TRECE

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AVECES EL DEMONIO

SE CONVIERTE EN UN DÓCIL CORDERITO

SOLO PARA DEVORARTE

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Jimin trataba de concentrarse en las malditas clases, pero JungKook no ayudaba mucho que digamos. Llevaba dos protervas horas lanzándole papelitos a la cabeza. Quería ignorarlo, desaparecer sin embargo eso iba a ser imposible ya que el azabache no dejaba de molestarlo a todas horas. La mañana paso lenta y aburrida, ya que el curso de educación cívica no era tan de su agrado y soportar oír al pequeño cacatúa que tenia de profesor empeoraba las cosas.

Cuando llego la hora de receso Jimin tomó sus cosas con demasiada rapidez e intentó salir del aula lo mas veloz que pudo, no obstante, unas delgadas manos no tardaron en posarse sobre sus hombros y detenerlo justo antes de que pudiera salir huyendo. Sabía que llegaría el día en que JungKook le pediría avances, sin embargo, no espero que fuera tan pronto. Cerró los ojos y tomó una bocanada de aire antes de voltear y encarar a quien lo sujetaba de los hombros.

—Jimin, querido amigo ¿No estarás pensando en huir cierto? —La sonrisa de JungKook era apacible —Tenemos que hablar, necesito un reporte.

—Creo... —Pareció pensarlo —Que deberías enamorarte de alguien más.

—¿Disculpa? —JungKook pareció confundido —Creo que no te oí bien.

—Que YoonGi no te quiere, no le interesas, no eres su tipo —Levantó la voz —¿Quieres que sea más preciso?

—¿Me estás diciendo que en todo este tiempo no has tenido ningún progreso? —Frunció el seño y se acercó amenazadoramente al rubio, acorralando contra la pared —No estoy para bromas, Jimin.

—No es ninguna broma. YoonGi no te quiere —Se relamió los labios y sus comisuras se estiraron en una espeluznante sonrisa —A quien quiere es a mí. Solo a mí.

Y la monstruosidad de su interior de apropiaba de todo su ser. Hiriendo y lastimando a todos.

—Él no te quiere JungKook, entiéndelo de una maldita vez —Las pequeñas arruguitas se hicieron parte de su rostro —No le interesas, así que es mejor que te alejes si sabes lo que te conviene.

—¿Te enamoraste? —Una carcajada retumbó en el reciente —Te lo advertí, no valía enamorarse.

—¿Entonces qué? ¿Me vas a acusar? Para lo que me importa —El Jimin frívolo y calculador estaba de vuelta —Puedo hacerte mierda si se me da la gana. No puedes competir conmigo JungKook, eso lo sabes muy bien.

—Puedo revelar tu secreto y eso me bastaría para hundirte —JungKook parecía muy seguro de si —Porque no puedes soportar haber a tu hermano, estas lleno de arrepentimiento y culpa.

—¿Y que te hace pensar que así será? —Siguió sonriendo —Si fui capaz de matar a mi propio hermano y vivir con eso ¿Qué te hace pensar que saldrás impune? Puedo arrancar sus precios ojos con mis propias manos, puedo hacerte pedacitos idiota y arrojarte al escusado, para que de esa forma nadie pueda hallarte.

—¿Me estas amenazando? —JungKook empezó a sentir miedo.

—Tómalo como mejor te convenga, porque te juro que soy capaz de arrancarte la piel —Jimin empujó al azabache lejos de él y salió triunfante.

ROTO - YOONMIN +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora