Capítulo 7

73 15 0
                                    

"Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo."

—Jorge Luis Borges.

Llegamos a la famosa fiesta y nos hicimos paso entre los estudiantes, que por increíble que suene ya estaban borrachos, para ir a un lugar donde no nos empujarán.

Alex y April estaban a mí lado, mientras que Nathaniel y Cormac iban por nuestras bebidas.

— ¿Por qué Cormac dejó que lo pintaras?— pregunta de forma divertida Alex.

—Tenía qué — me encogí de hombros con una sonrisa — era un reto, por eso lo depile y lo maquille.

— Pero ¿por qué?

— Porque me lo debía por la guerra de comida—contesté con obviedad como si justificará bien el hecho de que le hiciera eso a Cormac.

—Sabes creo que le gustas.

Me atraganté con mi propia saliva. ¿Acaso eso era posible?

No lo sé, solo sé que empecé a toser y April empezó a darme palmadas en la espalda mientras reía.

—Yo también creo eso—opina April asintiendo varias veces con la cabeza.

— ¿Están locos? ¡Jamás! Me niego a creerlo.

—La negación es el primer paso en aceptar que también te gusta— murmura April en tono juguetón.

—Cormac no deja de hablar de ti, soy su hermano ¿recuerdas? Además, siempre lo atrapo mirándote. Como ahora— señala con su cabeza hacia el frente.

Y efectivamente, Cormac venía caminando con su mirada puesta en mí.

Después casi dos horas de estar bailando junto con April y Nathaniel, donde Alex y Cormac estaban sentados hablando, nos devolvimos hacia donde estábamos y ella se llevó a Alex para bailar con él. Luego Nathaniel fue arrastrado por una chica hacia la pista de baile, y así quedamos solamente Cormac y yo.

Me quede observándolo sin decir nada, tenía un brillo malicioso en sus ojos que me hacía desconfiar.

— ¿Qué?— preguntó divertido.

— ¿Qué estas tramando?

—Nada —sonrío y se encogió de hombros—Bueno, tal vez estoy pensando en el próximo reto que harás.

— ¿Y qué será?

— Ya te enterarás, por ahora vamos a bailar— Agarró mi mano y me guío hasta la pista de baile

Al estar bailando con él me olvide de todo, parecía mágico, bailaba muy bien y me estaba divirtiendo mucho.

Después de un gran rato bailando canciones movidas, y donde no sabía que se habían hecho los demás, empezó a sonar una canción lenta, actué normal hasta que vi directo a sus ojos y quede completamente hipnotizada por ellos.

De la nada Cormac comienza a acercar su cara a la mía, no sabía qué hacer, pero como siempre el karma hace acto de presencia cuando menos lo esperas.

¡Bum! Se me sale un estornudo.

Sí, acabo de estornudarle a Cormac en la cara.

— ¡Ay Dios! Yo...lo siento tanto, de verdad, que tonta he sido — balbucee mientras me tapaba la cara con mis manos y Cormac empieza a reír.

—Eres rara, pero eso te hace tierna ante mis ojos — quita mis manos de mí cara. — No tienes que disculparte ni mucho menos avergonzarte, es algo normal — acaricia el lado derecho de mi rostro con delicadeza.

El ciclo de la vida de Caeli ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora