Little Demon ™/ Taekook

10 - Desolado

Angel By The Wings - Sia

-¿Puedo jugar con él un rato?

-No, come.-ordenó el Rey, su padre.

-Pero ya terminé

-Acompañaras a tu madre a una clase, no puedes jugar ahora.-ordenó, frío, sin sentimiento.

Como siempre...

-Pero quiero jugar con alguien, con una persona.-puchereó.

-He dicho que no, Yerim, no me hagas perder la paciencia.- la niña bajó la cabeza, sumisa.

-Esta bien, lo siento.

◦•●◉✿ Y ✿◉●•◦

-¿Puedo enseñarle mis juguetes?- el niño con entusiasmo preguntó cuando una bonita niña se atravesó en su campo de visión. La princesa.

-No lo sé, príncipe, tal vez va a algún lado con su majestad.- contestó el cochero mientras acomodaba un poco las riendas de uno de los caballos del hermoso carruaje con tonos rojizos contrastando con los dorados.

-¿Puedo preguntarle si quiere jugar? - el hombre frunció los labios y enarcó una ceja fijando su vista en ambas mujeres.

No perdería nada con que Jungkook fuera a preguntarle.

-Vaya con cuidado.

-Gracias.- el pelinegro se levantó de los aterciopelados asientos, no se preocupó en bajar la pequeña escalinata simplemente la saltó ganándose una llamada de atención por parte de su mayor. Corrió hasta donde se ubicaban ambas mujeres, la Reina paró su caminata para concentrarse en el pequeño que se acercaba.

-¿Qué se te ofrece?- su voz era tranquila y suave, ni muy aguda pero tampoco grave.

-Umh... Eh.- Jungkook se sintió repentinamente tímido.- Quería preguntarle, majestad, si sería de su a-agrado... darme el permiso de poder jugar con la princesa.- pidió con su voz un poco más suave de lo normal con sus manos entrelazadas en su espalda baja.

-Bueno... - dudó la mayor.- ¿Qué opinas, mi niña?- La menor asomó un poco la cabeza detrás de su escondite; el vestido de su madre, viendo al lindo príncipe ansioso por una respuesta. Yerim haló un poco la manga de su madre en señal de que quería que se acercara, hizo caso y se hincó un poco para escuchar lo que su hija tenía que decir.

-¿Papá no se enojará?-susurró, la Reina negó.- Pero tenemos que ir a la clase.

-Estas lo suficientemente educada por ahora, solo será hoy, el Rey de Seoul sólo vino de visita unos cuantos días y también sé lo emocionada que estabas cuando te enteraste que tenía un hijo casi de tu edad.- la niña sonrió.- Ni siquiera te gustan las clases, Yerim.- se burló pero de inmediato su semblante se tornó serio.- Se ve que es un buen chico pero en caso de que llegue a hacerte algo no propio de un juego, no dudes en venir a decírmelo, sabes que no confío mucho en los hombres.

-Lo sé, mamá, lo has repetido muchas veces.- la Reina se levantó posando sus bonitos ojos en Jungkook causándole gracia por la mirada curiosa que tenía plasmada. La cabeza del niño se inclinó un poco a la derecha y a la mayor le encantó su ternura.

-Tienes mi permiso, estaré por este jardín si se les ofrece algo a ambos y por nada se metan al jardín principal.- ordenó.