Suspiré mientras me sentaba en el sillón del living. Mi corazón seguía moviéndose como loco por lo que acababa de suceder. Al menos mi cara estaba volviendo a su color natural poco a poco, pero mi corazón no lo lograba.
Draco y yo... nos besamos.
De solo recordar hace que mis mejillas nuevamente comiencen a tornarse de un leve color rosa. La sensación de sus labios sobre los míos, la recuerdo perfectamente. Es algo sumamente cálido, suave, reconfortante... especial.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de los pasos acercándose hacia mí. Inmediatamente me di cuenta que era Draco cuando me extendió un pequeño vaso de agua fría mientras se sentaba a mi lado.
-G..Gracias.- Respondí mientras tomaba el vaso de su mano.
-De nada...- Murmuró.
De un solo trago tomé toda el agua que había en aquel vaso. Realmente, necesitaba refrescarme un poco para calmar el nerviosismo que sentía al tenerlo tan cerca de mí, y sobre todo luego de habernos besado más de dos veces...
-¿Sucede algo?- Preguntó mientras una leve sonrisa divertida aparecía en su rostro.
-Yo... um, no...- Respondí un poco avergonzada.
Pero la verdad, era que desde hace un momento una pregunta estaba rondando por mi cabeza inquietándome un poco. ¿Qué sucedió entre Draco y... su exesposa? Por alguna razón, muchas preguntas llegaron a mi cabeza. Quería saber... sobre el pasado de Draco.
-Pequitas, ¿Qué sucede?- Preguntó. Su expresión seguía divertida, pero también parecía algo serio.
-Um...
-Dime.
Respiré profundo.
-Me... gustaría saber.- Guardé silencio-. Sobre tu ex...- Murmuré.
De nuevo. Otra vez esa expresión que causaba dolor en mi pecho cubrió su rostro. Bajó su mirada y soltó un gran suspiro mientras amablemente tomaba el vaso de mis manos.
-Si no quieres.... no...
Me miró a los ojos.
-Estoy bien, no te preocupes.
-Pero...
-Se llama Pansy.- Me interrumpió.
-Oh.
Me congele. ¿Ese es su nombre? Es extraño. Sin siquiera conocerla, siento que... no me cae bien. ¿Por qué? Creo que, por ser la responsable de la dolorosa expresión de Draco en este momento.
-La conocí gracias a... mis padres. Nuestros padres eran amigos, por lo que cuando yo ingrese a la universidad, ellos nos presentaron en una cena entre amigos...- Hizo una leve pausa-. Luego de eso... simplemente nos volvimos novios.- Murmuró-. Tiempo después, nos casamos y fuimos a vivir a Inglaterra.
Mi pecho dolía. Imaginar toda su historia junto a otra persona era... doloroso. Pero aun así, no lo detuve. Quería saber sobre su pasado, aunque eso significara que doliera.
Sin darme cuenta, aquella pregunta salió de mis labios.
-¿La amabas?- Pregunté en un murmuro, con mi voz un poco temblorosa.
Se sorprendió, como también yo me sorprendí. ¿Por qué razón pregunté eso? Sus ojos por unos momentos estaban perdidos en los recuerdos y me arrepentí de haber preguntado.
¿Qué responderá? ¿Me dolerá escucharla?
Luego de unos segundos, miró mis ojos. Por alguna razón, me transmitieron su respuesta.
-Eso creo...- Guardó silencio-. Pero al parecer, ella no sentía lo mismo...- Murmuró.
Mi pecho dolió. ¿Qué rayos le hizo Pansy a Draco? Ahora entendía por qué razón ella me caía mal sin siquiera conocerla.
Mis ojos comenzaron a cristalizarse, bajé mi mirada rápidamente cuando noté que Draco me miró. ¿Por qué le pregunte sobre ella?
-Lo siento... no debí haber preguntado...- Murmuré arrepentida.
-Oye...- Puso una mano amablemente en mi cabeza sobre mi cabello e hizo que levantara mi rostro. Una leve sonrisa apareció en su rostro cuando vio mis ojos.- Estoy bien, puedes preguntarme lo que quieras...- Ladeo un poco su rostro-. ¿Si?
Lentamente asentí.
Sonrió y tomo aquel vaso con sus dos manos.
-Entonces... ¿Siguiente pregunta?
Mi cabeza comenzó a formular muchas preguntas intentando cambiar de tema rápidamente. No quería que Draco recordara algo que le doliera, de ninguna manera.
Entonces una pregunta llego repentinamente. Ya se la hice, pero él aun no me respondió... ¿O sí?
-Dime algo...
-¿Si?
Busqué sus ojos.
-¿Por qué me besaste la noche de mi cumpleaños?
Se sorprendió e inmediatamente lo note un poco... ¿Nervioso? Si, nervioso. Nunca lo había visto de esta forma, tan... lindo.
-¿De verdad quieres saberlo?- Se notaba algo inseguro. Sonreí.
-Si.- Asentí entusiasmada.
-Yo...- Giró su mirada hacia otro lado-. Estaba molesto.
-¿Molesto?- Fruncí levemente mi ceño.
-Tú habías dejado que ese chico te besara...- Murmuró.
Me sorprendí.
-Por lo que... actué sin pensarlo.- Continuó.
-¿Solo por eso?- Pregunté tratando de no soltar una pequeña risa.
Draco me había besado por estar celoso de Harry . Sé que esa noche no debí dejar que Harry me besara, pero al menos gracias a eso Draco fue capaz de darse cuenta de sus sentimientos.
Miré hacia mi costado, y pude ver como Draco me miraba con una sonrisa divertida. Al parecer, tratar de contener mi sonrisa boba al descubrir que Draco estuvo celoso, fue inútil y él se dio cuenta.
-Sabes...- Murmuró mientras dejó aquel vaso sobre la pequeña mesita que había delante del sillón-. Aún sigo molesto por eso...
-¿Qué?
Buscó mis ojos.
-Así es...
Se movió sobre el sillón y sin darme cuenta, con un solo movimiento, me encontraba debajo de Draco sobre el sillón. Una de mis piernas colgaba por el borde, mientras que la otra se encontraba flexionada sobre el sillón. Draco estaba parado sobre sus rodillas entre mis piernas y ambas manos se encontraban al lado de mi rostro, por arriba de mis hombros apoyadas en el sillón. Sosteniendo su cuerpo a una distancia sobre mí. Mi corazón comenzó a moverse descontroladamente sobre mi pecho.
Draco acerco su rostro aún más.
-Muy molesto.
Hizo un movimiento, y sus labios estaban sobre los míos. Le correspondí al instante y sentí como nuevamente algo dentro de los dos se descontrolara. Un poco indecisa, levante mis manos hacia su rostro y lo tomé amablemente. Atrayéndolo hacia mí.
Es una sensación magnifica. Era como si nuestros labios estuvieran completamente sincronizados, se movían perfectamente bien juntos.
Luego de un momento, se separó de mis labios mirándome fijamente, con sus labios húmedos y su respiración acelerada.
-¿Sigues enojado?- Murmuré, mi voz estaba un poco agitada. Y mi cara seguramente roja.
Luego de unos segundos de ver mis ojos, y también mis labios, respondió.
-Si.
Nuevamente volvió a besarme.
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viviendo bajo el mismo techo
RomanceMi nombre es Hermione Granger, tengo 17 años y soy hija única. Este año, será mi último en la preparatoria, extrañaré a mis amigas y por supuesto a mis queridos ''amigos'', ya sabrán a lo que me refiero. Todavía no logro olvidar a ese chico, con el...