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Si cierro mis ojos aún puedo recordar como se sienten sus besos, el aroma natural de su piel y el sonido agudo de su risa. Eso es lo que intento recordar cada mañana al despertar, con una esperanza absurda de verlo dormir a mí lado. También es esa la razón por la cual mí vida ha ido en picada desde aquella mañana del 24 de diciembre.
Nada mejoró luego de ese sueño, los días pasaron llenandose de tristeza, todo había perdido el sentido, solo eran días pasando sin ver su hermosa sonrisa, sin sentir mis labios ser besados con dulzura o el tono de su voz despertarme, sin sentir mi pecho latiendo por los nervios de subir a un escenario. Lo que era un tortura para mí, también lo era para mí pareja. Jimin se cansó de mi luego de soportar mis ataques de ira por la mañana y mí llanto por las noches, dijo que lo había dejado de lado estos últimos tres meses, que ya no demostraba quererlo, él me rogaba atención, amor, sexo, cualquier muestra de afecto que superara la amistad y yo lloraba porque no podía amarlo, aunque me esforzara. Intentó pero no pudo comprenderme. Lo recuerdo como si fuera ayer.
—¡Ni siquiera me hablas cuando llegas de trabajar! ¡¿Qué mierda pasa con vos, Taehyung?! —Las lágrimas se deramaban incesantes en nuestros rostros— ¡¿Qué fue lo que cambió entre nosotros?!.
Golpeó mi pecho sin mucha fuerza, sus piernas perdieron estabilidad y cayó al suelo, mis manos lo tomaron acercandolo a mi pecho para estrecharlo entre mis brazos e intentar sentir que no estaba perdiendo a mi mejor amigo debido a un estúpido sueño, aquel que había roto todo a su paso.
—¿Por qué ya no me amas? ¿Hice algo mal? Éramos tan felices.
—Lo siento Minnie. —susurré y ambos seguimos llorando un buen rato.
Ese día Jimin tomó sus cosas y se fue de mi departamento, las cosas no sucedieron como en el sueño, él nunca me engañó, pero si fue a vivir con Yoongi. El mayor le dio lugar en su departamento hasta que consiguiera trabajo, ambos dejaron de hablarme con el tiempo. Las únicas personas que saben de mi sueño son Namjoon y Seokjin, pude confiarles todo, sin embargo no se tomaron bien lo que sucedió con Park, ahora ambos están por casarse en dos semanas en el extranjero, al menos pueden hacer aquello que tanta ilusión tienen por concretar. Hoseok no desapareció, tiene una prospera academia de baile en Seúl, lo sigo en Instagram, intercambiamos corazones que se llenan de un rojo que no demuestra nada, a veces me envía memes por mensaje, pero no hablamos. Namjoon trabaja en BigHit aunque piensa en aceptar la propuesta de SM Entertaiment para trabajar con ellos a un mejor precio, ya no puede pensar solo en él si quiere comenzar los papeles de adopción en unos meses junto a Seokjin. El mayor de todos ejerce su carrera en una clínica privada, hace poco ascendió de puesto rindiendo algunos exámenes, ha terminado su licenciatura. Ambos planean irse a vivir juntos a Estados Unidos.
Y Jungkook. No he sabido nada de su existencia.La ltima vez que lo vi fue en aquel sueño hace seis meses.
El bar en el que nos volvimos a ver en aquel sueño existe, la primera vez que vine fue extraño porque jamás en mi vida había venido a esta parte de la ciudad y mucho menos vi aquel bar que apareció en mi mente exactamente igual a como está ahora. He venido cada viernes y cada sábado hasta que cierra a la mañana siguiente, preguntándole a la señora de la barra si conoce a Jeon Jungkook, pero ella suele acariciar mí cabello de forma maternal mientras me ahogo en alcohol.