call me Leo [Jenlisa]

Capítulo 14

Jennie's POV

Extendí mi mano buscando la manta para cubrirme, la temperatura había bajado durante la madrugada y moría de frío. Moví mi mano pero no di con la manta, me sentía tan cansada que preferí quedarme en la cama con frío.

¿Qué hora sería? No veía la luz del sol por la ventana, miré a mi lado y los números rojos indicaban que eran las cinco y media de la mañana, debía levantarme en media hora.

Busqué mi teléfono y estaba descargado por lo que lo dejé en la mesita de noche y fui a la cocina a hacerme un té.

–¿Rosie?–Ella sólo se removió y volvió a acomodarse en la cama así que no la levanté.

Ya estaba acostumbrada a este ritmo de vida, el mismo donde vas a entrevistas, regresas por sesiones, te arreglas para reuniones y aún así deben quedarte ganas para responder preguntas y no ser tachada de antipática y creída. Pero el hecho de que ya estuviera acostumbrada no quería decir que mi cuerpo soportara al cien por ciento. Hoy era uno de esos días en los que iría a una entrevista a hablar sobre mi álbum y mis giras, luego tendría una sesión para Tommy H. Y grabaría un cover para mis fans, pero eso era algo que disfrutaba.

Coloqué la tetera en la hornilla de la estufa y me senté en el sillón para terminar de despertar.

–Kuma, ven pequeño.–Kuma había sido mi compañero por años. Sentía que el me entendía a pesar de no hablar, cada vez que estaba triste o que algo me preocupada era capaz de captarlo.

El tiempo pasó y me levanté a servir el agua caliente en la taza que había comprado en California, dejé el sobre de té de verde esperando a que liberara su contenido.

–Jennie...–Alcé la mirada y Rosé estaba parada frente a mí con una expresión que no supe leer.

–¿Buenos días?–Ella se acercó a mi y me abrazó dejándome sin entender nada.–¿Qué pasa?

Rosé me extendió el móvil mostrándome una foto. Aquella imagen hizo que mi cuerpo se inundara de nerviosismo, comencé a respirar pesadamente, me sentía fuera de lugar. ¿Qué había hecho mal? Estaba segura de que nadie estaba viéndonos pero no fue así, justo frente a mi tenía una foto de Leo y yo dándonos aquel beso en el estacionamiento del departamento.

–Jennie...lo siento mucho.

Sabía que estaba a punto de venir ahora, no había tenido un ataque de pánico desde hace dos años, me sentía atrapada entre cuatro paredes sin poder respirar.

–Ro...Rosie...–Comencé a sollozar mirando a todos lados, sentía bastante miedo y lo único que hizo Rosé fue abrazarme mientras me acurrucaba en la esquina de la cocina con las manos abrazando mis piernas.

–Está bien, Jennie, estoy aquí, mírame, Jennie.–Rosé tomó mi rostro entre sus manos. Sabía exactamente qué hacer cuando sufría un ataque de pánico ya que había estado presentes en muchos de ellos.

Sentía mi corazón latir al tope haciendo que mi pecho doliera, los ataques de pánico siempre habían sido lo que más odiaba, odiaba los mareos y la desesperación, pero nada se comparaba a la sensación de morir.

Rosé tomó una de las bolsas del cajón dejándola a mi lado en caso de que vomitara.–Estás bien, Jennie, tu cuerpo está bien, nadie quiere hacerte daño, ¿si? Estás segura aquí conmigo. ¿Puedo tocarte?

Negué mientras seguía entre sollozos. Lo único que ella hizo fue sentarse a mi lado mientras comenzaba a cantar mis canciones favoritas.