call me Leo [Jenlisa]

Capítulo 25

Jennie's POV

Sentí mi cuerpo entrando en calor cuando desperté. No eran ni de cerca las dos de la tarde, lo sabía porque el sol apenas comenzaba a salir y podía verlo por la ventana.

Abrí los ojos parpadeando más veces para enfocar la imagen que tenía al frente. Estaba abrazada a él, su cuerpo irradiaba una oleada de calor haciéndome sentir más cálida. Toqué su cabello recordando lo que había pasado la noche anterior antes de que cayéramos en un sueño profundo.

Me amaba.

Lo miré por más tiempo detallando sus rasgos y notando como sus párpados se movían mientras tenía sus ojos cerrados. Estaba más que satisfecha sobre mi sueño por lo que me levanté con cuidado de no despertarlo y me coloqué una de las camisas que él había traído.

Se miraba bastante tierno en esa posición por lo que tomé mi cámara e hice una foto de él antes de salir a preparar el desayuno.

Salí de la habitación y pensé en que no me había sentido tan plena en tanto tiempo. Mi vida iba bastante bien a pesar de que para llegar a esto, tuviera que pasar por cientos de problemas en todos los ámbitos de mi vida. Por primera vez en mucho tiempo, sentía que era lo que merecía. Me gustaba el sentimiento que se había instalado en mi los últimos días, Leo había caído en el tiempo correcto en mi vida, tal vez porque era la persona correcta.

No habíamos traído muchas cosas para cocinar pero si contaba con algunos ingredientes para preparar algo de café y hot cakes.

Comencé a preparar el desayuno rompiendo los huevos en el tazón celeste para hacer la mezcla. Seguí los demás pasos cuando miré a mi izquierda y él estaba apoyado en la entrada de la cocina mirándome.

–Te ves preciosa con mi ropa.

–¿Tú crees?–Dije colocando la mezcla en el sartén.

Leo se acercó a mi abrazándome por detrás.–Hola.

–Hola.–Dejó un beso en mi mejilla, su cabeza estaba apoyada en mi hombro mientras cuidada que el panqué no se quemara.–¿Quieres café?–Pregunté.–Para que lo prepare...

–No, mi amor, yo lo hago.–Sonreí al escucharlo llamarme así por primera vez.

Comenzó a preparar el agua caliente y sacó las tazas de la lacena. Si había algo que me encantaba de él era lo mucho que me apoyaba en todo, entendía que nuestra relación tenía que ser totalmente recíproca.

Serví los hot cakes en los platos buscando la miel.

–¿Desayunamos?–Pregunté.

–Sí, ya llevo el café a la mesa.–Me hice camino a la mesa dejando los platos y Leo hizo lo mismo segundos después con el café.

–Huele delicioso.–Dijo.–Todo lo que cocinas, en realidad...

Sonreí.–Nuestros hijos tendrán padres que cocinan así de bien.–Dije y me di cuenta de lo que había dicho.–Dios, perdón, soy una intensa de lo peor, no quise decir que vamos a tener...

–Eh.–Leo acercó su silla a mi colocando su mano en mi cabeza.–No eres intensa por decir lo que sientes o piensas...y si eso es ser intensa, prefiero esa parte tuya que alguien que se calla todo. Me gusta que siempre seas todo o nada.

Lo besé en los labios para luego dejar uno más en su nariz.–Eres tan dulce.–Dije.

Seguimos desayunando y conversando acerca de lo que haría esta semana. Iba a viajar de nuevo con su grupo para finalizar la promoción del álbum y volvería a Corea para cerrar con un concierto final.