Beta | Vhope || BOOK 2#

XVI - Déjà Vu

—Tengo la impresión de que no es muy receptivo a nuevos amigos. Ninguno, en realidad.

—Apenas con los que tengo.

Hoseok, por motivos desconocidos incluso para él, no tiene mucha confianza hacia esa persona que se les mostró a Taehyung y él a mitad del bosque después de haber peleado por el derecho de herencia. Tendría veinte años, rasgos relativamente suaves y similares a los suyos junto al cabello rubio como el sol.

Un pequeño rey llamado Youngjae.

Puesto que vino sin una armada o notables intenciones de ataque lo llevaron con Namjoon. Sobra decir que le Alpha se mostró bastante receloso, aunque cordial al recibirlo para escuchar lo que tenga que decirles. Si es de utilidad o puede irse por donde vino. Hasta ahora, la última opción es la más probable para todos los presentes.

—Quisiera elogiar a su hijo y esposo, son tal como cuentan las buenas lenguas. Omegas bendecidos por los dioses. —Hoseok sorbe aire. Una mala manera de empezar una conversación con Namjoon, es hacer resaltar a los que son "sus Omegas" en términos de manada.

Peor aún, quedarse un par de segundos viendo a su esposo que guarda aburrido silencio.

—Dudo que viniera hasta aquí solo para elogiar. —Cambia el tema con la intención de apartar su creciente mal humor.

—Eso es muy cierto. Vine con una propuesta un poco distinta—apoyó los codos en la mesa—. Verá, ha habido muchos, muchísimos, intentos de invadir Francia, incluso sin tocar París y ha sido un total y absoluto fracaso, exceptuando la ocasión en la que usted lo hizo.

—Parece que no hay muchos vikingos fuertes hoy día. —dijo Namjoon con una divertida sonrisa ladina.

—Diría que los franceses han aprendido demasiado a cómo defenderse de nosotros—dijo Youngjae con suavidad—. Por lo que quisiera ofrecer una alianza entre tú y yo para invadir Francia, esta vez con el resultado esperado obviamente.

—Puedo ir a Francia yo solo—Acota con ademanes para señalar el lugar enorme y que en comparación a otros salones de otros reyes en el norte es terriblemente lujoso—. Como es evidente, soy muy capaz de hacerlo sin ayuda de otro rey ¿Cuántos hombres tienes?

—Unos... —Cierra un ojo, sacando cuentas—. Cuatro mil.

—Solo en Kattegatt tengo a siete mil, al norte tengo otros cuatro mil y al este seis mil. En resumen: Tengo diecisiete mil hombres y bien puedo invadir sin problema o necesidad de compartir lo que gane.

—Aun cuando eso signifique perder a todas tus cifras ¿No? Puede que tengas mucho, pero puedes perderlo todo si no te alías con otros.

—Ya tenemos aliados. Unos que no van a traicionarnos. —Asegura Taehyung.

—Demasiada-

—Puede decirse que yo parí a esos aliados, así que no, no nos traicionarían si es lo que pretende implicar. —Agrega Jimin. Claro, Namjoon cuenta sin dudas con los que están bajo el mando de sus hijos. Han resuelto pleitos uno de los otros desde siempre en cuestión de pocos días. Son familia.

— ¿Y bien? Quiero una buena excusa, porque de momento no lo estás logrando—Namjoon parece estar buscando algo en Youngjae—. ¿Te he visto en algún otro lugar? Tu cara me es familiar o algo en ti...—el muchacho está muy dispuesto a responder, quién sabe cuál cuestión específicamente, hasta que fue interrumpido por Yoongi que da toques constantes a la madera con un cuchillo.

—Debes aceptar porque de otro modo no podrás cumplir una promesa que, aunque hiciste hace mucho tiempo, no has olvidado. Que apareciera aquí ya hora es una señal para ti, para todos los que estén enlazados y vinculados—comenta, Jungkook da suave sacudidas al hombro de Yoongi para que despertara de ese trance—. Es la recompensa por lo que hiciste... Para obtener el basto mar que no has explorado y... y...