SU ALMA SE APAGO
CUAL ANTORCHA EN MEDIO DE LA LLUVIA
Y SU CORAZÓN DEJÓ DE LATIR
CUAL MANANTIAL EN LA SEQUIA
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Para YoonGi el amor que sentía por Jimin era cada día más monótono, más sin sabor. Le gustaba el sexo, tocar el cuerpo del mas pequeño, acariciar esa carne tan limpia y suave, no obstante, poseer al ojiazul ya no era su prioridad, a pesar de que aparentaba ante todo el mundo, no podía seguir engañándose, no podía seguir fingiendo.
Actualmente cursaba su ultimo año de preparatoria, aunque le parecía tan irreal que el tiempo pasara tan de prisa, asistir a clases le era mas cansado y aburrido. Su alarma llevaba sonando mas de diez minutos y él realmente no quería levantarse de la cama, lo único que deseaba era quedarse acostado y dormir para olvidar todo lo que su corazón moralista le obligaba a sentir. Unos golpes en la puerta de su habitación le hicieron sobresaltarse y sacarlo de su ensoñación.
—YoonGi levántate, tienes que pasar por Jimin.
—¡¡Carajo!! Lo olvide —Se aventó de la cama y se apresuró a buscar su uniforme.
Tardó mas de media hora en vestirse, ponerse los zapatos y lavarse los dientes, por lo que prefirió enviarle un mensaje a Jimin en donde le avisaba que no podría recogerlo, ya que se había quedado dormido. Bajó las escaleras con pasos cansados, se despidió de sus progenitores y tomó las llaves del auto que le habían regalado cuando cumplió los 17 años.
Condujo con lentitud, incluso tomó el camino más largo para demorarse un poco más en llegar a la preparatoria. Puso música e iba distraído mientras tarareaba una canción desconocida, cuando repentinamente un perro se le cruzó en el camino y giró el timón para esquivarlo y no matar al animal, se salió de la carretera y se impacto contra los arboles que crecía al borde del camino. Su cabeza golpeó contra el timón y sintió un pinchazo en la frente. Aún con la vista borrosa y un poco mareado se llevó la mano a la cabeza y palpó un líquido caliente y espeso, al llevar sus dedos al alcance de sus ojos pudo observar que era sangre.
—Aish, mierda —Mientras salía del auto observó como esta se llenaba de humo.
Al salir lo primero que hizo fue caminar hacia la carretera y secarse la sangre como pudo, pero esta no se detenía y cada vez se sentía un poco más mareado. A lo lejos observó a un auto y sin pensarlo mucho se puso en medio de la carretera mientras estiraba los brazos a los lados para detenerlo. El vehículo hizo rechinar los neumáticos antes de parar a pocos metros frente a YoonGi.
—A... Ayuda —La sangre cubría su vista y casi no distinguía lo que había frente a él.
Nadie se bajó del auto, por lo que con pasos tambaleantes se acercó a la ventana del conductor y con la respiración agitada se dejó caer al lado del auto. Había perdido el conocimiento sin siquiera verle la cara al chofer que no se atrevía a brindarle su ayuda. El conductor pareció pensarlo antes de bajar su ventana y observar la espalda de aquel desconocido, se planteó seriamente en dejarlo ahí, pero al observar la cantidad de sangre haciendo charco al lado de la cabeza de YoonGi decidió bajar para levantarlo al auto y llevarlo a emergencias.
Al abrirse la puerta del auto se asomó un hombre de unos 30 años, corpulento, vestido de un traje color negro y unos zapatos perfectamente lustrados. Se acercó con demasiado cuidado, se puso de cuclillas y apoyó sus dedos al cuello de YoonGi para ver si aún seguía con vida. Al notar su pulso se apresuró a voltear al pelinegro para que no se ahogara con su propia sangre.
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ROTO - YOONMIN +18
FanfictionPorque fuiste mi mas horrible fragmento y me convertiste en el monstruo que soy ahora. YoonGi desea huir de su tormentoso pasado, olvidar y demostrar que puede retar a la misma muerte y Jimin solo intenta escapar de su infierno, de la culpabilidad...