Todo fue un malentendido que se volvió dinero, prensa, y fama; mucha fama
Ale Mulller cantante reconocida mundialmente, actriz, modelo, una niña de 17 años que lo obtiene todo cuando quiere, está apunto de lanzar su primer disco. Hablando de su pers...
-¡Bastardos sueltenla!- grito Dave intentando zafarse del agarré de los policías- ¡Ale!.
Santiago corria desesperado en dirrección a dónde se habían llevado a Ale. Gonzalo venia detrás de el y gritándole que se detenga y que se vallan ya que es muy peligroso.
-Santi- dijo Gonza tomando el brazo de Santiago- La van a matar no hay nada que puedas hacer, búscate otra novia bro.
-No la puedo dejar, no la voy a dejar sola- dijo Santi para después ir tras Ale.
(...)
-Me estás lastimando- sollozo Ale.
Gastón apretaba muy fuerte del brazo de Ale mientras corría por los pasillos de las celdas. Delante de ellos había un policía que tenía las llaves y delicuentes obligándolo a qué abriera la puerta para poder escaparse.
-Por favor no me hagan nada- dijo Ale.
-Aqui no bebé, pero cuando estemos afuera te esperan tantas cosas- dijo Gastón- ¡Abrime la puerta!- grito a un policía.
Todo a su alrededor estaba lleno de personas peleando entre si, muchos jugaban con sus armas, otros apuñalaban a presos o a policías... Parecia que se había desatado al tercer Guerra mundial.
Y de repente los policías comenzaron a aventar bombas de gases lacrimógenos, Santiago aprovecho y golpeó a Gastón provocando que suelte a Ale.
-¡Salí de acá Ale!- grito Santiago.
-Pero...
-¡Que salgas de acá!- volvió a gritar Santiago mientras sostenía a Gastón para que no escapara.
Gastón fue más fuerte que Santiago y lo empujó provocando que se golpeé muy fuerte la cabeza.
-¡Santi!- grito Ale acercándose a el- ¿Amor estás bien?.
-¿Amor?- se burlo Gastón y llevando su arma para apuntar a la pareja- Hasta que la muerte los separe, lo siento Santiago pero necesito a tu novia.
-Yo también la necesito- dijo un hombre detrás de ellos sosteniendo un arma.
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Alejandra lo reconoció al instante y sus ojos una vez más volvieron a derramar lágrimas, tal vez era el efecto del gas lacrimógeno o solo el efecto de la nostalgia de extrañar alguien con muchas fuerzas.
Santiago lo vio y ese era el chavo que no paraba de verlo hoy cuando sus amigos se acercaron a ellos en el patio. Alejandra corrió abrazarlo y el desconocido correspondió el abrazo sin dejar de apuntar a Gastón.
-Franco sos un pinche traidor- dijo Gastón bajando el arma- Si solo te querías quedar con el motín...
-No hables así de ella- le advirtió Franco sin soltar a Ale- Se llama Alejandra y tú bien lo sabes. Te dije que si la artista era ella suspendieran todo, pero no me hiciste caso.
