Harry tiene una hermana

16. Detrás de la puerta

Barty Crouch estaba muerto. Aquello había reventado la burbuja en la que Carina se había encerrado cuando el curso comenzó, haciéndole recordar la verdadera razón por la que había entrado a Hogwarts. Ya habían pasado semanas del acontecimiento y seguía sin poder creer que el ministro de magia se negara a cancelar el torneo en un momento crítico. Carina estaba casi segura de que cualquiera que fuera el plan de los mortífagos, se llevaría a cabo muy pronto.

Por eso fue que después de una eterna conversación poco menos que civilizada con el director de Hogwarts, llegaron a la conclusión de que era el momento justo para comenzar a desempolvar los viejos secretos que se habían dejado en el olvido la noche en la que James y Lily fallecieron.

—Debemos estar preparados.

Fueron las palabras exactas de Dumbledore que resonaban en su cabeza con cada paso que daba mientras caminaba hacia su destino. Tuvo que salir a media noche para asegurarse de que ningún alumno pudiera verla y después de lanzar un hechizo al Sauce boxeador se adentró al pasadizo que este con recelo resguardaba.

La casa de los gritos no había cambiado nada, pues nadie la había visitado desde que Peter Pettigrew escapó el año pasado, fue por eso que ese lugar había sido el destinado para acoger durante esa reunión a las dos personas menos favoritas del ministerio de magia del momento.

—Te has tardado —dijo una voz quejumbrosa haciéndole sonreír y olvidarse de lo que pasaba por unos segundos.

—No me has visto en meses y lo primero que haces es quejarte.

Ambos sonrieron y se dieron un abrazo acogedor lleno del calor familiar que ambos necesitaban en un momento como ese.

—Cada vez que se reúnen es lo mismo —sonrió Remus al ver el saludo de ambos primos— hola, Carina.

La mujer se separó de Sirius sólo para acercarse al castaño y brindarle un abrazo igual de cariñoso que había tomado por sorpresa al hombre mientras Sirius los veía con una sonrisa y una mirada sorprendida.

—Bueno, suficiente cariño —aquella felicidad se convirtió en tensión cuando Sirius se propuso a cambiar de tema— tú me dijiste que venir a Hogwarts era peligroso, ¿a qué se debe esta reunión de emergencia?

Carina los observó a ambos por un buen par de segundos analizando sus rostros y tal vez intentando adivinar la reacción que tendrían cuando les dijera lo que estaba sucediendo. Soltó un suspiro y ante la desesperación de ambos hombres, por fin se decidió a hablar.

—Barty Crouch está muerto.

—¿Qué? —fue Remus quien habló primero mientras Sirius se volteaba para patear alguna basura abandonada en el suelo— Pero si no han dicho nada en El Profeta.

—Y no lo harán —repuso la mujer— Fudge insiste en que nada sucede y se negó a cancelar el torneo.

—Bueno, el hombre está muerto y no piensan revelarlo porque son unos cobardes —aportó Sirius— ¿su muerte tiene que ver con algo?

—La marca está ardiendo ahora más que nunca —confesó— lo que sea que pasará, no demorará en suceder y mucho me temo que ya es tarde para evitarlo.

—¿Entonces cuál es el punto de esta reunión?

—Dumbledore y yo hemos estado hablando las últimas semanas, especialmente desde el asesinato —su mirada vagaba entre uno y otro— él dice que debemos estar preparados y la mejor manera para comenzar es reuniendo a la orden.

—¿La orden? —preguntó Sirius con un resoplido— la mitad de ellos están muertos y la otra mitad tal vez no quiera saber nada de eso.

—Entonces tenemos que encontrar nuevos miembros —Sirius asintió tocándose la barbilla sabiendo que aquello era inevitable— pero necesitamos un lugar para reunirnos.