Asgard
La nieve y el hielo ártico en los últimos años habían estado peor que nunca en Asgard, los aldeanos pedían ayuda para desalojar sus viviendas e ir al palacio Valhalla, las heladas eran cada vez más intensas y los vientos aun peor, Lira que había ido a su pequeña choza para buscar a su padre, no lo encontró, había aparecido un nuevo peligro, todos los dioses guerreros conocidos habían desaparecido, mientras los aldeanos que quedaban eran custodiados y atendidos en el palacio por Lyfia, los asgardianos fueron atacados en plena noche cuando nadie sospechaba nada, el viento azoto cada casa del poblado y la nieve y el hielo empezaban a volverse más latentes en el lugar, Hel una joven de clase noble de Asgard llego al pueblo montando un oso polar acompañada de unos seres enormes de hielo, la chica tenía una armadura con un brillo especial, asemejando el hielo y con su sola presencia empezó a morir la poca vegetación que quedaba, las flechas que ella disparo dejaron a algunos aldeanos petrificados en hielo, pocos pudieron salvarse y huir al palacio.
Los caballeros dorados una vez más fueron revividos por un poder desconocido, uno de los primeros en despertar fue Mu de Aries, al sentir el aire congelado de Asgard tembló un poco en el suelo, aun no podía despertarse del todo, espero unos segundos hasta que sus ojos tuvieran la suficiente energía para abrirse.
Sus ojos se abrieron en cuanto un pequeño copo de nieve toco su mejilla, el copo desapareció en su mejilla mientras él veía el hermoso cielo nevado, aunque no sabía dónde estaba, ese cielo le parecía conocido, se levantó poco a poco, su cuerpo le dolía demasiado y sus movimientos eran torpes, quien sea que lo hubiera resucitado esta vez lo había hecho rápidamente sin tener ningún cuidado, unos minutos después de caminar como ciervo recién nacido pudo recuperar su movilidad por completo, el campo abierto donde estaba antes se volvió un camino que se empezaba a dividir en dos, uno parecía ir a alguna civilización y otro parecía ir al bosque, miro los dos caminos tratando de guiarse, al final se decidió por el camino del pueblo pero unas notas melodiosas junto a un cosmos igual de melodioso lo detuvieron, venían del bosque y eran hermosas aunque un poco melancólicas, parecían pedir algo, o mejor dicho a alguien.
Lira tocaba la canción que le había enseñado su padre, su esperanza de que escuchara la canción y así lo pudiera encontrar se hacía más fuerte en cuanto recordaba a su padre, su cosmos gritaba por su padre, estaba en un modo pasivo agresivo no quería que ningún monstruo la encontrara y la capturaran para llevarla con Hela.
- Odín, dame fuerzas para aguantar este frio y encontrar a mi padre y por favor que mi padre... él no puede morir – empezó a llorar pero las primeras lagrimas que salieron se convirtieron en gotas de hielo muy pronto, quito las pequeñas gotas congeladas para seguir con su melodía.
Mu caminaba despacio siendo guiado por la melodía tan hermosa, en un lugar donde las ramas de los arboles formaban cortinas de nieve se detuvo, estaba muy cerca de aquel cosmos, tenía que parar para poder atacar llegado el caso si se tratase de algún enemigo, unos pobres alces también iban al mismo lugar que él, su lomo estaba congelado y parecían ir directo a la trampa de algún depredador, los alces pasaron al otro lado de lo que parecía una cortina de roció y lianas congeladas.
Corrió un poco las ramas viendo a la chica que ya no tocaba su Lira, ella ahora acariciaba a los alces y los ayudaba a quitarse el hielo de encima, Mu aunque no tenía la intención de espiar a nadie se quedó un poco más de lo debido viéndola, le pareció un buen gesto que aunque la chica tuviera frio ayudaba a los animales, y lo más importante y curioso a la vez ¿qué hacía en medio del bosque sola? parecía no tener un cosmos muy grande al cual temer, además que por los ropajes que llevaba parecía ser una chica delicada, una señorita de clase alta perdida en el bosque.
- ¿necesita algo caballero? – la voz del otro lado lo alerto entrando directamente sin más dilación - lo siento señor es que los renos me advirtieron de que había alguien espiándome – los ojos de Mu se abrieron en sorpresa, no quería inquietarla y no quería quedar como un acosador, además que ahora ella lo miraba y sus ojos grises casi plateados brillaban de una manera que lo atraían a hablarle – disculpe si lo asuste, no creí que hubiera alguien aun en el pueblo, dígame ¿necesita ayuda? ¿comida? ¿o tal vez medicina? – Mu sonrió al ver que la cara de la chica cambio a preocupación al no responderle – mire, traje comida en mi bolsa, ¿gusta? – el sonido de su panza bacía lo hiso sonreír y por fin hablar.
- perdona por espiarte, no quería hacerlo, es curioso pero en verdad me haría bien ese trozo de pan – la chica camino hacia él para entregarle el pan pero en solo unos cuantos pasos se detuvo y abrió los ojos viéndolo totalmente horrorizada, Mu no quiso pero aun así volteo a ver detrás de él, un monstruo enorme de hielo sin cosmos alguno lo ataco con un hacha, gracias a su cosmos el hacha no lo atravesó partiéndolo a la mitad, aunque hizo una herida bastante grande, su cosmos se encendió al máximo atacando al monstruo con su extinción estelar, esa técnica lo dejo bastante débil mientras el monstruo quedó esparcido por el campo de nieve, Mu por aquel ataque quedó sin fuerzas y con una visión un poco borrosa – a...ayuda – la voz de Mu también estaba débil, la chica al oírlo corrió hacia él, gracias a que lo detuvo no cayó al suelo y no se lastimó más de lo debido al golpearse con el suelo por su propio peso – hay no, por favor no cierres los ojos – la chica agarro su cara tratando de que no cerrara sus ojos, Mu alcanzo a ver como ella trataba de ayudarlo y en eso se desmayó – hay no, por favor no, ayúdame – volteo a ver a uno de los alces que se había escondido detrás de los arboles por la llegada del monstruo de hielo, el animalito se hinco ante el cuerpo desmayado de Mu y así Lira pudo subirlo a su lomo, otro alce vino detrás del anterior y dejo que Lira lo montara, ambos alces los llevaron al pueblo. En el lugar solo habían estatuas de hielo y casas vacías.
Lira tomo el cuerpo desmayado de Mu y lo metió en una cabaña vacía, con cuidado de no lastimarlo más lo acomodo en la cama, los alces partieron al bosque al ver su misión cumplida, mientras ella cerraba y aseguraba puertas y ventanas, prendió la chimenea para calentar un poco de agua y así poderle lavar la herida, pudo limpiarla y también logro que dejara de sangrar, aunque ese no era sólo el problema, Mu tenia también una alta fiebre que lo hacía temblar y sudar.
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Fanfic Mu de Aries
FanfictionMu de Aries uno de lo caballeros que salvó a Asgard, es normal que algunas mujeres lo amén y es que quien no.