Otra oportunidad para verte

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—Lo siento tanto —mencioné entre lloriqueos.

Mi padre se separó de mí para limpiar mis lágrimas. Él no parecía enojado conmigo sino comprensivo.

Una bala impactando contra la ventana me hizo volver a la realidad, son ellos y están cerca.

—Vámonos, hija, aquí no es seguro, todos están escondidos en la planta de arriba. No van a poder entrar, te lo aseguro —dijo con una sonrisa.

No sabía cómo mi papá podía hablar con tanta seguridad sin pensar en las personas que estaban afuera y que querían matarle junto conmigo. Él se veía tranquilo, es más, trata de transmitirme seguridad con sus palabras.

Me ayudó a levantar y me tomó de la mano para llevarme hacia las escaleras, lo seguí sin emitir palabra, mi lengua se congeló y no pude hablar. Pronto llegamos a la planta de arriba y entramos a una habitación en donde estaban los empleados de servicio y mi familia, mi hermana y mi mamá. Ambas me miraron con sorpresa.

Desvié mi mirada hacia el guardia de seguridad que seguía con vida, él estaba disparando por la ventana, seguro a los hombres de Black.

Volví a mi madre y noté que su cabello estaba cubierto por una tela, esto no me trae buena espina. De pronto la vi correr tras de mí y atraparme entre sus brazos, sentí su calor y me rompí de nuevo a llorar. Por encima de su hombro vi a Anna, pero ella no se atrevió a acercarse a mí, solo me miró con seriedad, la entiendo porque la última vez que la vi la traté muy mal.

Mamá se separó de mí y atrapó mi rostro entre sus manos. Observé su rostro demacrado, y la sonrisa radiante que me mostraba, ella aún me ama a pesar de lo que vio que hice.

—¿Qué tienes? —susurré acariciando sus manos.

—Cáncer —respondió Anna desde su puesto.

Mi mundo se vino abajo al escucharle. Ella tenía cáncer, cáncer. Por mi culpa, yo le causé muchos problemas y por eso ahora puede morir. No me lo voy a perdonar nunca, el amor de mi vida sufre por mi culpa. Volví a llorar.

Mis padres me abrazaron y me hicieron sentir tan mal porque me quieren y yo les he pagado con errores y enfermedad, debieron echarme a patadas, pero su bondad es tan grande que no les permite ser crueles. Me hace falta tener ese amor de ellos, pero Tadashi arruinó todo en mí, hasta los buenos sentimientos.

—Es... Mi culpa —sollocé —Perdón.

—No te preocupes, Elsa. Todo va a estar bien, mi enfermedad es por herencia no por tu culpa, amor —dijo mamá —Me da gusto verte de nuevo.

Me solté de su cálido contacto y di un paso hacia atrás, alejándome de ellos. Cuando trataron de tocarme coloqué mis manos frente a mí y negué con la cabeza.

—Es mejor que no se sigan acercando a mí, soy peligrosa, mala y una asesina.

—No —habló Agnar.

—¡Sí, papá! —exclamé fuera de control —¡Es mi culpa que quieran matarlos, es mas, yo tenía que matarte a ti! —desvelé, sus bocas se abrieron, impresionados —Me metí con la gente equivocada y me han enviado matarte. Perdón.

Me dejé caer de rodillas sobre la alfombra y les rogué una y otra vez que me perdonaran, pero no me dijeron nada, lo supuse, aún no han podido digerir que su hija es una asesina, deberían odiarme.

—Hija, yo... Sí te perdono —mencionó mami —Yo te voy a ayudar a iniciar de nuevo, nos tendrás a tu lado y te queremos a pesar de lo que hayas hecho —se inclinó hacia mí y besó mi mejilla —Vamos a estar bien.

Presa De Mis Sentimientos [Jelsa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora