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Comenta si quieres triunfar en la vida 😆

Habían pasado cerca de 4 meses, en los cuales Agust no dejó de espiar a su rival. Curiosamente, los negocios de Kitty eran casi imperceptibles, realmente, era muy cuidadoso con quién se reunía, dónde y cuándo. Sin embargo, se pudo dar cuenta de que los acuerdos del pelirrosa iban más allá de lo profesional, así descubrió por qué tenía el trono en el submundo. Kitty se impregnaba en sus clientes como una garrapata. Creaba vínculos gracias a su tierna y sexy personalidad. Lucía como un ángel para ellos, aunque si osaban a traicionarlo, recibían el peor castigo imaginable.

Agust cumplió con su promesa de no robarle más clientes, pero inició a realizarlo con las mafias inferiores a sí. Por lo tanto, su imperio era casi tan grande como el de Kitty; no obstante, algunos de sus mejores compradores negociaban también con el pelirrosa, así que era cuestión de tiempo para que lo dejasen.

—Necesito tenerlo, tengo que acabar con el reino Kitty de una vez por todas —dijo con furia, mientras se arreglaba para el cóctel de esta noche. Para su suerte, su pequeño enemigo estaría presente.

Decidió usar su nuevo traje Gucci y un rolex para presumir un poco su fortuna. Luego, aplicó algo de perfume en su cuello. Además, previamente, había ido a la peluquería para que enrularan un poco su cabello rubio. La verdad es que lucía muy bien, parecía uno de esos muñecos que las niñas tanto aman comprar. Sabía que su apariencia era perfecta, así que no dudó en salir de su nuevo departamento con una gran sonrisa hacia su mercedes.

Luego de un viaje no tan largo, llegó a las instalaciones del Hotel Jeon. Cuando bajó de su vehículo, entregó sus llaves a los encargados y fue llevado a la sala de recepciones donde se haría el evento. A continuación, entró y se le sirvió el whisky sour de cortesía. Sin embargo, su atención voló del trago y se posó sobre un pelirrosa de sensuales curvas, quien usaba un vestido negro de lentejuelas, junto con unos tacones altos de color rosado. Paseó su vista sobre ese cuerpo que tanto lo enloquecía, no podía esperar volver a hacerlo suyo esa noche.

—Un gusto volver a encontrarme con una flor tan hermosa como tú —le dijo al oído ni bien llegó a su lado, junto a la barra.

Kitty rio con sutileza y volteó para ver a su querido rival.

—Quién diría que llegarías a estas grandes escalas. Nunca esperé verte como mi mejor competencia, especialmente desde que aceptaste no robar más clientes míos.

Agust se sentó a su lado en la barra y al fin le dio un sorbo a su bebida. Luego, miró el rostro del dueño de tal vil lengua, quien solo buscaba hacerlo sentir inferior, y eso lo sabía; lo notaba por la forma en la que recalcaba ciertas palabras y por su mirada despectiva. Sin embargo, no sé dejaría ver derrotado o débil.

—Ay, cariño —le contestó antes de sujetar su barbilla sin cuidado—. ¿Crees que necesito robar para superarte? Ni en tus sueños.

—Yo no estaría tan seguro. —Sonrió.  —Tengo a varios clientes tuyos a punto de dejarte. Puedo acabar con tu imperio con un chasquido de dedos. —Se acercó peligrosamente a sus labios y mordió suavemente el inferior antes de hablar: —Retírese del mercado, señor D. Es por su propio bien.

Sin embargo, en ese instante, la presencia de alguien nuevo destruyó la pequeña burbuja que rodeaba a Kitty y a Agust.

—Un gusto —dijo aquel hombre de voz melodiosa—. Mi nombre es Jeon Seagull.



"Mini skirts & diamonds"  •DKi // Yoonmin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora