—¿Qué?—Pregunté sorprendida—. ¿Cómo que se irán?
Estábamos en medio de un almuerzo que hace tiempo no tengo con mis padres, cuando de repente una noticia de la que nunca quise escuchar llegó a mis oídos: harán otro viaje de negocios. Y por consecuencia, no estarán para mi cumpleaños. Sé que la mayoría del día ellos no están en casa, y yo mucho menos, ya que no me gusta estar sola.
Pero... no soporto la idea de que no estarán para mi cumpleaños número dieciocho.
—Es algo que sucedió a último momento, hija.—Respondió mamá, con una expresión en el rostro que me indicaba cuánto le dolía esto.
—Es un contrato muy importante para la empresa.—Continuó mi padre—. Es por eso que nosotros somos lo que tenemos que ir y ocuparnos de todo el papeleo.
—Pero... no estarán para mi cumpleaños.—Respondí en voz baja.
La mano de mi madre sostuvo la mía.
—Lo sabemos. Y eso nos pone muy triste, linda.—Dijo mamá, sonaba aún más dolida que antes.
Los miré un poco deprimida. Tal vez no seamos la mejor familia del mundo, y que tampoco pasamos demasiado tiempo juntos; pero sé perfectamente que ellos son muy buenos padres. Siempre tratan de que nunca me falte nada, de que tenga todo lo que necesite y también tratan de que el poco tiempo que les quede libre, lo pasemos todos juntos.
Y, mientras los miraba, supe que ellos esperaban mi aprobación; siempre lo hacían, vayan dónde vayan. Era su hija, y mi opinión le importaba mucho más que cualquier otra cosa.
—Está bien.—Solté un largo suspiro y al instante mostré una leve sonrisa. Debo apoyarlos en esto—. ¿Cuándo se irán?
La expresión de la mujer que me dio la vida se suavizó.
—Aún no lo sabemos, pero tal vez unos días de estos.—Respondió ella.
—Ya veo...—Dije, asintiendo con lentitud—. ¿Por cuánto tiempo?
Cuando mi padre dirigió su mirada hasta mamá, preocupado, supe que no iban a ser sólo unas semanas.
—La verdad es que...—Papá respiró hondo—, creemos que nos tomara unos meses.—Respondió. Hizo una leve pausa, para ver mi reacción y luego continuó—: La empresa con la cual nos asociaremos es un poco difícil de convencer. Pero si llegamos a firmar un contrato con ellos, sería un gran beneficio para nuestra empresa.
Me sorprendí al escucharlo. ¿Meses?
—Y-Ya veo.—Bajé mi mirada, un poco aturdida.
La idea de estar completamente sola en esta enorme casa me aterroriza. Desde que mis padres comenzaron con su empresa hace más o menos siete años, siempre me encontré sola. Los primeros meses que comenzaron con su empresa; estaban realmente ocupados. Algunas veces, cuando llegaban tarde a casa, yo siempre me encontraba dormida. Poco a poco su empresa fue creciendo, ganando mucho dinero. Meses después de que ésta fuera un éxito, nos mudamos de casa. La verdad que la primera vez que la vi; me gustó mucho.
Pero nunca pensé que poco tiempo después llegaría a odiarla; no soporto la soledad. Sé que estoy un poco acostumbrada a ella, pero aún así no me gusta sentirme sola.
Casi nunca estoy en casa, pero al menos sé que cuando vuelvo, ellos en algún momento volverán también. Pero entonces..., ¿qué sucederá ahora? Cuando vuelva a casa estaré completamente sola.
Como sucedió hace siete años atrás.
—Está bien.—Respondí tratando de ocultar todo lo que sentía. Tratando de olvidar los recuerdos y hacer que mis padres se sientan cómodos dejándome aquí.
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viviendo bajo el mismo techo
RomantikMi nombre es Hermione Granger, tengo 17 años y soy hija única. Este año, será mi último en la preparatoria, extrañaré a mis amigas y por supuesto a mis queridos ''amigos'', ya sabrán a lo que me refiero. Todavía no logro olvidar a ese chico, con el...