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Había dormido lo suficiente para sentirme cómodo y despertar temprano, totalmente descansado y respirando profundo sin sentir la opresión en mí pecho que había tenido todos estos años, lo noté cuando el movimiento nervioso de mis dedos sobre mí brazo por la ansiedad de otro día respirando no estaba ahí, solo había una paz inexplicable. Abrí mí ojo derecho tratando de acostumbrarme a la luz cegadora que entraba por la ventana abierta, misma por dónde una brisa fría helaba mí espalda, me cubrí mejor con el cobertor que poco hacía. Abro ambos ojos esta vez ya más relajado, una cabellera castaña y desordenada está a mi lado, me hundo en ella y siento el aroma fresco, mis brazos están unidos a su cintura.
-Buen día. -pronuncio en su cuello y él se remueve lento debajo de la única sábana que nos cubre.
La ropa esparcida en el suelo siendo la demostración de lo sucedido la noche anterior no evita sacarme una sonrisa cuando recuerdo todo lo que hicimos, los momentos íntimos que compartimos, las risas, el abrazo que culminó en nuestra visita a morfeo, lo que creó una esperanza en mí pecho es que todo entre nosotros podía mejorar. Siguiendo mi vista por el suelo hasta dar con mi reloj me doy cuenta de que son las ocho y media de la mañana, por suerte tengo el día libre ya que es veinticinco de diciembre, entonces destapándome cuidadosamente, ya que no quería que Jungkook se despertara, miré debajo de la sábana y aún seguíamos desnudos, las erecciones matutinas de ambos al descubierto, su espalda cálida contra mí pecho, no teníamos vergüenza, estábamos cómodos el uno con el otro.
Me pregunto si llegará un delivery acá. ¿Comprar un desayuno para despertarlo sería poco? Saldría a comprar solo para tener la posibilidad de cocinarle yo mismo, mis habilidades culinarias han avanzado bastante estos años que no nos vimos, pero no sé cuanto tardaría caminando hasta encontrar un supermercado, no conozco la zona. Con mucho cuidado y haciendo hazañas increíbles para no quebrarme un brazo, tomé mi celular y entré a la aplicación de pedidos, no tenía señal así que caminé a donde supuse que sería la cocina, anoche no había visto ese pequeño cuarto, la señal aún era 3G y eso no servía ni para enviar un mensaje así que me subí a una silla que estaba a un lado de donde debería ir la cocina y acerqué el celular a la ventana. Pedí un té verde y un vaso que había llamado mí atención, consistía en una mezcla de dos leches de banana con crema y caramelo. ¿Sus gustos no deben haber cambiado tanto, cierto?. El pedido estaba hecho y entonces volví a donde Jeon dormía, pero éste estaba vistiéndose.
-¿A dónde vas?. -pregunté desanimado.
-No sé vos, pero yo tengo cosas que hacer. -Jungkook subió el cierre de su pantalón y buscó su remera entre las sábanas, al ver que me había quedado mirándolo habló- ¿No pensas vestirte? Te recomiendo salir acompañado si te vas, solo no vas a llegar vivo ni dos cuadras.
-Jungkook... -dejé el celular sobre el colchón y lo tomé de las manos- ¿No podemos quedarnos a desayunar al menos? Fui a buscar señal para pedir algo, no van a tardar mucho.