Harry tiene una hermana

12. Trozos de verdad

La vida siempre daba muchas vueltas, a veces parecía un remolino indispuesto a parar que se llevaba todo a su paso. Isabelle comparaba todo lo que pasó en los siguientes diez minutos desde que Harry y Hermione entraron con las olas del mar en una noche ventosa y de tormenta; todo era un caos y ella se había mantenido en su misma posición sentada en la silla del fondo mientras observaba como de la nada Harry se lanzó contra Sirius hasta tirarlo al suelo y le apuntó con la varita. El chico tenía una mirada que le había causado terror desde el primer momento e Isabelle se levantó de su lugar hasta meterse entre ambos.

—¡Harry, no! —gritó Isabelle asustada viendo cómo atacaba a Sirius— ¡detente!

—Todos tenían razón en Hogwarts —advirtió el chico de gafas con rencor— tu dejaste meter a este asesino al castillo, eras parte del plan y sólo nos utilizaste...

—No te usé, Harry —contestó con voz calma, pero algo afectada con sus palabras— a Sirius lo conocí hace poco, pero no es como todos dicen, él es bueno...

En ese mismo instante se plasmó sorpresa en los rostros de los jóvenes pues fue el profesor Lupin quien entró al lugar y más sorprendente aún para Isabelle fue que su madre también lo había hecho, el primero desarmó a Harry y Carina tomó a Isabelle por los brazos y la acercó a ella con más fuerza de la debida. 

—No te creo —dijo Harry estando contra la pared— lo has ayudado para llegar a mí, para que pueda matarme y terminar lo que inició traicionando a mis padres. Y usted profesor, confiaba en usted y todo este tiempo estuvo trabajando con él.

—Las cosas no son como crees, Harry —respondió Remus con cuidado— yo también creí que el causante de la muerte de Lily y James era Sirius hasta hace poco, pero Carina me ha contado la verdad y tú me la confirmaste cuando el verdadero hombre que los traicionó apareció en el mapa.

—Peter Pettigrew —aportó Carina al ver la cara de confusión del chico— sé que ahora no confías en nosotros, Harry, pero él está aquí y tenemos que hacer esto cueste lo que cueste.

Sirius hizo un ademán de acercarse a donde el trío de oro se encontraba, pero la voz profunda de otro adulto que todos reconocían con facilidad interrumpió el momento lanzando un hechizo desarmador al primer mencionado. Todo volvió a ser un caos con Carina intentando explicarle, pero él sin escuchar, con Remus poniéndose delante de Isabelle para evitar algún accidente, pero ella arrodillándose para ver a Sirius que aún estaba en el suelo y Harry tomando la varita de Hermione para que en un segundo lanzara a Snape un hechizo dejándolo inconsciente.

Aquel último movimiento había sido suficiente para llamar la atención de todos y en ese momento Harry apuntaba a los adultos con la varita mientras ellos lo miraban con calma, aunque Sirius en realidad mantenía fija la vista en las manos de Ron que aún sostenían a Scabbers, Isabelle no sabía qué hacer mas que quedarse estática en el lugar mientras lo observaba todo y sentía la tensión que en el aire se dispersaba que había comenzado desde la mirada ardorosa de Harry hacia ella no mucho antes de que todo esto ocurriera.

—Isabelle —susurró su madre en el silencio con calma precavida— sal ahora mismo.

Pero ella se negó con rotundidad y en cambio, se acomodó a un costado, a lado de la puerta, para que en dado caso pudiera hacerlo, pero no quería ser una niña asustadiza en ese momento.

—Cuéntame sobre Pettigrew —dijo Harry por fin a punta de varita.

—Era nuestro amigo —comenzó Remus— o eso creíamos...