CAPITULO 48: DULCES SUEÑOS CARIÑO

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Ser o no ser esa es la cuestión, aquella frase que escuche en Hamlet de William Shakespeare se convierte en una realidad en mi vida. Mi amor esta tan limitado, que el odio ganara mis sentimientos pensamientos hacia ella…

Es ahora o nunca, que deberé escoger entre mis corazón y  mi pensamiento, y las única palabras que va a escuchar de mi serán: DULCES SUEÑOS CARIÑO

POV ANTHONY:

Faltaba exactamente un día para el eclipse lunar, ocho meses esperando estos últimos días con mi demonio y ya me estaba arrepintiendo de lo que iba a hacer con Annie.

Si quería estar con ella, tenía que escapar de este país y de este mundo, para poder convivir y vivir con ella una vida en paz. Estaba empacando mis cosas, cuando mi padre entro con el ceño fruncido a mi habitación y me pregunto:

-¿Qué CARAJOS piensas hacer?-.

-Empacando ropa, ¿no lo ves?-, le respondí con un tono sarcástico a mi padre.

 -Antes de que te escapes con el vampiro quiero mostrarte y hacerte entrar en razón antes de que ocurra el eclipse-, el salió de mi habitación y con una seña hizo que lo siguiese por toda la casa.

Bajamos el segundo piso, y pasamos por el comedor para salir de la casa e irnos al patio trasero, en donde por extraña había una puerta secreta que llevaba a una especie de sótano. Mi padre saco una llave del bolsillo y la introdujo en la cerradura del sótano para poder adentrarnos en aquel lugar.

Al abrir la puerta, entramos a un lugar oscuro e inhóspito, y este prendiendo la luz de la pared que se encontraba a un lado de nosotros, me permitió ver que aquel sótano tenía las pinturas que adornaban nuestra antigua casa en Londres  en el 1600, antes de que muriera mamá.

Bajamos unas escaleras de madera que sonaban al dar paso alguno y vi todas las prendas que usábamos siglos atrás y también el altar que alguna vez le hicimos Drake y yo a mamá. Mi padre se dirigió a estas cosas y saco una de las joyas de mamá y con una mirada de nostalgia me pregunto:

-¿Sabes a quien pertenece este collar?-.

-A mamá, ella lo usaba cuando teníamos una especial cena familiar-, le respondí también con un tono de nostalgia.

-¿Sabes porque nos está aquí con nosotros?-.

-Porque Annie la mato-.

-¿Entonces porque estás enamorado de ella?-, me miro directamente a los ojos y con nervios le respondí:

-Porque ella le dio color a mi vida-.

-¿La misma mujer que mato a tu madre? ¿El mismo ser que nos quito lo más sagrado que tenía esta familia?-, pregunto irónico.

-Pues…sí…-, le conteste nervioso.

-Anthony quiero que leas esto-, mi padre dejo nuevamente el collar encima de la mesa del altar a mi madre, y de otra cajita que estaba dentro de este saco un libro con una pasta de cuero roja. Este lo abrió en una determinada página y se dirigió a mi diciéndome con nostalgia:

-Lee este escrito de tu madre antes de que el monstro la matase-, aquel me lo entrego y con el ceño fruncido le respondí:

-¿Para qué quieres que lea el diario de mamá?-.

-Quiero que recuerdes la razón por la cual vinimos a este país a cumplir una misión-.

Dirigí mi vista al diario y con el ceño fruncido empecé a leer su contenido que decía:

COLMILLOS Y GARRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora