a pedirle ayuda cuando tuviese algún pedo con alguien, por cualquier motivo, ella se refugiase ahí. Mientras le mostraba el departamento, yo llegué de repente con comida puesto que hacía hambre y eso de andar ordenando, cansa, bueno, la mayor parte la hizo Yayo, yo me la pasé flojeando, no mucho, sólo un poco.

Y para cuando entró a la cocina junto a ella, la primera cara que puse fue de pendejo al verla, era tan... hermosa.

Recuerdo que ella llevaba un short negro junto a una blusa morada ¿holgada?, como se le llame, converse negras, no iba tan maquillada, su pelo estaba agarrado en una cebolla y llevaba puestos unos aretes largos plateados, se miraba muy guapa.

—Tengo cubetas grandes y medianas, ¿cuál gustas que te traiga para la baba?— Me preguntó Yayo entre risas.

Ella se rió.

Su risa era una muy bonita melodía contagiosa.

—Perdón pero... ¿quién es esa belleza que está a tu lado?— Sonreí.

—Mi hermana.

Me quedé de piedra y mis mejillas las sentí arder luego de haber escuchado que esa lindura era su hermana. Dios mío, cuando se vaya, la que se me va a armar.

—____, ese es su nombre.— Me dijo.

—Un gusto, yo soy Alejandro pero todos me dicen Alex.— Me presento.

—O te llaman Strecci.— Comenta. Su voz era hermosa, bella y dulce—. Sé quién eres.

—¿E-Enserio?

—Le he hablado de ti, Strecci. —Comenta Yayo.

—Así es.— Sonrió.

—Pues es un gusto para mí conocerte.

—Igualmente, Alex.

—Ella vendrá de vez en cuando a visitarme, así que cuidadito si yo no llego a estar y tú sí, y ella está aquí.— Advirtió.

Asentí.

Aquel día nos empezamos a hablar más hasta hacernos amigos y lo crean o no, empecé a sentir algo por ella con el paso del tiempo; me gustaba tanto que incluso yo a ella también, Yayo se enteró, que me amenazaba con que si le hacía daño no iba a tener perdón de Dios, y me partiría mi mandarina en buenos gajos que sólo accedí entre risas.

Entre ____ y yo al principio era algo como amigos con derechos hasta que llegó el día en que sentí la necesidad de que fuese mi novia, mía, y se lo pedí, ella accedió gustosa. Nuestro noviazgo fue muy bonito, estupendo y es de los que en mi mente no voy a eliminar jamás.

Duramos un año y un par de semanas, fue formal y la neta valió la pinche pena, ella es una magnífica novia en todo el sentido de la palabra, es en serio, es tan dulce, tan tierna, tan comprensible, tan... desmadrosa, es una increíble mujer, obviamente tiene su carácter al igual que yo pero créanme que tan sólo es de tratarla y la van a terminar amando, eso se los aseguro. Ella merece de mucho respeto, cariño y amor.

Enséñame a quererte. {EDITANDO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora