call me Leo [Jenlisa]

Capítulo 16

Leo's POV

–Leo, no bajaste a almorzar ni a cenar. ¿Qué pasa?–Desde que supe que Jennie no quería saber de mí me había aislado en mi habitación y salía sólo si era necesario. Taemin tocaba del otro lado de la puerta pero terminó entendiendo que no quería que me molestaran y se fue.

Todo este tiempo aquí, solo, me había servido para darme cuenta de una sola cosa, o muchas, pero en especial de una.

Estaba enamorado de Jennie Kim.

¿Qué mas podía ser? Me sentía aturdido por todo lo que pasaba, me dolía no tenerla conmigo ni sentirme querido con la misma fuerza que yo la quería a ella. Había sido muy bueno para ser verdad y entendía que sólo le traía problemas.

Esperé unas horas más hasta que llegó la madrugada. Tenía sed y estaba empezando a sentirme mareado. Bajé las escaleras del departamento entrando a la cocina. Sabía que debía comer algo, no podía hacer los siguientes viajes del grupo ni presentarme en conciertos siendo casi un vegetal. Ni podía sentirme triste y estar apagado porque no quería que mis fans me vieran en este estado, ellos iban por un concierto no para ver un desastre emocional. Jin ya tenía mucho con qué lidiar.

A veces me encontraba deseando no ser reconocido por nadie, sólo quería llorar cuando me placiera, estando en público, viendo un buen atardecer y dejando salir todo lo que me molestaba.

Dejé ir los pensamientos y tomé un sorbo de agua, mañana por la tarde saldríamos a dar los últimos conciertos del Tour y necesitaba energía. Me preparé kimchi con arroz y mientras cortaba las cebolletas recordé que era su comida favorita.

No podía evitar encontrarla en las pequeñas cosas. Cuando escuchaba algunas canciones, al mirar lugares o recordar cosas que le disgustaban cuando las tenía frente a mí, o con sólo escribir canciones, la encontraba entre versos y no podía evitar sentirme nostálgico.

Seguí preparando el kimchi colocando las verduras en el arroz. Al terminarlo cené y volví a la habitación, comencé a subir las escaleras cuando mi teléfono sonó.

''Leo, soy Jennie, estoy en la esquina de tu casa, debemos hablar, mi celular se descargó por eso te escribí desde el móvil del chofer''.

Cuando leí aquello mi corazón comenzó a acelerarse. Si en realidad era ella iba a morirse de frío allá afuera, subí por mi chaqueta y salí de la casa corriendo. No debió salir a buscarme a estas horas, era peligroso por lo que apresuré mis pasos.

Brandon, el cuidador del lugar me miró confuso cuando me vio llegar.

–Señor Manoban, ¿a dónde va? Es muy tarde.–El hombre se acercó a mí tomando su linterna.

–Necesito salir un momento, iré a ver a alguien.

–¿Una chica?–Me preguntó dándome una sonrisa picarona.

Asentí para que me dejara salir.

–Le esperaré aquí.–Dijo regresando a la casilla para abrir el portón y salí con prisa caminando a la izquierda del lugar.

''¿En donde estás? Ya estoy afuera de la casa.''

Mandé el mensaje a Jennie recordando inmediatamente que su teléfono había muerto. Entré al chat del número del que había sido mandado y comencé a escribirle lo mismo que había mandado en el anterior cuando sentí como me cubrían el rostro con algo y me tomaban de los brazos.

–¡Suéltame imbécil!–Traté de zafarme cuando sentí como me comenzaba a desmayar. Lo único que escuché fue una voz masculina gritando que arrancaran el coche. Traté de mantenerme despierto pero no pude más y cedí.