Una llamada de auxilio

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Elsa

Golpeo una vez más el saco de boxeo que tengo frente a mí con más fuerza que antes. Una ira irracional mueve mi cuerpo a pegar con violencia, y los recuerdos del día de ayer me azotan sin compasión. Pensar en aquel policía me hace hervir la sangre, él me golpeó, me humilló y se atrevió a supuestamente remediar su error curando mis heridas, pero qué bajo.

Mientras que estaba en esa celda fría pensaba una y otra vez en cómo devolverle el golpe, en asesinarlo, pero cuando entró y se acercó a mí, sentí algo diferente y una idea muy buena se creó en mi cabeza; escapar. Fingí amabilidad con él, cuando en realidad quería matarlo por mal nacido. Gracias a que "me curó" pude moverme con rapidez, noquearlo y escapar, Eugene me esperaba afuera con la camioneta de Pitch.

Dejé atrás ese maltido lugar y volví a la mansión de Black. Ahora entreno para hacerme más fuerte y si en alguna ocasión lo vuelvo a ver, esta vez sí lo asesino sin compasión.

—Vaya, ¿qué te tiene tan cabreada? —escuché una voz masculina a mi espalda. No era necesario voltear, yo ya sabía quién era.

Pateo el saco por última vez y le contesto:

—Soy débil —apreté mis puños.

—¿Lo dices por lo de tu captura? —quiso saber.

—Por eso y por el hecho de que ese estúpido policía me haya hecho pedazos en nuestro primer encuentro. Lo odio por eso —volteo a verlo —Todo este entrenamiento que me diste no sirvió contra él.

Eugene negó con la cabeza y me abrazó entre sus fuertes brazos. Sentí la calidez de su cuerpo, aquella que siempre me hacía relajar cuando estaba a punto de estallar. Un abrazo siempre funciona para calmar mi impulsivo ser. En este tiempo he tenido una relación estable con ese castaño, me prometió que estaría conmigo, y hasta ahora no me ha fallado.

—Solo contó con suerte, porque de contrario le hubieras dado su merecido —susurró y acarició mi cabello.

—Me humilló.

—Pero puedes remediar eso, si lo deseas yo puedo ayudarte a buscarlo y entre los dos le matamos ¿qué dices? —sugirió. Levanté mi cabeza para verlo sonreír.

Di un paso hacia atrás, rompiendo el contacto. Pasé una mano por mi cabello y lo despeine un poco.

—No voy a perder mi tiempo de esa forma, él se puede ir al infierno —afirmé —Si el destino quiere que nos volvamos a ver, así será, pero yo no voy a ir tras él, sería rebajarme a su nivel. Tengo mejores cosas qué hacer.

—Ya que tocas el tema, mi padre te quiere ver en una hora para asignarte una nueva misión, date un baño y búscalo en donde siempre —besó mi mejilla como despedida.

Luego dio media vuelta y salió por la puerta principal. Solté un suspiro y cerré los ojos, por lo menos ya había recuperado la cordura y estaba más tranquila, gracias a mi ángel de la guardia, Eugene.

Ahora que lo pienso mejor, tengo una nueva misión, tendré que eliminar a otra persona, es posible que Jack esté detrás de mí, porque ese es su trabajo, pero para cuando nos volvamos a ver yo ya estaré preparada para saltarle encima y clavarle un puñal en el pecho.

Sonrío y camino hacia las duchas. ¿Quién será la siguiente víctima?

(...)

—Será fácil, vas a su casa, acaban con la seguridad y le matas —explicó Pitch.

Me encontraba detenida frente a él, ya preparada con todas mis armas y con mi uniforme puesto. Pitch estaba sentado en su sofá de piel de oso cerca de la chimenea, a su lado estaba Eugene con un gesto serio, más de lo normal, eso me pareció extraño en él.

Presa De Mis Sentimientos [Jelsa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora