¿Dónde estás Pequitas?

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Draco

-¿Qué?- Murmuré tras mi asombro.

-Lo que escuchaste.- Respondió Pansy-. Si no te alejas de ella, no firmare el divorcio.

La miré a sus ojos y claramente estaba hablando enserio.

¿Yo... alejarme de Hermione ?

La idea paso fugazmente por mi cabeza, pero la alejé rápidamente al sentir un horrible dolor al imaginarme completamente alejado de ella. Es algo imposible, no puedo hacerlo.

-Si me prometes que no la veras...

-No lo haré.- Respondí sin ningún rodeo-. No pienso prometerlo, jamás.

Su rostro palidecio.

-¿Q..Qué?

Miré fijamente sus ojos.

-No pienso alejarme de ella Pansy.

Abrió sus ojos, sorprendida.

-¿Lo dices enserio?- Preguntó un poco enojada-. Si no lo haces, ¡no firmare el divorcio!

Suspiré.

-Debí suponer todo esto...- Murmuré.

Me puse de pie rápidamente. Comencé a guardar los papeles que había sacado mientras ella me miraba un poco sorprendida. Cuando finalmente terminé de guardar todo, me dirigí a la puerta.

-¿A..Acaso no quieres el divorcio?- Murmuró un poco desesperada-. ¡Entonces aléjate de ella!

Me detuve.

-No puedo hacerlo.

Seguí con mi camino hacia la puerta ignorando los llamados inútiles de Pansy por tratar de detenerme. Llegué hasta la puerta y sin despedirme salí hasta el pasillo de ese gran y lujoso edificio. El suelo estaba tapizado de un color rojo oscuro y las paredes pintadas de un leve color natural. Sin dejar de lado a los pequeños muebles con unos cuantos floreros bien decorados encima de ellos.

Mi cabeza estaba un poco confusa por lo que acababa de suceder. Después de tanto tiempo volví a encontrarme con Pansy, y a decir verdad, nada cambió. Pensé que luego de hoy finalmente todo en relación a ella habría acabado, pero claramente me equivoque. Ahora por alguna razón, sentía que acabar con todo, sería sumamente difícil.

Llegué hasta el ascensor y pulse el botón para bajar e irme cuanto antes. Mientras esperaba sentí claramente la presencia de alguien.

Giré para encontrarme con Pansy. Me había seguido y estaba un poco agitada. La preocupación mezclado con un sentimiento oscuro que no logré descifrar demostraba sus ojos.

Las puertas de ascensor se abrieron.

-¿Tan...Importante es ella?

No respondí. Di unos pasos hacia adelante y entré en aquel ascensor. Pansy camino hasta quedar en frente mío, del otro lado de las puertas.

-Lo es.

Sin darle tiempo a responder, las puertas se cerraron.

* * *

Conduje por la carretera hasta la oficina. Había dejado todo en manos de Luna por venir al encuentro con Pansy, que resultó ser un completo fracaso.

Tardé unos cuantos minutos en llegar a la oficina. Apenas llegué, le pedí a Luna el informe y estadísticas del último proyecto que estábamos iniciando. Me los dio e inmediatamente me fui a mi oficina, necesitaba concentrarme en algo.

Estuve tan concentrado en el trabajo que me olvide completamente del tiempo. Mire a través de las persianas de mi oficina, y vi claramente como el atardecer comenzaba a pintar de un color anaranjado el cielo. Corrí un poco la manga de mi saco y vi en mi reloj que eran un poco más de las siete de la tarde. ¿Qué tanto estuve haciendo?

Me levante de mi asiento y comencé a acomodar todo sobre mi escritorio.

Antes de salir de la oficina saludé a todos y me dirigí al estacionamiento para subir a mi auto e irme a casa.

Tardé más de media hora en llegar a casa. Ya que había un poco de tráfico, me demoré un poco mientras esperaba a que los autos frente a mi avanzaran. Cuando vi el reloj en mi muñeca, ya eran las ocho de la noche.

Bajé de mi auto dentro del garaje de casa y me extrañe al ver que todas las luces estaban apagadas. Entré a casa y confirme lo que era obvio. Hermione  no estaba y todo seguía igual que en la mañana cuando me fui. Subí las escaleras para buscarla en su habitación, pero tampoco estaba. Encendí las luces de la casa y comencé a extrañarme de que ella no estuviera, ya que siempre que llego, ella se encuentra en el living viendo la televisión o en su habitación. Pero ahora no estaba.

Esperé unos minutos para ver si volvía, pero aun no volvió. Saqué mi teléfono y sin dudarlo mucho marqué su número.

-Contesta...- Murmuré.

El tono me indicaba que el teléfono estaba prendido, pero que ella era la que no quería atenderme. ¿Qué es lo que sucede? Marqué nuevamente su número unas dos veces más, pero aún así no me contestó.

¿Por qué no me contesta? Su teléfono está prendido, pero al parecer cancela mis llamadas. O no las escucha. ¿No será que... le sucedió algo? No, no puede ser eso. Seguramente debe estar con Astoria, si es debe ser.

Cuando menos me di cuenta, estaba llamando a Astoria.

-¿Hola?- Pregunto Astoria desde el otro lado, un poco extrañada.

-Hola Astoria, soy Draco.- Respondí un poco apresurado, inmediatamente trate de tranquilizarme.

-¡Draco! Si... ¿Qué sucede?

-Dime que Hermione  está contigo...- Pregunté mientras miraba por la ventana esperando a que ella apareciera en cualquier momento.

-¿Hermione ? No, ella no está conmigo.

-¿No?- Respondí extrañado.

-No...- Guardó silencio-. ¿Sucedió algo?

Suspiré.

-No... bueno, sí. Llegué a casa y me extrañe al ver que ella no estaba, por eso pensé que estaba contigo. Además la llame y... no me contesta.

-¡¿Aún no llego?!- Preguntó realmente exaltada.

Me preocupé.

-¿Por qué lo dices?

-Ella apenas terminamos la preparatoria nos dijo que iba a casa. Le ofrecimos llevarla en el auto de Seamus ya que el suyo está en el taller. Pero ella nos dijo que iría en autobús...- Hizo una leve pausa-. Intentaré llamarla.

Suspiré.

-Esta bien, avísame.- Murmuré.

-Lo haré. Adiós.

-Adiós.

Guardé el teléfono en el bolsillo de mi pantalón. Miré nuevamente por la ventana para solo ver el despoblado jardín. Me preocupe aún más al ver lo oscuro que estaba esta noche, había luna nueva.

Caminé hacia las escaleras y me senté en un escalón mientras esperaba que entre por la puerta.

-¿Dónde estás Pequitas?- Murmuré.

viviendo bajo el mismo techoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora