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Todo pasa por algo. Nada ocurre por casualidad, suerte o coincidencia. En el fondo todo tiene un sentido que permanece oculto y que no entenderemos hasta que el tiempo nos lo revele.
Fue esta la reflexión que hice de mí vida, intentando ocultar la frustración del rumbo que ha tomado, de lo insípida y complicada que se ha vuelto. Pero el gran inconveniente era que no me pertenecía por completo, mí vida es compartida, mí futuro arrastra un nombre y mí deber era protegerlo.
La nieve inmensamente pulcra no dejaba en paz a la gran ciudad capital, adornando cada rincón con su insípido color, el favorito de este simple espectador, quizás esa era la razón por la cual me había parado en ese lugar a pensar sobre lo que tanto evitaba. Eran notables los copos en los ventanales de cristal del gran pasillo, cada uno caía lentamente para terminar en el suelo de la vereda del edificio. Suspiré profundo intentando calmar mi respiración agitada, me había detenido a observar la noche desde el pasillo del gran shopping luego de un devastador día de trabajo, personas irrespetuosas, demandantes e impacientes que solo lograban sacar mí peor versión reprimida por la presión laboral.
Estaba llegando tarde, solía pasar en épocas festivas, también era culpa de mí complicada agenda, no tenía un puesto demasiado importante ni mucho menos, pero la rutina diaria era agitada. Las tiendas estaban por montón, elegí una al azar y pedí las primeras dos camisas de la vidriera.
-¿Entonces señor cuál prefiere? -el hombre de traje exhibió ambas camisas sobre el mostrador.
-La celeste.
Rondaba los treinta el empleado que doblaba prolijamente el regalo que me entregó en una costosa bolsa de la marca, la cual tomé entre mis manos y me dirigí hacia la salida del local, Había visto a mi novio totalmente enamorado de aquella camisa hace una semana, el azúl era su color favorito, por lo que todas las tonalidades del mismo habían cubierto el departamento en cuanto nos mudamos.
Caminé pasando las primeras tres tiendas sin darle mucha importancia a sus ofertas a través de las vidrieras, cuando un mensaje llegó.
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⬅ Namjoon 📞 ፧ en línea _________________________________________
< Hoy >
¿Y? ¿Cómo te fue con la propuesta?. || 21:15
Estoy seguro que te rechazó. || 21:15
No pasa nada, Taehyung, quizás fue muy pronto. || 21:16
Todavía no compré el anillo, ni siquiera sé si se lo voy a pedir hoy. || 21:18
Además Seokjin tiene razón, es muy pronto. || 21:18
Seokjin tardó dos días en contestarme, es muy calculador. || 21:19
Su opinión no cuenta. || 21:19
Fue más de lo mismo, una conversación vacía que surgía cada fin de semana desde que mencioné aquella idea descabellada, pero que debía poner en práctica rápidamente para considerarme una persona madura y responsable. Los pensamientos me tenían tan perdido que recién la segunda vez que sonó mi celular logré contestar. Era una llamada de mi novio, presioné el botón de mi auricular y seguí caminando.
