En tus brazos

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Mi corazón latía a velocidad que nunca lo había hecho. Mi rostro estaba pegado al pecho de Draco, y él no dejaba de abrazarme.

 No podía articular ni una sola palabra, mi voz no salía de lo avergonzada que me sentía al estar en sus brazos… ¿Por qué me siento de esta manera? 

Traté de alejarme pero otro sonido aterrador de los rayos se sintió a través de la ventana de la habitación de mis padres. Actuando por reflejo de mi miedo, me aferré mucho más al cuerpo de Draco. No podía creer lo que había hecho, mi cara seguramente debe estar con mucho más color que de costumbre. Yo fui quien volvió a sus brazos. Aunque quería alejarme de él lo más rápido posible, al mismo tiempo no quería hacerlo… me sentía de alguna manera segura estando en sus brazos.

Me sentía bien.

Respiré profundo.

-D..Draco.- Al fin pude hablar, aunque fue un pequeño susurro.

No se apartó de mí.

-Esta bien. No es nada malo tener miedo a estas cosas.- Respondió con un tono amable.

Podía sentir su fragancia… huele muy bien. 

-Y..Ya estoy bien.- Dije realmente muy nerviosa.

Se apartó un poco para mirarme.

-¿Segura?

Levemente asentí.

-S..Si.- Murmuré.

Lentamente me fue alejando de sus brazos… sentí una pequeña decepción cuando lo hizo. Pero rápidamente mi atención se centró en su mirada hacia mí. Tenía una mirada triste, nostálgica… como si hubiera recordado algo que le doliera, haciendo que mi corazón se contraiga. Nunca había visto esa mirada suya. Tenía ganas de preguntarle, pero inmediatamente callé.

Draco

-¿Por qué te escondiste ahí?- Pregunté confuso por los recuerdos que hace unos instante había tenido.

Miró hacia el closet.

-Lo hacía desde pequeña.- Murmuró.

También miré hacia ese lugar.

-Veo que no era el único que lo hacía…- Susurré.

Frunció el ceño y me miró.

-¿Qué?

Negué con mi cabeza.

-Nada.

Me di la vuelta y me dirigí hacia la puerta. No sin antes tomar la mano de Hermione para sacarla de esa habitación. La tomó por sorpresa. 

-¿Q..Qué haces?- Preguntó nerviosa.

Que linda.

-¿Piensas quedarte toda la noche aquí?- Respondí a su pregunta-. No lo creo Pequitas.

-No era lo que...

-¿Ibas dormir no?- Recordé las palabras que me dijo antes de subir las escaleras. Fui hasta la puerta sin soltar su mano-. Entonces vamos a dormir.

-¿Vamos?

Sonreí abiertamente.

-Vamos.

Vi perfectamente como se sorprendió cuando entendió mis palabras. Y un leve rubor no tardó en aparecer.

Esto será divertido.

Hermione

Crucé mis brazos sobre mi pecho.

viviendo bajo el mismo techoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora