Kitty sintió como su estómago se revolvió al ver el gráfico que se encontraba en la hoja. Leyó los datos y las explicaciones detalladas. No decía nada sobre estrategias o planes para superar su cantidad de ganancias mensuales, pero sí había un estimado sobre el ascenso innegable de ellas. Obviamente, si Kitty no mejoraba su mercado, sería superado por mucho, pero, como se encontraba en una constante de subida, la superioridad de Agust sería mínima. ¡Dios! Tendría que hallar la forma de acelerar aún más su crecimiento económico.—¿Cómo logró esto? —preguntó con una voz muy animada y una sonrisa socarrona en el rostro, no dejaría que lo viera preocupado.
—Se llama "trabajo duro". —Rio. —Simplemente, armé un plan innovador y lo logré.
Kitty seguía sorprendido, ¿cómo consiguió eso sin que él lo noticeara? Cierto... Sus espías habían dejado de enviarle datos desde hace 3 semanas. Algo no cuadraba.
—Ah... Y me encargué de tus espías... No me convenía permitir que siguieran ahí, así que me encargué de ellos. —Volvió a reír.
El pelirrosa quiso agregar alguna frase, pero el mesero llegó para tomar la orden.
—Un vino tinto, el mejor que tengan, una carbonara y una ensalada italiana —contestó Agust. Supo exactamente qué quería Kitty, lo cual no pasó inadvertido e infló su pecho, pues su pretendiente sí estaba muy interesado.
Así que aprovechó cuando el mesero se fue para mover su pie un poco más arriba y acomodar ligeramente su cabello para lucir más atractivo. Luego lamió levemente sus labios y dibujó una sonrisa que mostraba superioridad, deseo y despreocupación.
—Ay, señor D. ¿Cree que me importa? Usted no tiene idea del trabajazo que tendrá que hacer para superarme. Piensa que por acabar con mis espías tiene el juego ganado, pues no. —Le guiñó el ojo. —Mi imperio es invencible, así que intente lo que quiera, nunca ganará.
—Me encanta cuando tu boca tóxica trata de defenderse. —También le guiñó el ojo. —Sin embargo, ya sabes que no se te hará tan fácil permanecer en la cima.
—Eso lo veremos.
Entonces, el mozo volvió con la botella de vino y la sirvió en dos copas muy finas. El bello color borgoña que caía era muestra de que pronto se derramaría sangre.
Luego de que cenaran, Agust lo invitó a drogarse en su departamento, a lo cual Kitty no pudo negarse. A pesar de que no se considerara adicto, realmente disfrutaba hacerlo de vez en cuando. Además, algo le dijo en su interior que no debía negarse.
—Entonces,... lindo departamento —dijo, mientras se sentaba en el sofá.
Luego, el rubio llegó con dos sobresitos.
—Sí, sé que es lindo, aunque solo estaré aquí unas semanas más antes de ir a otro.
—Yo también me mudo constantemente —agregó antes de tomar un sobresito con ánimo y sonrisas. Inmedianamente, lo absorbió.
—¿Qué clase de droga es? —preguntó Kitty con la poca cordura que le quedaba.
—Una nueva —respondió antes de explotar en carcajadas.
—¿Qué...? —Fue lo último que pudo decir antes de ver todo en blanco y negro.
—Es un alusinógeno... No te preocupes, es divertido. —Luego él también lo probó y ambos se sumieron en un estado de alegría tremenda.
Sus estómagos empezaron a arder; sin embargo, las nuevas formas y colores que veían los distraía de aquello. Luego bailaron como si tuvieran descargas eléctricas, pero sin sentir aquello. Se besaron y tocaron sin pudor, mas no llegaron a más. Todo lo que hacían parecía que ocurría simultáneamente. No obstante, pasó más lento de lo que pensaron.
Quería escribir la parte hot en este capítulo, pero irá mejor en el próximo.
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"Mini skirts & diamonds" •DKi // Yoonmin•
Lãng mạnKitty Gang es el dueño de la mafia más poderosa de Corea del Sur y Agust D, su nueva competencia. Sin embargo, Agust planea derrocar al sexy pelirrosa, aunque el sexo y la droga los unirá de una forma totalmente distinta de la que esperaban. El dese...