HARRY TIENE UNA HERMANA |"Yo la di a luz, pero ella no es mi hija. El poder de Lily era excepcional y vio por la vida de su bebé no nacida"
James y Lily Potter lo tenían todo: el amor por el otro, una casa acogedora y un precioso niño. Esto cambió c...
La mente de Isabelle daba vueltas atravesando limites no deseados, las palabras que Harry Potter había dicho la mantuvieron pensando durante noches enteras, tanto que había olvidado mandarle una de sus cartas semanales a su madre; aunque ha de aceptar que eso también era en parte porque no encontraba las palabras necesarias para informarle de ello y preguntarle si lo que le habían dicho acerca de Sirius Black era cierto. Tal vez estaba asustada por la respuesta, tal vez todo era cierto, sino ¿por qué Harry inventaría tal cosa?
Su madre nunca hablaba de su padre, tal vez esa era la razón, no quería que supiera que era producto de un criminal que era buscado por todo el mundo mágico, incluso pensó que si le hubiese dicho ese pequeño detalle habría dejado de preguntar sobre él, aunque sabía que eso era mentira porque en ese momento más que nunca quería saber acerca de Sirius Black.
Aquellos pensamientos ocupaban su mente día y noche distrayéndola incluso en clases, tanto que ya habían pasado veinte minutos de haber iniciado cuando se dio cuenta de que el profesor Lupin no era quien le enseñaba defensa contra las artes oscuras. Era algo a lo que se había empezado a acostumbrar, el profesor Snape era quien impartía esa clase cada cierto tiempo, desde que inició el curso había suplido a su maestro regular unas cuatro veces.
—Señorita Black, si no va a prestar atención le ruego que se retire del aula —aquello llamó su atención de manera vaga y se acomodó en su asiento haciendo entender al profesor que no se iría y prestaría atención.
Snape le envió una mirada cuestionando su actitud extraña y silenciosa, algo poco normal en aquella pequeña a la que había enseñado por cuatro meses y cuando comenzó a tomar notas en su pergamino entonces continuó con la clase manteniendo una ligera preocupación creciente a la inusualidad. Después de una lectura bastante estructurada sobre los murciélago vampiro, la clase por fin había terminado y Snape pudo notar la prisa y desgracia con la que Isabelle Black quería abandonar el aula.
—Isabelle —le llamó por su nombre de pila llamando su atención— unas palabras.
La niña asintió y permaneció en su lugar en silencio hasta que el último alumno salió; Severus no había podido dejar de pensar en las palabra que Carina le había dicho la última vez que se vieron, el hecho de que aquella niña era tan parecida a una de las únicas dos personas que fue capaz de amar se encontraba en un estado devastador le hacía querer hacer algo al respecto, como si aquello fuera lo único que podría hacer por Lily reivindicándose de alguna forma, además también estaba el hecho de que de no haber sido por los catastróficos acontecimientos en la historia del mundo mágico aquella niña sería su ahijada, en lo más profundo de su ser quería pensar que eso aún era posible.
—Su entusiasmo en esta clase no ha sido como de costumbre —comenzó Snape mientras solo veía los mechones pelirrojos de la niña debido a su cabeza baja— ¿hay alguna razón para ello?
Pero Isabelle no se veía dispuesta a contestar o no sabía cómo hacerlo, lo cierto es que el profesor Snape la había tratado muy bien desde que llegó a la escuela y era de los pocos profesores que la trataban de esa manera, había pillado a la profesora Sprout vigilándola en cada clase con una mirada alarmada y al profesor Flitwick dar pequeños saltos cada vez que ella hacía un movimiento brusco. En ese momento, Snape creyó que la pequeña no se sentía en plena confianza con él y al no ser el jefe de su casa no podía hacer nada al respecto, pero todo estaba más lejos de eso, Severus había empezado a significar mucho en la vida escolar de Isabelle, empezando por los rumores que había escuchado sobre él con apodos despectivos y quejándose de la terrible persona que era, cuando le había demostrado todo lo contrario, ella sentía que en algún punto ambos vivían algo similar en el castillo siendo comidilla de los estudiantes de Hogwarts solo por ser quienes eran.
—Se que no puede ser mucho de mi incumbencia —continuó el profesor— pero como tu profesor y siendo testigo de la excelente estudiante que es, debo verme obligado a enviar una carta a su madre sobre las distracciones que tiene últimamente...
—¡No! —saltó entonces la niña y se encogió después de aquel arrebato— por favor no le diga nada, yo...
—Si es algo que te está afectando personal y académicamente debo decírselo —comenzó suavizando aún más la voz— tal vez no lo sepas, pero tú madre y yo fuimos compañeros de casa, podemos hacer algo para ayudarte si me dices al menos a mí qué es lo que pasa.
—Es que no lo entendería —sus ojos comenzaban a acumular lágrimas.
Snape de pronto se sintió incómodo ante ello, no sabiendo que hacer se removió un poco sobre su lugar, pero no quería dejar así a la pequeña, era algo que Carina nunca le perdonaría incluso cuando en ese momento no era su mayor admiradora, si pudiera ayudar a su hija sería un paso más para arreglar las cosas.
—Inténtalo —su voz profunda y pausada hicieron que Isabelle tome una pequeña respiración para comenzar a hablar, en ese momento pensó que si el profesor Snape había convivido con su madre, le podría ayudar de alguna manera.
—Me han dicho algo acerca de mi familia, es algo muy malo y no quiero que sea cierto, pero creo que si lo es.
En ese momento, Snape sintió pánico porque aunque Carina no le había contado toda la historia de Isabelle si que sabía parte de ella y como primer pensamiento quiso enviar un patronus a Carina porque si esa era la situación, en realidad no sabría cómo actuar. En lugar de ello y al notar que hablar de ello afectaba a la niña decidió no decir nada y en cambio, con lentitud e incomodidad posó una de sus manos en su hombro y dio un pequeño apretón demostrando de esa manera apoyo y esperando que aquel gesto le transmitiera fuerza.
—Creo que deberías mandarle una carta a tu madre, o si lo deseas, podría decirle que venga por ti —Isabelle negó enseguida ante lo segundo— en todo caso ella merece estar al tanto de esto y estoy seguro de que podrá darte la respuesta que buscas.
Ella se mantuvo con la mirada baja mientras pensaba en las palabras de su profesor llegando a la conclusión de que lo que decía era verdad, si alguien podría darle respuestas era su madre. Terminó asintiendo y poniéndose de pie de un salto lista para ir a escribir su carta, lo primero que hizo fue tomar un impulso y rodear con sus cortos brazos al profesor haciendo que este quedara estático y sin saber qué decir. Antes de que pudiera responder, ella ya se había separado y lo miraba con una sonrisa, Severus recordó en ese momento la primera vez que había conocido a Lily y por un pequeño fragmento, ante solo una cautelosa mirada, el acto de la joven Isabelle Black había logrado que las comisuras de los labios de Snape se levantaran casi de manera imperceptible, pero estuvo ahí.
Ella salió corriendo y él se quedó en el mismo lugar. Después de debatirse años después logró tomar ese momento como el día en el que la niña sonriente y pelirroja se volvería importante para él y que daría incluso su vida para salvar la de ella.
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Publicidad time! Yo sé que les he fallado, no publiqué la semana pasada y en esta actualizo tarde, ¡pero no se preocupen! esta noche habrá doble actualización jij.
Okay, pero este espacio molesto de publicidad va por esto! He creado este banner hoy y lo que dice es verdad, ¡Material exclusivo de todas mis historias! y eso obviamente cubre "Harry tiene una hermana" son libres de seguirme en todas ellas jaja.
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