call me Leo [Jenlisa]

Capítulo final

Leo's POV

–Hijo...–Cuando entré por la puerta de la casa que me vio crecer por años sentí los brazos de mi pequeña mamá abrazándome. No sabía lo que era para ella perder al hombre del que alguna vez estuvo enamorada. La abracé y sequé sus lágrimas. Pude notar que se formaban unas líneas marcadas y unas bolsas notorias bajo sus ojos.

–No has descansado...–Dije con suavidad.

–He estado dando vueltas con el papeleo de defunción de tu padre. Pasó muy rápido todo.–Decía pasando sus manos por su rostro.–Cuando desperté para hacer el desayuno y no llegó me preocupé...tu papá nunca se perdía el noticiero de las mañanas, cuando entré al cuarto me di cuenta de que no respiraba...

Ella comenzó a llorar de nuevo y la abracé. Verla llorar me hacía sentir roto. Eran contada las veces que la había visto llorar. Estuvimos así unos segundos hasta que despegó de mí.

–Perdón Jennie por no saludarte de la manera apropiada, he estado bastante inestable últimamente.–Dijo en un hilo de voz.

–No tiene que preocuparse por ello.–Se acercó a mi madre y la abrazó.–Lamento mucho lo que pasó. Si hay algo en lo que pueda ayudarla o si necesita hablar estoy aquí.–Soltó Jennie.

–Gracias...–Se separó y miró nuestras cosas.–Pueden dejar las cosas en tu habitación, hijo. Hablaré con tu tía Catalina, si no vuelvo te mandaré mensaje para que me alcances.

Asentí y acarició mi hombro antes de salir. Dirigí a Jennie mi antigua habitación. Mi casa no era un palacio pero era bastante grande. El ser hijo único me había dado la mejor habitación de la casa.

–Por aquí.–Abrí la puerta y dejé mi maleta en el suelo.–Déjala donde quieras, ya luego arreglamos las cosas, ¿vale?

Ella asintió. Parecía bastante curiosa por mi cuarto, ya que en cuanto dejó sus maletas en el suelo miró toda la pared llena de frases de novelistas famosos.

–Kafka...–Dijo leyendo la frase rayada en mi pared.–Te sentías así. ''No puedo hacer que nadie entienda lo que está sucediendo dentro de mí''.–Recitó.

–Ni siquiera puedo explicarlo a mi mismo.–Concluí. Ella se acercó a mi colocando su cabeza en mi hombro.

–¿Ya no te sientes de esa forma?–Preguntó mientras nos sentábamos en la cama.

Sonreí y negué.–Sé lo que pasa dentro de mí ahora. Lo único que tiene de razón esa frase ahora es que no puedo hacer a las personas entender por más que quiera. Nadie debería dar explicaciones de su sexualidad.

–Las personas le dan mucha importancia a eso, como si fuera un carta de presentación.–Dijo con razón.–¿Estás bien?–Preguntó después de unos segundos.

–Sí, me siento tranquilo...aunque no puedo decir lo mismo de mi mamá.–Ella me miró triste.

–Pasó toda su vida con él...era su compañero, pero sé que estará bien, sólo necesita tiempo y apoyo.

Asentí mientras miraba nuestras manos entrelazadas.–Te dejaré para que te duches, estaremos fuera un buen rato, ¿quieres que te prepare algo de comer?–Ella asintió levantándose.

–Bajo en un momento.–Jennie dejó un pequeño beso en mis labios y salí del cuarto.

Debía firmar algunos papeles para la licencia de entierro de mi padre, por lo que alcanzaría a mi mamá después para poder hacer los últimos papeleos. Me sentía extraño estando en casa, no había sido bien recibido en los últimos años desde que me fui. Y ahora que estaba aquí era diferente.