Nuestro verdadero enemigo

937 113 224
                                    

Jack

Cuando vi su rostro familiar al mío mi cuerpo se congeló sobre la arena. Deseé con toda mi alma que en la tierra se abriera un hueco y me tragara. Esto no podía estar pasándome a mí, esta semana he recibido golpes emocionales severos, pero no tan fuertes como conocer que mi tío es el traidor de la policía.

Yo a él le tenía mucho respeto y admiración. Siempre quise ser como él, pero ahora que me entero de la verdad ni en la otra vida quisiera ser como él, un malnacido que se confabuló con ese narcotraficante para hacerme la vida imposible.

—Jack, yo quise protegerte de todo esto, pero tú estabas tan obsesionado con terminar lo que con tanto esmero comencé. Lamento que tengas que terminar así —habló el traidor.

—No sabes cuánto te estoy odiando en este instante, Norte —escupí, furioso.

—Ay, sobrino y me odiarás más por esto —sonrió y levantó un revólver frente a mí.

La traición ardió en mi interior. Él estaba demente y a pesar de ser parte de mi familia se atrevió a apuntarme a la cabeza. No podía estar más sorprendido con la verdadera cara de Nicolas Norte.

—No puedo creer que seas tú el maldito traidor. No entiendo por qué haces esto, vivías bien, con una familia que te amaba, con una buena posición en la sociedad ¿qué falló en ti? —murmuré.

Mi tío dejó escapar una carcajada que me confundió todavía más.

—¿Sabes? Eso mismo dijo tu padre el día que murió.

—¿Qué dices? —dije frunciendo el ceño.

—Alan fue un imbécil como tú, Jack. Siempre creyendo que con hacer el bien lograría satisfacer sus necesidades, pero no, salvar a los otros desagradecidos no te hace feliz —mencionó sin titubear —Le propuse a tu padre un trabajo que beneficiaria a toda nuestra familia, el muy imbécil no aceptaba porque involucraba su honor. Que hijo de puta tan idiota.

Mis puños se cerraron y se abrieron una y otra vez. Elsa atrapó mi muñeca y trató de relajarme, pero era imposible no querer ir a golpearlo después de que manchó la memoria de mi padre con sus palabras.

—¡No te voy a permitir que hables así de mi papá, no tienes derecho de hacerlo! —grité.

—No estás en posición para evitarlo, están rodeados. Mejor cierra boca y escucha lo que tienes que saber antes que vayas a visitar a Alan.

Mi cuerpo empezó a temblar frente a la espectativa de qué va a suceder con nosotros esta noche. No sé qué trama Norte, pero no es algo bueno.

—¡No quiero escuchar tus mentiras! —me negué —¡Todo lo que sale de tu boca son palabras sin sentido!

—No es así —frunció el ceño —No te miento cuando te digo que mi cuñado fue asesinado por no colaborar en la creación de un emporio de millonarios. Se dejó llevar por lo moral y terminó bajo tierra.

Mi corazón empezó a palpitar con fuerza dentro de mi pecho. Mi respiración se aceleró y sentí que todo se vino abajo cuando todas las piezas encajaron en su lugar. No quise verlo antes, pero Norte siempre sintió envidia por mi padre, añoraba lo que él tenia; una familia, un puesto como jefe y la conciencia limpia. Se dejó llevar por la ambición y destruyó aquello que tanto amaba.

—¡Tú lo mataste! —solté aquello que me había negado a creer —¡Tú lo hiciste!

Ahora entiendo sus maltratos todo el tiempo; sus gritos, regaños y todos sus golpes, lo hizo porque siempre me odió por ser el hijo de su peor enemigo.

Presa De Mis Sentimientos [Jelsa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora