Cuando Harry le dijo sobre el hechizo que enseñaría en la clase del E.D ese día, Isabelle no pudo evitar emocionarse hasta el punto de dar saltos en lugar de caminar.
Recordaba que en su primer año, había visto a Harry y a Remus practicar el encantamiento patronus y le había fascinado tanto que lo practicó durante días sin ningún resultado, pero teniendo en mente que algún día lo lograría.—Debe ser un recuerdo poderoso, el más feliz que tengan —explicó Harry— el patronus corpóreo es algo muy difícil de lograr, pero al hacerlo les brindará protección suficiente ante cualquier ataque.
Por su puesto, Isabelle no consideró el hecho de que era magia avanzada y uno de los hechizos más difíciles que había intentando en su joven vida de bruja.
Las palabras Expecto Patronum volaban de un lado a otro dentro de la sala de menesteres junto con luces azules que apenas tenían densidad y otros más cercanos a la forma de un animal, Isabelle apenas lograba sacar destellos de luz blanquecina sin que nada extraordinario pasara. Estaba a casi nada de rendirse mientras se cubría el rostro con las manos para intentar ocultar su vergüenza y frustración.
—¡Incluso Colin pudo hacerlo! —se quejó cuando vio el animal que salió de la varita de su amigo.
—¿Qué se supone que significa eso? —actuó ofendido el mencionado sin poder evitar reír junto con ella después de eso.
—Tal vez no lo estás haciendo bien —dijo Ginny acercándose mientras guiaba a su esplendoroso caballo cerca de ellos— intenta con otro recuerdo.
Isabelle no sabía que recuerdo podría utilizar para ello, no creía que el recuerdo de Carina regalándole su primera muñeca era lo suficiente feliz para realizar ese hechizo. Tuvo una buena infancia, así que su vida estaba llena de buenos recuerdos, el problema era que ninguno era tan poderoso como debía.
Se puso a pensar en lo que su vida se convirtió en los últimos tres años; si antes la felicidad la daba por sentada, cuando se enteró de la realidad de su verdadero origen fueron muchos los momentos que pintaron de gris aquel mundo rosa que se había construido hasta los once años y por ende, los momentos felices tenían mucho más peso que los anteriores.
Fue entonces que llegó a la conclusión de que estaba pensando en el regalo equivocado; no era la muñeca que le regalaron a los seis años, sino, el regalo que obtuvo esa misma navidad.
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Ocurrió durante la madrugada del veinticinco de diciembre; si bien la tormenta extendida dentro de su cabeza prometía no poder dejarla dormir, solo bastaron unos minutos para que sus ojos por fin se cerrarán debido al cansancio que ese día había traído. Despertó muy temprano el día de navidad acurrucándose en la comodidad sedosa de las sábanas de su cama; volteó a ver a Hermione que aún dormía, sabía que había entrado muy tarde la noche anterior y fue por eso que no hizo ningún tipo de ruido para no despertarla, sabía que era temprano, pero ella ya estaba dispuesta a bajar a desayunar y justo cuando se sentó en la cama, sintió sobre sus pies algo duro que al haberlo tocado hizo un extraño ruido, como de papel de regalo.No se equivocó, estaba envuelto de tal manera que hasta a los más quisquillosos les daría pena romperlo, pero la intriga de lo que había dentro después de leer la pequeña nota escrita en la impecable letra de Carina fue yendo en ascenso.
"Sé que Harry tiene una, así que creí que tú también deberías. Feliz navidad, Izzy"
Al abrir el regalo, lo único que pudo hacer fue evitar que las lágrimas acumuladas en sus ojos cayeran, pero mientras más observaba aquel objeto era más imposible. En ese momento se dio cuenta de que no importa a lo que había ocurrido, tener a Carina como parte de su familia, incluso cuando no era de sangre, era lo más feliz que le había pasado en la vida, que sino fuera por ella, Isabelle no existiría y por eso, estaría toda la vida agradecida por ello.
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Harry tiene una hermana
FanfictionHARRY TIENE UNA HERMANA |"Yo la di a luz, pero ella no es mi hija. El poder de Lily era excepcional y vio por la vida de su bebé no nacida" James y Lily Potter lo tenían todo: el amor por el otro, una casa acogedora y un precioso niño. Esto cambió c...