4 - Mi Mundo

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—¿Entonces es como si vinieras de otro mundo?

—No sabría decirlo de otra manera—dije encogiendome de hombros viendo a Jungkook acomodando su traje para el día siguiente.

—¿Y por qué no puedo ir?—puchereó.

—Porque eres un humano—contesté en un tono obvio.

—No me subestimes por ser un humano, y cambiando de tema nunca me has dicho que eres exactamente— suspiré y él sentó en una esquina de la cama.

—No lo entenderías.

—Puedes explicarlo—alcé un poco la cabeza de la almohada para verlo mejor, es inteligente de eso no tengo duda, pero temo asustarlo un poco con eso.

Volví a suspirar mirando un punto fijo en el techo y perdiendome en los dibujos que se encontraban en este, me encontraba acostado en su ancha y larga cama desde que traspase aquel espejo que es mi puerta de un mundo a otro, no tenía muchas energías y Kook estaba bastante tranquilo así que no había algún problema, aunque su tranquilidad en cierta parte era extraña, él no es así.

—¿Y Thulus? —pregunté en un vago intento de cambiar de tema.

—Seguro está haciéndole alguna travesura a alguna de mis cuidadoras—arrugó un poco su nariz en signo de molestia y fue ahí cuando me percaté que en todo el día no había sonreido.

Y también recordé que su papá se casaba mañana.

Me levanté por fin de la cama estirandome y escuchando algunos de mis huesos tronar, bostezando caminé hasta quedar enfrente de él llamando la atención de su pérdida mirada inexpresiva, me acuclillé escuchando mis rodillas tronar, su expresión por fin cambió a una de sorpresa y dijo:

—Creo que debes hacer más ejercicio, Tae.

—Eso no importa, solo necesito que me cuentes lo que pasa por tu cabeza, conejito— dije con indiferencia ocultando un atisbo de preocupación.

—Estoy bien.

—No lo estás.

—No quiero hablar.

—Eso definitivamente es grave—me dio un ligero golpe con su zapato en mi brazo y reí por su comportamiento.

—Te diré si tu me respondes lo que te pregunté hace un rato— cómo mencioné anteriormente es muy inteligente, asentí y por primera vez en el día ahí estaba su bonita sonrisa.

—Empiezas tu, Kook— me dio una mirada de "¿y por qué yo?"

Tu iniciaste con esto.

—Pero tienes que cumplirlo, Taehyung.

—No he hecho nada para que me hables por mi nombre—alcé una ceja y me puse de pie con los brazos cruzados.

—¿No te gusta?

—Prefiero el Tae o ese apodo que luego me dice-

—TaeTae~— canturreó con esa sonrisa que se le hacían arruguitas en las esquinas de sus ojos de ciervo.

—Si ese— dejé de mirarlo como casi siempre lo hacía; siempre que sonreía así el estómago casi me explota y me daban unas inmensas ganas de sonreír con él o abrazarlo.

Tal vez es una de mis debilidades.

Negué con la cabeza y sentí su mirada curiosa.

—¿Pasa algo? — preguntó.

—No para nada— sonreí de lado — ¿En qué estábamos?

—¿Yo hablaré primero?

—Te escucho—sus ojos brillaban y su expresión se volvió triste, sus labios se formaron una línea y juraba que en su mente estaba debatiendo en mentir o decir la verdad. Esa expresión la conocía demasiado.

—Sin mentiras— ordené con una voz más gruesa que hasta él se encogió.

—Y-yo no quiero—empezó, se acomodó mejor y agachó la cabeza— No quiero que se casen, aunque ellos sean felices hay muchas personas que no lo serán, mi papá me importa mucho y yo sé que esa mujer es mala, tu has escuchado como le grita a algunos sirvientes, a los guardias, incluso a los animales que hay en el jardín, escuché que quería sacarlos de ahí y abandonarlos en el bosque, pero ahí hay osos, lobos y otros animales que pueden matarlos— su voz se quebró en las últimas palabras— N-no quiero que mueran, Tae, son lindos y se dejan acariciar y-y Pom esta embarazada, ¿y s-si  su-s gatitos mueren? Eso no puede pasar—negó con la cabeza y soltó un hipido.

Me recosté de forma que mi cabeza quedara en su regazo, sus ojitos estaban rojos e inflamados por las recientes lágrimas y su nariz roja con un poco de rubor en sus mejillas, algunas lágrimas cayeron en mi cara y con mis dedos las limpié haciendo lo mismo con las suyas, miró hacía un lado con verguenza; no le gustaba que lo vieran llorar.

Y a mí no me gustaba verlo llorar.

Tomé su cara entre mis manos para que me mirara, no quería ceder pero terminó haciéndolo, le dí mi mejor sonrisa y me incorporé un poco para abrazarlo.

—¿En verdad no quieres que se casen? — Kook negó correspondiendo mi abrazo.

—Los he visto discutir y siempre rompen cosas, me da miedo.

—Pued—me interrumpí para procesar lo que diría, ¿era egoísta quitarle la "felicidad" a esos dos humanos para salvar la de muchos otros?

—¿Qué cosa? — se separó del abrazo posando sus manos en mi pecho.

—Puedo saber si tú Noona y tu papá son el amor verdadero del otro.

—¿Tienes magia? — preguntó curioso y sorprendido.

—¡N-no! — vociferé el puso una mano en mi boca para callarme

—Te escucharán, Tae— quité lentamente su mano de mi boca.

—Puedo saberlo y si no lo son p-puedo evitar su unión— Jungkook poco a poco empezó a sonreír y me abrazó muy pero muy fuerte.

—Gracias, gracias, gracias, gra-

—Necesito aire

—Lo siento, lo siento— se separó un poco y volvió a hablar— Eres genial, Tae, te quie- bajó su mirada avergonzada y se levantó de la cama rápidamente.

Adorable pensé viéndolo jugar con sus manos.

—Voy por unas cosas entonces, Kook— avisé caminando hacía el espejo de cuerpo completo situado justo enfrente de su cama, le dí varios toques con mis nudillos hasta que mi mano logró traspasar el vidrio, le di una mirada de soslayo viendo sus hermosos orbes oscuros tan brillantes como una estrella, por un momento me sentí agraciado y con un alto ego por tener la atención de esos ojos. Empecé a traspasar el espejo pero unas repentinas ganas de decirle algo paró aquella acción dejando la mitad de mi cuerpo afuera, le sonreí y dije:

—Creo que yo también te quiero, conejito.















@lily_army2107














Little Demon ™/ TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora