Tuve un sueño demasiado raro y no sabía si podía contárselo a mi madre, ella siempre decía que cuando un sueño es malo debes contarlo para que no se haga realidad, pero realmente no sabía cómo considerar el sueño, si bueno o malo, por lo tanto decidí entonces no contarle nada y enfocarme en como mis tripas chillaban por comida, me puse las pantuflas de unicornio y baje a la cocina, allí estaba mi madre preparando wafles, se supone que no podemos consumir eso teníamos una "dieta".
-Buenos días mamá- dije como todas las mañanas
-Buenos días, ahí en la mesa está el melón picado con avena y miel- dijo con poco entusiasmo
-Gracias, pero si yo voy a comer esto ¿por qué hiciste wafles?-pregunté
-Recuerda que tienes dos hermanas-dijo
-Lo sé-sonreí-pero se supone que también ellos deberían estar a dieta-entonces vi a mi hermano bajando las escaleras. Sí que se había puesto más gordo y estaba creciendo era más alto de lo que recordaba, no esperaba más de esas vacaciones con papá si es que iba él solo, lo recuerdo de la infancia, me mal alimentaba porque no tenía tiempo para cocinar así fue como me vino el sobrepeso a los 8 años tal y como le ocurría a Noah.
-Noah tú comes melón, creo que consumiste demasiadas porquerias con tu padre- dijo mamá.
Noah replicó y puso los ojos en blanco pero al final termino comiéndose el melón, era eso o morir de hambre.
-Olivia, ¿puedes hablarle a tu hermana?, ya es tarde para que vaya con tu padre- me ordenó mamá.
Subí las escaleras de mala gana en busca del cuarto de Mia, esa niña creía que por ser chica podría hacer lo que quisiera, decidí entrar a su cuarto sin tocar pero estaba cerrado, toque fuerte pero recordé que no serviría de nada, esa niña tenía el sueño muy pesado, fui por la llave al cuarto de servicio y al abrir la puerta me encontré con la cama tendida y sin ella en la habitación, baje las escaleras alarmada y le dije a mamá que Mia no estaba y al parecer no había pasado la noche en casa, la entendía estaba en el campo adolescente y es complicado, pero es importante saber manejarlo y para Mia manejar las cosas no era fácil. Mamá corrió en busca del teléfono y después de 10 llamadas al celular de Mia se dio por vencida entonces marco a papá, pero no fue de gran ayuda, como siempre papá no sabía nada, nunca sabe nada, no esperaba menos de él, no es que lo odie ni nada es que siempre ha sido irresponsable con nosotros es por eso que en el divorcio se llegó al acuerdo de que podría llevarse a un hijo a la vez para no correr el riesgo de perder alguno y aún así no podía.
Marque a Mia sin ningún éxito, decidí contactar a su mejor amiga la cual contesto después de 3 o 4 llamadas, pregunte por Mia y la mejor amiga claro que sabía y me lo iba a contar con la condición de que no le dijese algo a mamá, acepte, era eso o no saber nada de mi hermana de 14 años por días. La amiga me dijo que el pretendiente de Mia la había recogido en la madrugada de la casa y se fueron a una fiesta cerca del lago de Pátzcuaro, no está tan lejos de Morelia unos 45 minutos en coche, pero no fue correcto irse de esa manera.Rompiendo mi promesa a la amiga de mi hermana menor le conté a mamá donde estaba Mia. Me cambie la pijama y me puse un pans y unos tenis deportivos, fui a calentar el coche mientras mamá ayudaba a Noah para que se fuera a la escuela, el transporte ya estaba afuera esperándolo. Mientras mamá estaba ocupada con Noah saque el teléfono y puse el Waze para que me diera una ruta más rápida hacia el lago. Después de unos minutos de que Noah se fuera a la escuela mamá subió al auto y fuimos en busca de Mía.
Al llegar al lago vi a Mia con un short rosa y una blusa de tirantes morada, le lucia muy bien, ella tenía un cuerpo esbelto y era larga, ademas por su tes clara todo color le quedaba bien, su cabello se notaba mojado y enredado, su cabello normalmente era lacio y de un color rubio oscuro, estaba platicando con un chico muy guapo, cabello oscuro, tes clara y alto.
Me acerqué a ella cautelosamente con el único objetivo de sorprenderla y vaya que la sorprendí.
-¿Por qué te fuiste sin avisar?- dije y ella volteo de un salto.
-Tu no eres mi mamá, no tienes autoridad sobre mi- me respondió al mismo tiempo que se le abrieron unos ojos como platos al ver a mamá bajar del auto y entonces maldijo entre dientes.
-Mia, sube al coche-le dijo mamá
Mia no replicó y no tuvo más remedio que subir al coche de inmediato y Mientras caminaba , maldecía entre dientes.
Ya en el coche mamá le dio un sermón como era de esperarse, siempre he creído que la mejor manera de hacerla entrar en razón es crear consciencia en ella, explicarle el porqué de las cosas. Unos cuantos minutos después, cuando aparcamos enfrente de casa Mia bajo de golpe y azota la puerta del auto, mamá le grito que tuviera más cuidado.
Después decidí despedirme de mamá y salir del auto, a pesar de todo tenía que trabajar y entonces se marchó, no sin antes advertir que castigaría a Mia.
Mia estaba en su habitación, enojada y muy frustrada. Recordé que tenía el examen de química, si me apuraba aún podría llegar a las demás clases del día de hoy, entonces me dispuse subir al cuarto de Mia y decirle que tenía que ir a la escuela a pesar de todo. Se puso el uniforme con mala cara y yo fui por mi mochila, ya estando abajo y viendo que a Mia le faltaban unos minutos para estar lista decidí llamar al Uber.Mientras íbamos camino a escuela me dispuse a hablar con ella.
-Creo que hiciste mal, pero te entiendo, pase por tu edad- dije y ella volteo con una mala cara -si quieres ganarte la confianza de mamá, también tenle confianza, podías haberle pedido permiso y no te lo digo como regaño, Mia, es por tu bien, mamá se preocupa por ti.
-Claro, mamá solo tiene ojos para ti, eres su hija ejemplar y la única que realmente le importa-dijo
-Eso no es verdad, ella te quiere mucho, nos quiere a los 3 por igual lo único que nos diferencia es la confianza y te he dicho el secreto para que te ganes su confianza.
Se quedó callada mirando a través del vidrio del auto y entonces comencé a ver unos árboles familiares y muchos adolescentes, ya habíamos llegado al colegio, bajo sin decir nada y me dispuse a bajar detrás de ella pero recordé que tenía que pagar el Uber en efectivo
-¿Cuánto va a ser?-le pregunté al conductor
-Son 50 pesos
-Aquí tiene, gracias
Para cuando baje del auto Mia ya había desaparecido entre la multitud y nuestra conversación quedó sin conclusión.
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El secreto de Olivia.
Teen FictionOlivia es una chica de 17 años y sus únicas preocupaciones son su familia, graduarse y entrar a la universidad. Pero todo cambia cuando rascando en el pasado de su madre encuentra un secreto y su verdadero origen, ella no creía en los seres divinos...