—Estoy bien, Sra. Jones, realmente lo estoy. —Para la consternación de Marguerite, la Sra. Jones continuó a su alrededor mientras ella trataba de subir las escaleras. —Estoy cansada por el viaje.Entró en su habitación y trató de cerrar la puerta detrás de ella pero no fue lo suficientemente rápida como para deshacerse de su compañía que seguía mostrando muestras de preocupación. Marguerite se quitó el sombrero y se frotó las sienes doloridas. En lugar de regresar con Taehyung había rogado regresar con una de las otras parejas. Por desgracia la pareja no había disfrutado su fin de semana juntos y había sido testigo de una fina discordia conyugal durante las tres horas de viaje.
—¿Voy a enviar por un poco de té, debería? —Preguntó la Sra. Jones.
—Eso estaría bien y tal vez una tisana para mi dolor de cabeza. —Se las arregló para sonreír. —Gracias, Lily.
—No es nada, querida. —La Sra. Jones inhaló. —A pesar de que has tomado un viaje por el campo sin mí donde se supone que debo ser tu acompañante.
—En realidad lo es. —Marguerite cerró los ojos mientras su doncella le quitó las botas y desabrochó la capa. —Creo que voy a beber mi té e ir a la cama por un rato.
En verdad no podía esperar para estar a solas en su propia cama para buscar refugio familiar. Para tratar de pretender que no había estado involucrada en un tórrido romance con el hijo de un marqués y que simplemente había soñado todo.
Se sentía como si apenas había cerrado los ojos antes de que hubiera una conmoción afuera de su puerta y una voz familiar exigiendo verla. A pesar de que sabía que era inútil rodó en la esquina de la cama y puso la almohada sobre la cabeza.
—Marguerite sé que estás ahí. Abrió un ojo para mirar a su hermana Lisette.
—Estoy dormida. ¿No te lo dijo la Sra. Jones?
Lisette se sentó en el borde de la cama hundiendo el colchón y haciendo rebotar a Marguerite hacia ella.
—Ella lo hizo pero quiero saber lo que pasó este fin de semana.
Marguerite se sentó y miró a su hermana. —Pensé que no me hablabas. ¿Y cómo sabes lo que hice este fin de semana de todos modos?
Lisette sonrió. —Tengo mis fuentes. En verdad toda la familia sabe que fuiste a la casa de campo de Park Jimin con Kim Taehyung. —Se inclinó hacia delante. —¿Cómo fue?
—No es asunto tuyo.
—¡Marguerite! Tienes que decirme algo. —Lisette se cruzó de brazos. —
No me iré hasta que lo hagas.Marguerite tomó su bata de seda color crema de donde estaba a los pies de su cama y se la puso. Alcanzó a ver su reflejo en el espejo, sabía que parecía un fantasma pálido al lado de la vitalidad de Lisette y su belleza dorada.
—Realmente no tengo nada que decirte.
—Pero la Sra. Jones dijo que regresaste sin Taehyung. Así que debe haber sucedido algo.
Marguerite cerró los ojos.
—Lisette, por favor, vete.Hubo un silencio y luego sintió las manos de Lisette sobre las de ella.
—¿Qué pasa? Me lo puedes decir.El tono suave de su hermana de repente fue suficiente para que Marguerite empezara a llorar de nuevo. Dios estaba harta de llorar por hombres y la ruina de su reputación.
—Marguerite…
—No te lo puedo decir. —Se las arregló para ahogar las palabras.—Esdemasiado complicado.
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Perversión. » k.th (+18)
Romance»Con un respingo la miró a los ojos. ¿Qué demonios le pasaba a él, fantaseando con una mujer? (...) »-... ¿Es por eso por lo que has estado negando tu verdadera naturaleza, jugando al caballero, concediendo nada más que un casto beso en los labios d...