XXXII - Alegría Acumulada

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—Ahora con el pelo corto no puedo hacerte nada.

— ¿Me casaré yo o te casaras tú?

—Debe ser como yo quiero y eso implicaba que estuviera muy bonito.

Omite el único punto que consideraba malo y es... Si, su boda, un día que esperó con demasiada ilusión que ocurriera fuese con quien fuera -pues desde niño lo imaginaba-, pero también visualizaba a Namjoon. Que no esté para verlo es bastante decepcionante. Sobre todo porque no quiere que Jimin falte.

Y es que el hombre parece un fantasma últimamente, le da escalofríos.

Van alrededor de dos semanas desde el águila de sangre. Obviamente Jimin se quedó con ellos en tanto que sus hermanos hacen venir a sus cachorros o demás familiares para estar presentes en la boda; ya tienen la estampida de niños saltando alrededor de su abuelo Omega, puede ser muy tierno de no ser por lo mismo que se mencionó antes: Jimin es más un fantasma que un ser aún vivo.

Han querido convencerse de que solo hace falta que pase el tiempo suficiente para que acepte su situación, pero es complicado pensarlo al recordar que no es el primer vinculo que tuvo y perdió. Hoseok en especial se rehúsa a dar la gravedad necesaria.

Namjoon ya no está.

Jimin si lo estaría hasta donde su edad diera.

Así de sencillo.

Volvamos a su boda.

—Pues... Lo único bueno, es que las flores te sientan muy bien. —Sonríe suavemente ante el comentario de Taehyung, pues tiene una espesa corona de flores rojas en la cabeza. Siendo su cabello blanco finalmente le da más color a su pálida cara.

—Deberíamos salir ahora que estás listo, no arreglándome. Vamos.

—Era necesario.

—Tan obstinado con las apariencias a veces.

—Porque siempre soy el más bello de Kattegatt y eso debe ser aún más recordado en mi boda. —comenta con dos dedos abiertos frente a su ojo, una especie de raro gesto que aún no entiende, pero de momento da igual.

A Jimin se le hizo tan extraño el momento. Es como revivir su propia boda. Ver a Taehyung tan ilusionado como él mismo lo estuvo ese día. Vestido de blanco con el cabello trenzado; la gente a su alrededor con sonrisas emocionadas y dando palabras de felicitación y ánimo.

Finalmente llegaron a lo que puede considerarse un altar. Se acomoda al frente de sus demás hijos. Hoseok toma las manos de Taehyung cuando lo tiene frente a él, con una sonrisa amplia, nerviosa, pero feliz y brillante como solo él. Ladea la cabeza por los temblores que la pareja tiene, Taehyung encogiéndose en sí mismo por la emoción que no sabe cómo dejar salir.

Mueve los labios al mismo tiempo que ellos, mientras cruzan las espadas con los anillos en la punta y estirando el brazo para tomarlas. Yoongi, que logra guiarse por los sonidos y un poco por las indicaciones de Jungkook parece poder verlos a juzgar por la sonrisita en su rostro.

—Que sea bendecida esta unión por los dioses, solo ellos capaz de romperla y castigue a quién intente hacerlo. Bajo la mirada de Odín nuestro gran padre ahora ustedes están casados. Ámense y respétense como el solo ser que son. —Culmina Yoongi. Fue gracioso ver cómo fue Taehyung quien casi carga a Hoseok por ser el primero en lanzarse a besar al otro.

Los aplausos y ovaciones no tardan nada en llegar por esto. Aplaude, Mon aúlla moviendo la cola, saltando alrededor y dando tiernos pasos alrededor con la lengua afuera. Hace mucho que no lo ve feliz.

Suspira al darse cuenta de que a diferencia de antes... Ya no es protagonista, sino un espectador más.

—Te amo. —murmura, al mismo tiempo que Hoseok a Taehyung antes de tomarlo por sorpresa y acabar por tenerlo en brazos, jugando.

Beta | Vhope || BOOK 2#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora