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Las llamadas de Jimin no cesaban, una tras otra que solo lograban enojarme. La verdad si tenía que ser completamente sincero conmigo mismo la rabia que había sentido ayer por él y Yoongi ya no estaba en mi pecho, fue tan simple esfumar esos sentimientos negativos sin una razón sólida, todo era como siempre, como si no doliera, y no se suponía que fuera así una ruptura, lo único que me molestaba era que el sonido de mi teléfono se escuchará una y otra vez.
Entré al estacionamiento del edificio y reconocí el auto de Min estacionado en uno de los laterales. Inmediatamente bajé del vehículo Min me abordó sin siquiera pensarlo.
-Taehyung por favor hablemos. Por favor, sos como mi hermano menor, realmente no quería hacerte esto, dejame defenderme al menos. -yo continué caminando ignorando sus palabras- Vayamos por un café y hablemos como personas adultas. ¡Por el amor de dios, ya es hora de poder hablar de lo que sucedió!. -Yoongi no se rendía, subió detrás de mi, escalón por escalón hasta el tercer piso- Jamás desearía hacerte algo que te lastimara, dejame defenderme antes de castigarme, yo...
Corté sus palabras apenas entré a mi departamento, miré la puerta que había cerrado en su cara y mis ojos se llenaron de lágrimas. Lo había admirado tanto, vivía cantando e intentando rapear su parte de Cypher p.1 tantas veces, sabía que mis ojos brillaban al verlo componer, era mi ejemplo a seguir, una imagen representativa de lo que quería en mí vida y todo ese orgullo se había ido al carajo. Volteé sobre mis pies para sacarme el saco y desabrochar los botones de las mangas de mi camisa, me sentía tan asfixiado y sobrepasado por la situación que decidí resignarme.
-¡¿Dónde mierda estabas?! -la voz temblorosa se hizo presente en la sala, estaba muy asustado- ¡Taehyung, no volviste en toda la noche!. Te llamé y me daba apagado, llamé a Namjoon, a Seokjin y...
Los reclamos de Jimin no podían importarme menos, sus ojos llorando cascadas que sabía que eran reales, no dudaba de su preocupación, mí problema era tener que enfrentar ciertos miedos, escuchar sus incontables modos de buscarme siempre desde la comodidad de la cama, tener que comenzar la conversación que ayer evité.
-¿Les dijiste que me había ido porque te encontré con el pene de Yoongi en el culo? -pregunté totalmente neutro sentándome mientras masajeaba mi hombro derecho.
-No idiota, les dije que discutimos.
Jimin se sentó a mi lado en el sillón de dos, pero yo me alejé un poco, no lo quería cerca, más que mi "amor", había traicionado mi confianza.
-¿Qué discutimos?. -pregunté arremangándome la camisa hasta los codos, una sonrisa sobradora se escapó de mis labios- Discutimos... Jimin, nosotros terminamos no sé si te das cuenta de eso. Nosotros ya no somos nada.
