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-¿Entonces voy a tener mi habitación?.
-Por decima vez, Jeon, vas a tener tu habitación.
-Solo quería asegurarme.
Jungkook no dejaba de preguntar lo mismo una y otra vez, me sentía expulsado de mi propio departamento antes de que él siquiera pisara el suelo de éste. Convencerlo no fue tan complicado como parecía y luego de que el médico revisara los resultados y me diera su opinión, que no fue muy distinta a la de Seokjin, me recomendó dejarlo en revisión hasta que amaneciera. También tuve que poner unos cuantos dólares en su cuenta para ocultar sus resultados de toxicología.
Jungkook descansaba en la camilla y yo me hice una cama improvisada con dos sillas, fue incómodo dormir así, pero no quería irme y volver por él en la mañana, tenía esa sensación de que debía quedarme a cuidarlo, y así lo hice cuando se destapaba en la madrugada y yo lo tapaba nuevamente, cuando tuvo una pesadilla a las tres de la madrugada y se movía tanto que casi se saca la intravenosa, sin su permiso me acosté a su lado y acaricié su cabello hasta que volvió a calmarse estando acurrucado en mi pecho. A las siete de la mañana firmé los papeles del alta y pudimos irnos de ese lugar con la prescripción médica de algunos medicamentos para el dolor y un paff de emergencia en caso de agitación.
-Primero vamos a pasar por una farmacia y luego por un supermercado porque realmente no sé si tengo comida en casa y debes alimentarte, Jimin hacía esas cosas antes... -Jungkook cruzó sus brazos sobre su pecho y miró por la ventana muy serio- Y yo no tengo idea de qué comprar así que sería de real ayuda que te comportes como mi conocido y no como un enemigo, gracias.
-Lo intentaré.
Compramos los medicamentos que yo no entendía exactamente para que servían, como Loratadina o Salbutamol, luego de eso fuimos directo al super. Dentro del carro ya teníamos carne, verduras, frutas, avena, edulcorante, cervezas para mi, algo de soju, y aunque Jungkook me lloriqueó para que comprara golosinas me rehusé, debo aclarar que verlo suplicar por unas galletitas rellenas casi me vuelve débil.
-Entonces agarrá lo que quieras de higiene personal y creo que terminamos.
-¿No crees que es mucho gasto por alguien que se quedará una semana máximo?.
No podía decirle que pensaba que se quedara al menos un mes, o puede que toda la vida.
-No, comprá lo que quieras. -muy tímido metió un cepillo de dientes al carro- ¡Vamos! ¿Solo eso? ¿Hidratantes? ¿Maquillaje? ¿Cremas?.
-Ya no uso eso...
Sus ojos fueron directo a sus manos, las cuales miró con atención delineando su piel con uno de sus dedos. Me atreví a tomarlas y dejar un beso en cada palma, mientras eran acariciadas con las mías.
-Podríamos llevar una crema si queres, una hidratante. Siempre te gusto cuidar tus manos. -Jungkook me sonrió por primera vez en el día y comenzó a leer las cremas- Jeon... todo el mundo sabe que compras productos por su olor y no por sus ingredientes. -le quité la crema de limón que tenía en la mano y volví a ponerla sobre el estante, busqué una que conocía y la abrí para que la oliera- Creo que esta es para vos.
Jungkook cerró sus ojitos sintiendo el aroma del arándano que desprendía el producto. Abrió los ojos y sonrió asintiendo, yo sabía que a Jungkook siempre le gustaba más el aroma a frutos rojos que los cítricos, que sus cremas debían ser suaves y para nada oleosas para que no afectara a su piel y el acné no volviera. Terminó llevando dos cremas, una de arándanos y otra de frutilla, que yo lo obligué a llevar ya que le daba vergüenza que yo pagara todo.
-Bien, no es un palacio como sé que te imaginas, pero es lindo. No está decorado y tiene espacios vacíos ya que Jimin se llevó todo lo que él compró, lo cual no me molesta obviamente, pero parece más vacío. -Jungkook asentía a todo lo que yo decía y es que me ponía nervioso si no le gustaba donde iba a vivir.
-Si es como el departamento que teníamos en el debut, entonces está muy bien, ¿por qué tanto misterio?. -bueno al parecer las expectativas de Jungkook no eran muy altas.
Abrí la puerta con miedo y lo dejé pasar primero mientras yo entraba las bolsas del súper. Jungkook soltó el bolso despacio al entrar, miró todo detenidamente, sus ojos se movían de forma veloz por las paredes prestando atención a cada detalle, hizo dos saltos cortos sintiendo el piso de madera y corrió a la sala para ver por la gran ventana.
-Te dije que estaba algo vacío de alegría.
-Taehyung tu departamento es hermoso.
Miré su espalda, parte de su remera se había corrido dejando su nuca al descubierto donde un moretón era notorio, había tenido que prestarle ropa porque la suya estaba rota debido al ataque lo que terminó con Jungkook y un buzo tres talles más grande que el suyo. Quería abrazarlo por la cintura y dejar descansar mi mentón en su hombro, necesitaba estar cerca suyo así que sigilosamente me acerqué tanto como para sentir el aroma de su piel, lo cual parecía no molestarlo.
-Va a ser más hermoso cuando tenga tu toque. -su cuerpo se sobresaltó al escuchar mi voz sobre su cuello- Podes decorarlo como más te guste.
Le mostré su habitación, la cual apenas me dijo que aceptaba mandé a alguien a instalar una cama, no estaba decorada y no tenía muebles, pero eso no fue realmente un problema.
-Mañana por la mañana pediré los muebles, quizás un armario para tu ropa y unos estantes para tus cosas, un espejo en este rincón y...
-Así estoy bien.
-Igual voy a comprarlos -lo observé recostado en la cama unos segundos, su jean estaba roto y no precisamente por moda, observé mi celular, eran las nueve de la mañana- Voy a cambiarme y te traeré algo para vos también, después de dormir unas horas iremos a comprar ropa si te sentís bien, sino es mejor que reposes.
Mis pies fueron a mi habitación y saqué un pantalón suelto de los cajones, me desvestí hasta quedar solo en ropa interior y me recosté un rato sobre la cama. Jeon Jungkook estaba en la habitación contigua a la mía, y se quedaría a vivir conmigo hasta conseguir un trabajo. ¡Jeon Jungkook estaba a unos metros esperando a que le llevara ropa para poder dormir!. Después de tantos años Kook estaba conmigo y se sentía bien.
Me levanté y me puse el pantalón para luego buscar una muda de ropa para Jungkook y una remera para mi, cuando la puerta se abrió.
-Taehyung. -golpeó y luego entró sin esperar respuesta- Gracias por... -esperé a escuchar lo que quería decirme, pero al parecer se había perdido en uno de sus limbos, luego de unos segundos continuó- Gracias por todo esto, no tenes la obligación de hacer esto por mi y aunque sé que lo haces porque vos queres, me siento una molestia. -su rostro miró el suelo intentando esconder sus mejillas rosadas que derretían mi corazón, tuve el atrevimiento de tomar su rostro entre mis manos y elevarlo hasta que me mirara a los ojos.
-Lo hago porque sos vos, Jungkook, y aunque sigas enojado conmigo yo tengo recuerdos muy lindos de cuando éramos amigos. Sé perfectamente que si fuera al revés y yo estuviera enojado, vos harías lo mismo por mi.
-Cuando éramos amigos éramos muy unidos.
-¿Qué te parece retomar todo eso? No espero que suceda de un día para otro, pero vamos a ser rommies -una risita escapó de sus labios- Lo sé, suena raro a esta edad. Lo que quiero decir es que no estés a la defensiva, sé vos mismo, como sos siempre y yo seré yo, no tengamos miedo de que el otro vea lo mejor y lo peor de nosotros mismos.
-Me parece bien si voy a quedarme un tiempo. Ahora pasame la ropa y vestite que hace frío -me empujó y ambos reímos.
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Holis ¿Como les está pareciendo la historia?
Les digo algo, algunos capítulos van a ser más cortos que otros, como este, por ejemplo.
