Sólo Tuyo ||Frerard||

~•Capítulo 18: Instintos•~

  Frank comenzó a asustarse, miraba a todos lados y lo único que lograba ver en aquella habitación precariamente iluminada eran Omegas, asustados, abrazándose mutuamente y consolandose, algunos llorando, otros gimiendo bajo.

  — Ya despertó...— Dijo uno, acercándose a Frank.— ¿Estás bien, Omega?— Le preguntó, tocándole una mejilla y Frank comenzó a respirar agitadamente.

  — ¿Donde estoy? ¿Quiénes son?— El Omega, que tenía cabello castaño, suspiró triste.

  — Estamos esperando, somos esclavos—

  — ¿Esclavos?—

  — Van a vendernos, Omega. Eso es lo que hacen con nosotros— Dijo triste.

  — ¿Vendernos? Pero... ¿Por qué? No— Frank estaba desesperándose.

  — ¿Como te llamas?— Preguntó el castaño, ignorando su pregunta.

  — ¿Qué? Yo... Frank— Dijo dudoso, queriendo llorar.

  — Bien Frank, mantente tranquilo, todo estará bien—

  — Pero...—

  — Mí nombre es Ryan ¿Sí?— Dijo con una sonrisa a medias, intentando calmarlo.— Solo, no hagas un escándalo, es probable que no te compren hoy ¿Entiendes? Esta es mí segunda venta y tal vez hoy no... — Ryan se quedó mudo y colocó una mano en la marca del cuello de Frank, mirándolo sorprendido.— Estás... Estás marcado— Soltó alejándose de pronto.

  — Sí, yo... Tengo un Alfa— Dijo Frank comenzando a llorar levemente.— ¿Ya no lo volveré a ver?— Ryan negó algo confundido.

  — Espera, espera ¿Te arrebataron de los brazos de tu Alfa?— Frank negó.

  — Yo... Me alejé de él y... Mi madre... Ella me durmió—

  — Espera, espera— Ryan estaba más que confundido.— ¿Estás diciendo que tú madre está involucrada en esto?— Frank asintió y Ryan se tomó del cabello.— Tu propia madre... Frank ¿Quién es tu alfa? ¿Acaso es alguien débil?— Frank negó, tratando de calmar su llanto.

  — Mí Alfa es... Es el... El Teniente General Gerard Way— Dijo sollozando y Ryan no podía estar más sorprendido.

  — ¿El Teniente General Gerard Way?— Preguntó sin salir de su sorpresa y Frank asintió. Entonces Ryan lo tomó y los hombros y Frank pudo ver el terror en los ojos de aquel chico que intentaba parecer calmado. — Tienes.... Tienes que llamarlo, Frank. Él puede salvarnos, es el único que puede— Frank negó, sorprendiendo al Omega frente a él.

  — Yo me metí en esto y yo sólo saldré, fue mí culpa por confiar en mí madre, pero sé que si tal vez hablo con ella podré convencerla—

  — ¡Frank! Tu madre...— Pero entonces la puerta se abrió y dos alfas entraron en la habitación para tomar a Ryan de los brazos. Ryan no forcejeó, se dejó llevar frente a la asustada mirada de Frank.— Llámalo— Fue lo único que dijo Ryan, recibiendo un puñetazo por parte de uno de los Alfas y soltándo un quejido.

  Frank se largó a llorar después de eso, corrió a la puerta y comenzó a golpearla cuando no pudo abrirla, cediendo al final y siendo abrazado por una Omega que estaba allí.

  Por otro lado, Gerard estaba como loco buscando a Frank por toda la mansión y para cuándo se dió cuenta que no estaba allí, comenzó a llamar a sus compañeros de la milicia para que lo buscaran por la ciudad. Todos estaban movilizados con la desaparición del Omega y Gerard era el más afectado, por lo que Donna lo tomó de los hombros e intentó tranquilizarlo.