Capítulo 17

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Jennie's POV

Habían transcurrido 36 horas desde que se había emitido el comunicado acerca de la desaparición de Leo. El escándalo que se había armado con la noticia no sólo había despertado la preocupación de Corea sino de los fanáticos de todos los países.

Me encontraba en mi habitación con los ojos inflamados y rojos. Mis ganas de salir eran inexistentes y no había trabajado en estos días a pesar de las exigencias de Donghae.

Todo era demasiado extraño. Y dentro de todo esto sabía que él tenía algo que ver. Pero no podía ir a la policía ni a los medios culpando al presidente de SM sin pruebas, sólo lograría generar más problemas. No iba a lograr nada sentada en mi habitación esperando.

–Jennie.–Rosé me sacó de mis pensamientos.

–Lo buscaré yo misma.–Dije tomando mi chaqueta y una mochila.

–¿Te volviste loca? No puedes andar por Corea haciéndola de policía.

–La policía no logrará nada porque te puedo jurar que Donghae tiene algo que ver en todo esto.–Dije molesta.

–Jennie, no estás razonando las cosas. ¿A dónde vas?–Metí lo necesario en mi mochila.–¡Jennie!–Rosé me tomó del rostro tratando de hacerme entender las cosas. Pero no iba a cambiar de opinión.

–No puedo dejar que le pase nada. ¿No lo entiendes?–Dije desesperada.

–¿Y adonde irás? Ni siquiera sabes donde está.

–Iré a casa de Donghae.–Si podía obtener información sería entrando a su computadora.

–¿Cómo piensas entrar sin que él sepa?

–Marco me dejará entrar.–Le dije.–Escucha, han pasado muchas horas y la policía no tiene absolutamente nada.–Rosé me miró preocupada.

–Iré contigo.–Negué.

–Es peligroso.

–¿Es en serio? ¿Y así piensas que te dejaré ir sola?–Después de discutir unos minutos decidí llevarla conmigo.

Subimos al coche y manejé hasta la casa de Donghae. La ciudad estaba llena de carteles y anuncios acerca de Leo. La compañía había ofrecido hasta recompensas por información pero todos resultaban ser nada más que charlatanes que buscaban dinero. Jin y los demás integrantes habían detenido todas sus actividades por Leo. No podían seguir sin él.

No confiaba en nadie en estos momentos, sabía que la policía hacía lo que podía pero cuando se trataba de Donghae las cosas se ponían más turbias.

Le indiqué a Rosé que se quedara en el auto mientras yo entraba a la casa. Aparqué el carro detrás de unos árboles cerca de la casa y salí. Eran casi las nueve de la noche cuando toqué la puerta del lugar.

–Señorita, Kim.–Marco abrió la puerta confuso por mi visita.

–Buenas noches, sé que es tarde pero dejé algunas cosas de chicas aquí.–Traté de sonar lo más natural posible con él. Marco me dio una sonrisa y me dejó pasar.

–El señor Donghae vendrá hasta mañana en la mañana, igual ya sabrás eso.–Claro que había salido de viaje, entre más lejos estuviera de todo esto menos probabilidades de levantar sospechas tendría.

–Uh, sí. Eso me dijo pero ya le he avisado que vine hasta acá por mis cosas, así que no tiene de qué preocuparse, Marco.–El hombre asintió y pasé a la habitación.

La casa de Donghae se dividía en dos partes, la parte blanca que era donde tenía la cocina, sala de estar, bar, las cosas comunes, pero había pasado suficiente tiempo aquí para saber que existía en algún lugar de la casa un cuarto donde escondía toda su información confidencial. Me asomé por la puerta de la habitación y Marco seguía sentado leyendo su revista de avances arqueológicos.

call me Leo [Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora