Él... tiene esposa

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-Entonces... ¿Qué tal está el café?- Preguntó Blaise con una taza de café en sus manos.

Mostré una leve sonrisa a la misma vez que asentía respondiendo que no estaba mal. La verdad que esta situación es un poco incomoda. Todavía no sé por qué razón subí a su auto... ¿Soy idiota?

Estamos en un pequeño bar a unas cuantas cuadras de la parada de autobús. Apenas llegamos, Blaise pidió una mesa para dos y ambos pedimos un café, que debo admitir, no está nada mal.

-Entonces...- Tomó un sorbo de su café-. ¿Vas a esa preparatoria?

Asentí mientras también tomaba un pequeño sorbo de café. La forma en la que me mira, me deja sin palabras. Y no de una buena forma.

-Tienes... ¿18?- Nuevamente preguntó.

-Si...- Murmuré con el ceño levemente fruncido. ¿Por que quiere saber mi edad?

-Ya veo.- Sonrió.

Comenzó a hacerme unas cuantas preguntas más, algo que me hacía sentir un poco más incomoda... asustada.

De verdad no debí venir.

-Oye... creo que debo irme.- Murmuré un poco nerviosa. Me puse de pie-. De verdad agradezco todo esto... pero me siento un poco incomoda. No te conozco y... es algo extraño todo esto. Lo siento.- Hablé rápidamente.

Blaise no respondió absolutamente nada, algo que me sorprendió un poco. Busque en mis bolsillos un poco de dinero para pagar lo que costaba mi café. Cuando lo encontré, lo deje en la mesa y giré para irme.

Pero ahí fue cuando Blaise habló.

-¿Tanto quieres volver a casa para estar con Draco?

Me detuve rápidamente. Giré hacia donde estaba sentado y parecía completamente diferente de hace unos momentos, me asuste.

Sus ojos ocultaban algo oscuro. Y por el tono de su voz... me asustó aún más.

-Tú... ¿Conoces a Draco?- Pregunté extrañada, sorprendida y con un leve hilo de voz.

Me miró durante unos segundos con una sonrisa en su rostro. Por alguna razón, su sonrisa no me gustaba para nada. Tiene... algo malo.

Rápidamente su rostro cambió.

-¡Claro! Él es un buen amigo mío.- Respondió alegremente.

Su cambio de personalidad me sorprendió. Ya no parecía la persona espelúznate que me observaba hace unos cuantos segundos, ahora el parecía una persona completamente diferente, sin nada de que temer.

-Fui compañero de la universidad de Draco, y somos muy buenos amigos.- Continuó-. Por eso cuando supe que tú eras la chica de la que tanto hablaba...- Se encogió de hombros-. Quise saber un poco más de ti... Lo siento si te asuste.- Mostró una leve sonrisa, parecía apenado.

''La chica de la que tanto hablaba...''

Se repetía una y otra vez en mi cabeza. Un sentimiento cálido surgió en mi interior al saber que al menos... alguna vez está pensando en mí.

-¿Te habla... de mí?- Pregunté tratando de sonar indiferente mientras me volvía al asiento.

Sonrió.

-Si, me habla mucho. Aunque... no nos hemos podido ver mucho últimamente, seguimos comunicados.

-¿Últimamente...?- Pregunté extrañada.

Asintió.

-No nos hemos visto hace unos meses, por un inconveniente mío, pero lo mismo nos seguimos comunicando.- Sonrió.

viviendo bajo el mismo techoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora