Olivia es una chica de 17 años y sus únicas preocupaciones son su familia, graduarse y entrar a la universidad. Pero todo cambia cuando rascando en el pasado de su madre encuentra un secreto y su verdadero origen, ella no creía en los seres divinos...
Han pasado 2 semanas desde la noche en que aquel chico apareció, nos estamos preparando para la cena de navidad. Mamá decidió dejar todo para un día antes, es comprensible, a pesar de que está con Richard, trabaja y eso es admirable ¿que persona teniendo a un rico como novio trabajaría?. Richard dijo que tiene sorpresas para nosotros, esperemos que sea algo bueno y no muy costoso. -Olivia, ¿puedes hablarle a tu hermano para que se pruebe este traje? -¿Por qué tanta gala mamá? -Richard me dijo que haremos un evento de caridad para navidad esta noche. -¡¿QUÉ?!-Me sorprendí demasiado, ¿cómo es que nos dice a la mera hora? No se que ponerme, no se como maquillarme. -Sus socios donarán dinero para comprar juguetes para los niños que están en orfanatos y si logran juntar una gran cantidad harán una cena navideña para la gente de la calle, es una noble y bonita causa.-dijo mamá muy entusiasmada -Es una gran causa. Esperamos a que Noah se probará todos los trajes necesarios hasta que se enamoró de uno color vino. Mia cómo era de esperarse busco el vestido más costoso y bonito posible. Mamá decidió no comprar nada y usar el mismo vestido que uso en mis XV años y yo decidí usar el de mi graduación de la secundaria ¿por qué no?
Los invitados estaban llegando y estaba muy nerviosa, a pesar de que había improvisado el maquillaje y las combinaciones, creía que todo se veía mal, pero ya no tenía tiempo. Mi vestido era azul rey, en la parte de la cintura tenía tela de rejilla en al cual estaban piedras azul rey y plateadas y unas zapatillas plateadas con piedras de plataforma. Fui en busca de Mia y lucia muy bonita si vestido era palo rosa metálico y unas zapatillas negras. Después de sacarla a rastras de su habitación fuimos de busca de Noah, lucia muy guapo con su traje y sus zapatos negros de Charol. Al bajar nos encontramos con mamá, Richard y con Erick, ambos iban con esmoquin negro. La casa lucia muy iluminada, había puesto escarcha de luces en las escaleras, lucia muy bonito el enorme árbol de navidad. Había mucha gente elegante y gente de prensa. Los cuales comenzaron a entrar en una gran habitación, a la cual escuchaba que le decían "el gran salón". Meseros por aquí y por allá con charolas color dorado y unas cuantas copas de champaña. Conforme iba llegando la gente iban tomando su copa de champaña y entrando al gran salón donde se encontraba una mesa grande y en ella muchas personas recogiendo cheques y anotando en una lista. -Olivia, trae a tus hermanos nos vamos a tomar una foto familiar- dijo mamá muy entusiasmada. Le hable a los chicos y posamos para la foto, eran demasiadas cámaras y no sabía a cuál voltear.
Era la media noche y gracias al cielo la donación terminó, la gente elegante comenzó a irse igual que la gente de prensa. -Ya no aguanto los tacones, iré a darme una ducha y dormir, esto ya termino.- le dije a mamá mientras se despedía de las personas y asintió. Subí las escaleras y escuché gritos en el cuarto de Erick, como si lo estuviesen matando o algo. Toque y nadie contesto, pregunté "Erick, ¿estás bien?" Pero no hubo respuesta, entonces abrí la puerta para asegurarme que todo estuviese bien y vaya que todo estaba bien. Lo siguiente que mis ojos vieron fue a una chica encima de Erick, me quede muy impresionada, cerré la puerta y corrí a mi cuarto. Después de unos minutos tocaron la puerta, grite que pasara y apareció Erick con su cabello castaño despeinado sus ojos azules grisáceo buscando mi rostro y la camisa medió abrochada.
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-Lo siento, en serio lo lamento-comencé a disculparme- es que escuche gritos y toque y pregunte si todo estaba bien pero nadie me contestó por eso decidí entrar, en serio perdón. -Ay hermanita, no te preocupes, estaba tan ocupado que no escuche. Lamento que hayas presenciado eso, pero eso pasa cuando te mentes en asuntos que no.-dijo en un tono burlón -No volveré a meterme en tus asuntos.-es un cretino-Ahora si me disculpas iré a bañarme. Buenas noches.-lo dije un tanto molesta, me molestaba que fuera tan egocéntrico. -Buenas noches hermanita.- dicho esto último cerró la puerta y se marchó.
Me desmaquille, me di un baño, me lave los dientes y me dormí. He de admitir que siempre he tenido el sueño pesado, y solo ruido fuertes o consecutivos me despertaban. Sentí el frío del aire en mi cara y no sabía que ocurría. Abrí los ojos y vi al chico de la otra noche, esta vez pude distinguirlo más de cerca, tenía unos hermosos ojos azules, cejas muy pobladas y unos labios carnosos y en la nariz se le podían distinguir unas poquitas, si que era guapo.
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Me tenía entre sus brazos y estábamos ¿volando?. "Que demonios, ¿quien vuela?. Estoy soñando" me vi a mi misma y volví a cerrar los ojos. Cuando los volví a abrir ya estaba en mi recamara o realmente nunca me moví de ahí.
