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Jungkook no contesta mis mensajes, no desayunó antes de irse, ni siquiera estoy seguro de que se haya bañado, bueno al menos eso no lo cambió en él.
-Jeon Jungkook es el décimo correo de voz que te dejo, ¿dónde estas?. -corté la llamada que nunca fue atendida para luego caer sobre el sillón.
Jungkook en serio estoy preocupado, son más de las 5 de la tarde y no tengo señales tuyas ||17:24
Aunque sea escribime un "estoy bien" no sé || 17:24
Tiré mi celular al sofa para luego ponerme de pie con un solo pensamiento: Jungkook estaba trabajando horas extras y no podía contestarme, yo era un molesto que no lo dejaba trabajar en paz y debía relajarme.
Hoy terminaba el año, empezando uno nuevo luego de las doce y quería que todo fuera especial, me puse a limpiar el departamento y saqué del mueble dos platos rojos que había comprado hace tiempo, pero que nunca usé, puse la mesa y decidí que ir a buscarlo al trabajo era una linda manera de terminar el año juntos.
Me cambié de ropa rápidamente, tomé el abrigo, las llaves del auto y me fui muy seguro de que lo mejor era pasar por dos cafés y esperarlo en la entrada.
Soy consciente de que jamás hemos tenido una cita y que todo lo ocurrido sucedió tan rápido que no me había podido tomar el tiempo de tratar a Jungkook como se debía, no hubieron citas, tampoco regalos o noches mágicas por Seúl, no hubo nada y no hacía más que reprocharme aquello.
-Hoy va a ser la mejor cena de todas. -dije en voz alta con una sonrisa mientras miraba al frente al manejar.
Me pregunto si Yoongi seguirá enojado, ¿les gustaría cenar con nosotros?. No creo, conociéndolo debe seguir enojado, insultándome en su mente porque sabe que si me insulta en voz alta Jimin lo golpearía.
Paré en un puesto de flores y bajé cubriéndome con el cuello del saco, hacía demasiado frío y la nieve no ayudaba. Quizás unas flores serían el inicio de lo que tendría que haber hecho apenas volví a verlo.
-Buenas noches, ¿Qué flores desea llevar? -me preguntó una muchacha apenas entré, mientras me sacudía la nieve de mi boina- ¿K-kim Taehyung? -levanté la vista por inercia al escuchar mi nombre, la muchacha que no superaba los veinte años me había quedado mirando- ¿E-Eres Kim T-Taehyung? -asentí incrédulo.
¿Acaso la conocía?. La muchacha se echó a llorar y me abrazó muy fuerte, no entendí que sucedía así que me separé un poco confundido.
-¿Te conozco? -pregunté con una sonrisa, no quería ser grosero.
-Hace muchos años que no se ha hablado de usted y verlo así de pronto es demasiado para mí. -solo la observé en silencio esperando que continuara- Fue una de las siete personas que me ayudó a salir adelante y quería agradecerselo -su reverencia fue tan inclinada que me sentí incómodo.
